Ciudades del futuro, ¿sostenibles?
- La descarbonización también pasa por el sector inmobiliario, responsable del casi el 40% de las emisiones globales
- En los próximos años, se van a construir más de 19 millones de viviendas nuevas en España
Edificios construidos con plásticos recogidos del mar, ciudades de los 15 minutos donde todo lo que necesitemos esté a nuestro alcance andando, menos coches, más zonas verdes, y hasta edificios construidos en serie con impresoras gigantes… Este podría ser un breve retrato de la ciudad del futuro. Pero para llegar a este punto debemos saber de dónde venimos y sobre todo de donde partimos en estos momentos.
Desde que el hombre empezó a habitar la tierra siempre ha buscado un refugio. Primero fueron cuevas o espacios naturales, después viviendas pequeñas fabricadas con materias primas naturales próximas a nuestro hábitat; pero poco a poco fuimos desarrollando nuestra capacidad para crear nuevos materiales y transformar nuestro entorno. Aunque durante años se adecuó la arquitectura al clima, orografía y cultura de las zonas, poco a poco se dio paso a una visión más artística, donde el diseño primaba sobre la practicidad.
Desde 2020 en la Tierra hay más hormigón, asfalto y plástico que materia orgánica, según un cálculo de la revista científica “Nature”. Precisamente, estos datos han hecho a la comunidad internacional y concretamente al sector inmobiliario replantearse nuevas formas de construcción, más eficientes y económicas.
La descarbonización
Si hay una palabra clave en esta transición hacia la ciudad del futuro es la “descarbonización”. Esta no solo pasa por reducir los costes operativos y apostar por la sostenibilidad durante el diseño y construcción de los edificios, sino que va más allá. El hecho de que el parque inmobiliario en España está sumamente envejecido, como en Madrid con edificios fueron construidos como media en 1967 o en Barcelona en 1945 hace que el foco se ponga en mejorar la eficiencia energética de los mismos, en multiplicar el ritmo de las rehabilitaciones, adoptar medidas de diseño pasivo y proporcionar incentivos financieros.
Además, según la consultora inmobiliaria CBRE en un mercado que busca que se sigan unos parámetros de sostenibilidad y ahorro energético, un edificio eficiente incrementa su valor, algo que cambia los paradigmas del mercado y hace que los activos valgan incluso un 10% más.
Descarbonizar el sector de la construcción no solo es esencial para mitigar los peores efectos del cambio climático, sino que también creará ciudades más resilientes y preparadas para las necesidades y exigencias de los nuevos residentes
La psicología
Según diversos estudios, el entorno en el que estamos supone más de un 80% de nuestra felicidad, incluso puede potenciar nuestras capacidades sociales, cognitivas y creativas… Pueden relajarnos o estresarnos. Definitivamente, los espacios en los que vivimos condicionan nuestras emociones; la luz, las zonas verdes, los techos, los colores, las líneas y formas simples o curvas, generan sensaciones como el descanso, la seguridad o la comodidad. Unos sentimientos que ya estudia la neurociencia que está aportando evidencias cuantificables respecto a este tema.
Los arquitectos y promotores se basan en esos datos, el edificio, el barrio, la ciudad sostenible tiene que incidir en la psicología; hay que analizar cómo quieren vivir sus habitantes, donde se sienten seguros y a gusto, más aún teniendo en cuenta que pasamos cerca del 90% de nuestras vidas en espacios cerrados.
“La ciudad sostenible tiene que incidir en la psicología“
Nueva tecnología aplicada al diseño de ciudades
La irrupción de la inteligencia artificial también ha afectado a este sector, tener la posibilidad de recopilar millones de datos de los usuarios, inversores, consumos y poder adelantarse a las tendencias será una de las claves del futuro de las ciudades. Otra será el empleo de nuevos materiales. Además de maderas recicladas ya se están empleados por ejemplo, placas de plástico fabricadas con los restos de las redes de pesca que se quedan en el mar como hace Gravity Wave, un ejemplo de empresa joven emprendedora empeñada en dar una solución al plástico de los océanos y al diseño de mobiliario o construcción.
Pero la cosa no queda aquí, en esta búsqueda de la ciudad del futuro irrumpe con fuerza el propósito de transformar una industria, que como en otros sectores, pretende sustituir el trabajo manual en favor de la industrialización. Lo último para agilizar las construcciones, abaratar costes y reducir emisiones es imprimir casas en 3D. Casas modulares construidas en serie. La universidad de Maine ha desarrollado la impresora 3d más grande del mundo y ya ha construido una casa de 55 metros cuadrados a base de fibras de madera y resinas vegetales. El próximo paso será imprimir un vecindario de nueve casas.