La Batalla de La Albuera: historia, recreación y tradición en Badajoz
- En mayo, el municipio extremeño de La Albuera se transforma en un escenario bélico del siglo XIX para conmemorar uno de los enfrentamientos más decisivos de la guerra de la Independencia
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Una vez al año la localidad de La Albuera, en Badajoz, se convierte en un escenario del siglo XIX para conmemorar uno de los enfrentamientos más duros de la guerra de la Independencia: la Batalla de La Albuera. Este evento, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, se celebra cada mes de mayo, con la participación de casi un millar de recreadores y actividades pensadas para toda la familia.
Un pueblo unido por la historia
Desde 1965, La Albuera organiza esta representación, en la que participa todo el pueblo. La implicación de los vecinos es una de las peculiaridades que hace única a esta recreación dentro de España, ya que no solo los recreadores profesionales, sino también los habitantes, se visten con uniformes de la época y desfilan por las calles. Durante el evento, los participantes se organizan en un campamento militar, donde se llevan a cabo escaramuzas, desfiles y actividades que simulan la vida cotidiana de los soldados del siglo XIX.
El papel del recreador
En España, más de 400 asociaciones y 20.000 recreadores se dedican a revivir diferentes periodos históricos, desde la Antigüedad hasta la era moderna. Además de recrear enfrentamientos y escenas bélicas, investigan y elaboran vestuarios fieles a la época, reivindicando la documentación histórica como una parte esencial de su trabajo. En eventos como el de La Albuera, asumen su labor con la seriedad de un historiador, contribuyendo tanto al entretenimiento como a la divulgación cultural.
Con su compromiso con la memoria histórica, la recreación de la Batalla de La Albuera no es solo una mirada al pasado, sino también una apuesta por el desarrollo turístico y cultural del municipio. La combinación de rigor histórico, participación ciudadana y oferta cultural ha convertido este evento en una cita imprescindible para los amantes de la historia y un ejemplo de cómo las fiestas populares pueden ser un motor de identidad y progreso para las localidades que las acogen.