Los casos reales que alimentaron el mito del hombre del saco
- Dos terribles crímenes cometidos en Gádor y Vitoria crearon la leyenda del hombre del saco en España
- Te contamos cuál es la razón por la que se sigue alimentando el mito en la actualidad
El hombre del saco es una figura que ha atemorizado a innumerables niños a lo largo de la historia. Hace tiempo se le contaban historias relacionadas con él a los niños para evitar que hiciesen algunas cosas, por ejemplo acercarse a sitios peligrosos. Pero, ¿qué pasaría si te dijesen que este personaje no es del todo ficticio, que tiene un trasfondo real? En Terror en blanco te contamos algunos sucesos reales que alimentaron el mito del hombre del saco.
El hombre del saco de Gádor
En 1910, en esta localidad de Almería, vivía un hombre con una inquietud. Francisco Ortega, también conocido como el Moruno, buscaba desesperadamente un remedio para su enfermedad: la tuberculosis. Una curandera de Gádor, Agustina Rodríguez, le recomendó a otro curandero que quizás podría ayudarle sin saber que esta persona contaba con un historial criminal.
Francisco Leona Romero, así se llamaba, le dijo al enfermo que para curarse de la tuberculosis solo podía hacer una cosa: beber la sangre que emanara directamente de un niño y untarse sus mantecas calientes en el pecho, pero esto le costaría 3000 reales. El Moruno, creyendo que esta era su única opción, aceptó y el curandero comenzó a trabar su oscuro plan.
Contactó con Julio Hernández, apodado como el Tonto, para que le consiguiese un niño a cambio de repartirse el pago del Moruno así que cuando este se topó una noche con Bernardo González Parra, de siete años, lo engañó para llevarlo a un bosque y lo secuestró metiéndolo en un saco.
El Tonto llevó hasta el Cortijo de San Patricio al niño donde le esperaban el curandero y el enfermo para cometer un crimen atroz. Tras realizarle un profundo corte en la axila a Bernardo, el Moruno bebió la sangre que emanaba de él. Después, Francisco Leona aplastó el cráneo del niño para extraerle la grasa y el epiplón y aplicárselo en el pecho al enfermo.
Sin embargo, los planes del curandero se torcieron cuando intentó engañar a el Tonto con el dinero que le había prometido, propiciando que este le contase todo a la Guardia Civil. Francisco Leona fue condenado a garrote vil, aunque murió antes de ser ejecutado, convirtiéndose su historia en el inicio de la leyenda del hombre del saco.
El Sacamantecas
Juan Díaz de Garayo, conocido como El Sacamantecas, es un personaje del siglo XIX que vivió en Vitoria y cuya historia sigue teniendo un gran impacto en la actualidad pues todavía hay personas que recuerdan los relatos que sus padres les contaban sobre El Sacamantecas vitoriano basadas en los crímenes cometidos por esta persona.
Al ser un vendedor ambulante que recorría las distintas provincias para buscarse la vida, Juan Díaz de Garayo consiguió cometer hasta seis asesinatos sin levantar sospechas ya que podía tomarse la licencia de desaparecer durante un tiempo.
Sin embargo, al llevar a cabo su tercer asesinato en 1872, estrangulando y violando a una niña de 13 años en un camino cercano a Vitoria, la población comenzó a preocuparse verdaderamente de lo que estaba sucediendo en aquel lugar. Tras una ardua investigación El Sacamantecas fue detenido y pasó a formar parte de la leyenda del hombre del saco.
El hombre del saco en distintos países
El hombre del saco, aunque con distintos nombres, es una leyenda que recorre los distintos países del mundo. Por ejemplo, en Navidad a los niños de Austria, Suiza o Hungría se les amenaza con que si se portan mal les visitará una figura demoníaca llamada Krampus. Un ser terrorífico bípedo, con cuernos y patas de cabra que en vez de darles regalos los secuestrará en su saco para siempre.
En la cultura nórdica se dice que existe un espíritu del bosque que se lleva a todo aquel que se atreviese a entrar en un lugar prohibido o a desobedecer ciertas advertencias.
Pero la más curiosa es la de Holanda, pues se amenaza a los niños con el duque de Alba ya que en el país lo consideran una persona oscura y temible al haber cometido ciertas tropelías durante sus campañas en los Países Bajos en el siglo XVI.
¿Por qué se sigue alimentando el mito?
Aunque mayormente se utilice el recurso del hombre del saco para hacer películas, lo cierto es que siguen sucediendo algunos acontecimientos que se relacionan con esta figura, señala el investigador y experto en folklore Jesús Callejo.
¿A qué sucesos se refiere el experto? A "los traficantes de órganos, estos secuestradores de niños que les sacan un órgano determinado que le sirva a un hombre rico o una mujer rica, aprovechándose de esa circunstancia. Con lo cual es otra vez reavivar una leyenda urbana que sigue teniendo sus referencias a día de hoy", afirma.
Un ejemplo que nos da son los sacaojos en Sudamérica, quienes secuestran a niños para sacarles ojos o determinados órganos y utilizarlos para trasplantes en determinadas zonas que siempre están relacionadas con el tráfico de esclavitud, de órganos y de prostitución. "Debería desaparecer, pero a día de hoy todavía sigue muy vivo", apunta el investigador refiriéndose al mito.