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Pedro Casablanc: "'Querer' está removiendo las conciencias de muchísima gente"

  • El actor presenta en Las mañanas de RNE con Mamen Asencio esta serie donde es protagonista
  • "Está basado en muchas historias reales", confirma su directora Alauda Ruiz de Azúa

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Pedro Casablanc da vida a Íñigo en 'Querer'
Pedro Casablanc da vida a Íñigo en 'Querer' EFE

Tras 30 años de matrimonio y dos hijos en común, Miren abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. Esta grave acusación obliga a los hijos a elegir entre creer a su madre o apoyar a un padre que defiende su inocencia. Un viaje familiar que avanza en paralelo al judicial con un mismo objetivo: conocer la verdad. Esta es la sinopsis de Querer, la nueva serie de Alauda Ruiz.

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El proyecto que la directora ha preparado tiene una significación muy especial para su directora. Aunque "sabíamos que era un proyecto de ficción y que no está basado en una historia real, sí está basado en muchas historias reales", confirma Alauda en Las mañanas de RNE con Mamen Asencio.

Las situaciones que enfrenta Miren Torres, la protagonista, reflejan las vivencias de muchas mujeres que han atravesado situaciones similares, lo que otorga a la narrativa un sentido de responsabilidad y un ligero vértigo al abordar un tema de tal sensibilidad. "Fue muy importante la parte de documentación y de investigación. No quisimos acercarnos al tema con una mirada antropológica, sociológica, de querer entender desde distintos ángulos. Tanto desde la perspectiva de la mujer que había sido víctima de esta violencia en una relación, como de los hijos o del proceso judicial", argumenta.

Las claves de Querer por Alauda Ruiz de Azúa

Aunque la directora de la serie no ha estado presente en Las mañanas de RNE, sí que ha querido participar en el programa para revelar una de las cuestiones claves del proyecto. Según ella, la emociones sobre las que se vertebra la serie es el miedo y el poder. "Al final estamos hablando de cuando se produce un abuso en una relación y cómo se produce sin que haya una violencia física. Pero, sin duda, sí que hay una violencia psicológica y ahí hay un miedo que genera ese espacio donde se puede producir esa violencia", declara Alauda Ruíz.

Una serie que parece una película

Una miniserie compuesta por cuatro capítulos que, según el actor Pedro Casablanc, tiene la esencia de una película. Él sugiere a los espectadores que se den la oportunidad de disfrutar de este fascinante relato en una sola sesión, preferiblemente un domingo por la tarde o en cualquier momento en que puedan ver los cuatro episodios seguidos, porque realmente vale la pena. "Es una película de cuatro horas fantástica", confiesa durante su intervención en el programa Las mañanas de RNE con Mamen Asencio.

Además, Casablanc destaca que la serie está "removiendo las conciencias de muchísima gente", incluida la suya. Al ver el producto terminado, se siente impresionado por la cuidada edición y la música que acompaña la narración. "Estoy sorprendido, muy gratamente sorprendido por la recepción que está teniendo esta serie", argumenta.

Pedro Casablanc da vida al Íñigo

El intérprete se adentra en la complejidad de su personaje, Íñigo, en la película que porta su nombre. En la trama, Íñigo es un hombre que ejerce abuso sexual y psicológico sobre su esposa, un papel que requiere una profunda exploración emocional. Casablanc describe el proceso de creación de este personaje como "tranquilo, pero también muy intenso". A pesar de tratarse de un tema tan difícil, el actor destaca que hubo momentos divertidos en el rodaje, gracias a la dirección de Alauda Ruiz de Azúa, a quien califica como "fantástica" y con un rigor excepcional, cualidades que le resultan poco comunes en su trayectoria profesional.

"El proceso ha sido interesante, por supuesto", afirma Casablanc, subrayando la necesidad de profundizar en un guion que exige establecer límites en la actuación. "No podemos caer en el histrionismo ni en el maniqueísmo", recalca, enfatizando la importancia de ofrecer una interpretación que sea creíble y accesible al público.

El proceso de ensayos fue igualmente enriquecedor, ya que involucró a todos los personajes de la película. Casablanc revela que se realizaron sesiones de improvisación que ayudaron a descubrir matices adicionales, especialmente en las interacciones con otros actores, como Nagore Aranburu.