Ciencia ciudadana ¿un buen tándem entre ciudadanos y ciencia para el progreso científico?
- La ciencia se está popularizando, dando herramientas a la ciudadanía para que participe.
- Varias aplicaciones móviles ayudan a las personas voluntarias a subir y consultar los datos generados
¿Sabías que compartiendo en Internet una foto de animales con la fecha, la posición geográfica, y cualquier otra cosa que nos parezca relevante, estamos ayudando a conservar nuestro entorno? La curiosidad y la observación de la naturaleza fueron el motor principal de la ciencia hasta el siglo XIX ¿Qué ha cambiado en este tiempo? Una ciencia más democrática e inclusiva está surgiendo con fuerza. La ciencia ciudadana podría definirse como la participación activa de las personas en las actividades de investigación científica, ya sea con su esfuerzo intelectual, con conocimiento o con su afición a un tema. Los participantes proporcionan datos a los investigadores, se plantean nuevas preguntas y entre todos se perfila una nueva cultura científica. Los proyectos de ciencia ciudadana reciben cada vez mayor atención y despiertan el interés de gestores y entidades públicas, de la comunidad científica y de las agencias financiadoras internacionales. Es una realidad bastante consolidada en el mundo y en España, aunque muchos ciudadanos aún no lo conocen ¿Qué nuevas preguntas abre el auge de la ciencia ciudadana? ¿Se abre un futuro prometedor?
En el campo
España está entre los siete países del mundo que más datos de aves registra gracias a los aficionados a su observación. Marc Gálvez, Coordinador en España de eBird cuenta a El Escarabajo Verde “gracias a la unión del esfuerzo de miles de personas que generan millones de datos anualmente, pues te permite tener un conocimiento que de otra manera sería imposible”. Esta web y aplicación móvil es muy útil para salir al campo por pura afición, pero vital para muchos proyectos de investigación en conservación de la biodiversidad ¿Qué documentan estos datos?: la distribución, abundancia, uso de hábitats y tendencias de las poblaciones de aves. De hecho, los primeros ejemplos de ciencia ciudadana surgieron de los aficionados a la ornitología en EEUU hace más de 150 años.
En la ciudad
Los urbanitas del todo el mundo también se unen para compartir aficiones y datos. BiciZen es una plataforma colaborativa que tiene como objetivo hacer que las regiones urbanas sean más transitables en bicicleta. Eduard Folch, nos comenta “100 ojos ven mucho más que dos ojos, y por lo tanto, que la comunidad ciclista se implique indicando problemas es muy potente. Y ayudamos a que grupos de investigación y administración pública puedan mejorar las infraestructuras”. BiciZen es una app que surge de City Lab Barcelona, un grupo de investigación Universidad Autónoma de Barcelona que pretende mejorar el flujo de bicis en la ciudad y crear una comunidad activista, en alerta, para hacer un servicio público. En las grandes ciudades del sur de Europa, la temperatura puede cambiar entre espacios urbanos muy cercanos y hay barrios más vulnerables que otros. Josep Perelló lidera el proyecto “Crónicas del calor” del grupo Open Systems de la Universidad de Barcelona. Opina que “ahora mismo es más necesario que nunca que el científico también esté en este tipo de debates. Y la ciencia ciudadana es un espacio magnífico para generar debate” El proyecto llama a la colaboración ciudadana para identificar espacios públicos urbanos más expuestos al calor extremo, contando con las comunidades locales y asociaciones de los barrios estudiados.
En el mar
Un paseo por la playa de La Maruca de Santander con ojos curiosos, nos hace descubrir la gran riqueza de fauna y flora de nuestras costas. Eva Velasco, del Instituto Español de Oceanografía, nos cuenta “gracias a la contribución que hacen todas las personas que participan voluntariamente en la plataforma Observadores del Mar conseguimos dar cumplimiento a esas normativas que son obligatorias también para España y son de carácter europeo para conservar la biodiversidad marina”. Buceadores, pescadores, científicos, paseantes de la costa: todos podemos hacer ciencia ciudadana.