Álvaro Morte sobre 'Raqa': "La película no condena al mundo árabe, condena el yihadismo”
- El actor protagoniza Raqa junto a Mina El Hammani y Abdelatif Hwidar
- La película, participada por RTVE, reflexiona sobre la situación de las mujeres que entran en el Estado Islámico
Pocas películas españolas se han adentrado en el Estado Islámico, por eso es tan sorprendente el estreno de Raqa, la nueva película de Gerardo Herrero. Basada en la novela Vírgenes y verdugos de Tomás Bárbulo, su historia nos adentra en una trama de espías en la que las mujeres juegan un papel fundamental entre las peligrosas calles de la ciudad siria. La película, rodada entre Marruecos y Navarra (Bardenas Reales, Tafalla y Pamplona), llega el próximo viernes 22 de noviembre a los cines, pero antes RTVE Play ofrece en exclusiva un vídeo con los actores Álvaro Morte, Mina El Hammani y Abdelatif Hwidar hablando sobre su papel en la película.
"La película no condena al mundo árabe, pero sí que condena esa parte relacionada con el yihadismo, con el ISIS en sí y con todo lo que tenga que ver con esa parte extremista", apunta Morte. En la ficción el personaje de Morte nos lleva hasta las peligrosas calles de Raqa, el espía internacional, Haibala (alias El Saharaui), intenta dar caza a El Jordano, uno de los jefes del ISIS más buscados del momento. No es el único infiltrado en Siria.
Despertar la humanidad del público
"Raqa es un ejemplo claro de lo que es la barbarie y lo que nos distingue de la barbarie es un paso, de hecho esta misma barbarie de otra manera la estamos viendo hoy día en Palestina. Películas como Raka nos despiertan ante esa barbarie vinculándonos con personajes, conectando con su sufrimiento", apunta el actor ceutí Adbelatif. En la película el hace de El Mauritano, el contable del ISIS y jefe directo de Haibala. Decide las obras de arte que hay que expoliar de Siria y les pone precio en el mercado negro internacional. Es meticuloso y desconfiado.
Estreno 22 de noviembre
Mina El Hammani es Malika, una enfermera de Ceuta al servicio de la Europol, ha llegado a Raqa con el mismo propósito que El Saharaui, ser una espía. En un escenario marcado por las ejecuciones sumarias, la esclavitud de las mujeres y los bombardeos, Haibala y Malika intentarán cada uno por su lado cumplir con su misión: localizar y entregar al cabecilla de la organización fundamentalista y precipitar la caída del ISIS. "Vamos al núcleo, vamos al centro donde se está generando todo lo que le rodea el ISIS", cuenta Mina.