Patricia Benito, la poeta que mide la vida en medias cervezas: la música de su vida
- La autora de Un cuerpo agotado (Aguilar) comparte en Las del Cadillac la música de su vida
- Puedes escuchar el podcast de su viaje musical en RNE Audio y RTVE Play
Patricia Benito escribe como vive, a corazón abierto. Antes de publicar su primer poemario, Primero de poeta, era croupier de un casino. Tiene alma nómanda, pero hace suyos los lugares que transita, sabe quedarse en ellos. Quizá por eso se siente del norte, aunque sea canaria. Su cuarto libro es Un cuerpo agotado, en el que transita por el amor, el paso del tiempo y los cuerpos. En su escritura siempre hay música, hay sonoridad y canciones, por eso era la víctima perfecta del último secuestro de la temporada de Las del Cadillac.
El nuevo episodio del podcast conducido por Raquel Elices y María Canet (RTVE Play/ RNE Audio) bucea junto a ella en su memoria musical, en las huellas que las canciones han ido dejando en su camino. En este "secuestro musical", Patricia Benito selecciona temas como el Y sin embargo, de Joaquín Sabina, que le lleva a recordar a sus padres; el María de la O, de Lola Flores con el que siente muy cerca a su abuela o temas como Rojitas las orejas, de Extrechinato y tú; Valiente de Vetusta Morla, y Imposibles, un tema compuesto junto a su amiga Zahara. Hay mucha música en su vida y este es el viaje en el que las canciones la hacen libre.
Su abuela y la Lola
Dice Patricia que su abuela era muy Lola Flores y le encantaba la copla. La relación que tenía con ella era muy estrecha y a ella le dedica Un cuerpo agotado. "Ella murió una semana antes de salir el libro", confiesa. "Siempre estaba cantándola en casa. Mi abuela era muy pescaílla, y la recuerdo allí, sentada en la mesa con su carajillo. Entonces, yo que he tenido siempre una relación muy especial quise dedicarle el libro", explica. Recuerda también el día en que se marchó, porque ella le decidió cantar a su abuela esa canción.
La asignatura pendiente: el duelo
Un cuerpo agotado está atravesado también por ese duelo, en especial su poema Olvida una voz. Su abuela vuelve a aparecer en la conversación cuando hablamos del duelo, de como enfrentarse a la muerte y de "desenredar los nudos" del alma. "Mi abuela me decía, no tires, no tires. Despacito, vete poco a poco y vas separando la madeja de los nudos. Y esto lo escribí además una vez que estaba intentando darle forma a este nudo que se te hace a veces en el estómago, que no sabes qué puede ser tristeza, puede ser ira, y es como si le das una forma o le pones un color o ojos. Y de repente cuando estaba escribiendo este libro tenía este pesar que me parecía una sandía enorme. Pero al ponerle forma ya es como que el enemigo es menos fiero a mí me da esa sensación", cuenta.
Un otoño en Nueva York
Su último libro permite recorrer esos días y ese encierro que ella misma se impuso porque llevaba dos años sin escribir. Una edición que contiene algunas de las fotografías que realizó durante su viaje a Nueva York, un otoño que la transformó. "Yo no creo en el, pero sí que el movimiento genera movimiento entonces de repente que yo cogí el billete a Nueva York, un día de estos que estaba agobiada escribiendo", confiesa. Ese fue uno de los puntos de partida de Un cuerpo agotado, o, mejor dicho, el punto de inflexión. El que hizo que cambiase todo.
Puedes escuchar más episodios de Las del Cadillac en RNE Audio, RTVE Play, Ivoox y Spotify. Los últimos secuestro musicales han subido a la parte de atrás de este viejo Cadillac a Rosa Montero, Laura del Val, David Uclés, Marc Ros, Dandy Piranha o Mara Jiménez (_@croquetamente).