Salua, Julieta y María, las jóvenes que debutan en 'Las chicas de la estación', el retrato de la explotación sexual de menores
- Primer largometraje de la ganadora de un Goya Juana Macías
- Tras su paso por el Festival de San Sebastián 2024, la película llega a los cines este 22 de noviembre
"Para nosotras ha sido muy importante poder representar esta realidad, porque lo hemos visto cerca y nos salía de dentro las ganas de querer contarlo". Habla Salua Hadra, junto a Julieta Tobío y María Steelman las tres jóvenes debutantes que brillan en pantalla en la película Las chicas de la estación. Su expresividad y soltura ante las cámaras sorprende para un primer trabajo que no era nada fácil, en el se aborda la explotación sexual de menores tuteladas.
Las chicas de la estación es el primer largometraje de la ganadora de un Goya de Juana Macías (Siete cafés por semana). La directora sabía que el grueso de la historia se basaba en sus protagonistas, tres jóvenes atravesadas por historias de violencia y abandono, por eso el casting era tan importante. Un trabajo, que les llevó a recorrerse toda España, realizaro Eva Leira y Yolanda Serrano. "Buscamos en institutos y en centros de menores, queríamos asomarnos de verdad a ese mundo y que ese punto de autenticidad esté tanto en los lugares donde hemos rodado como en las actrices principales y los secundarios", explica la directora. En muchas ocasiones, la película busca acercarse al género documental y la cámara parece colarse en escenas cotidianas.
Las chicas de la Estación, inspirada en un caso real
El 8 de enero de 2020 aparece publicada en un diario de Mallorca una noticia que causa gran alarma: una menor de 13 años ha sido presuntamente violada por un grupo de chicos en Nochebuena, la llamada manda de Corea, en el conocido como "Caso Sana". Es el punto de partida con el que trabajó Macías para dar forma a esta historia. "Sobrecoge pensar que España es el segundo país del mundo en consumo de pornografía infantil y que la explotación sexual a menores sigue existiendo. Esa es la primera razón por la que hay que hacer esta película".
Su caso desveló que la mayoría de las jóvenes de aquel centro, se escapaban habitualmente para prostituirse y que tanto la policía como los educadores estaban al corriente. Un caso desgarrador que, pesé a salir en las noticias, no tuvo el eco suficiente, ni el alcance necesario para lanzar la voz de alarma en toda la sociedad.
Revertir el silencio mediático en una película de denuncia
Macías quería convertir aquellas noticias que no llegaban nunca ser portadas de periódicos o esas estadísticas impersonales en una historia. "Estas historias pasan y pasan y cada cierto tiempo, pero es un tema incómodo del que, más allá del titular, no gusta hablar", explicaba durante la presentación de la película en el Festival de San Sebastián, donde tuvo una enorge acogida entre el público.
En la película, Jara, Álex y Miranda son tres chicas que han crecido en un centro de menores sin saber qué es el amor sin condiciones. Es el cumpleaños de Jara y las tres quieren celebrarlo en el concierto de su trap queen preferida. Ellas no tienen dinero ni muchas formas de conseguirlo, pero por el barrio está siempre una chica algo mayor, ex interna de su mismo centro, que les ofrece citas con adultos en los baños de la estación.
Ninguna de las jovenes actrices ha vivido en primera persona lo que sus protagonistas, sin embargo, han estado muy cerca de esta realidad. "Cuando una víctima va a denunciar se la suele victimizar y eso les lleva muchas veces a ellas y no a los agresores a la vergüenza. Debemos plantearnos dónde colocamos la verguenza", cuenta Julieta.
Música urbana como banda sonora
Las chicas de la estación tiene una banda sonora de música urbana, que es un hilo narrativo más en la película y un espejo en el que se miran las protagonistas. Una banda sonora en la que hay estrellas consolidadas y jóvenes promesas, pero en la que se prioriza la voz de artistas femeninas como Albany, Gata Cattana, Kitty110, L’Beel, La Blackie, La Zowi Dalila…cuyas letras hablan de supervivencia, de dolor, de respeto, violencia, desarraigo, que es el mundo que refleja la película. "Ya en el guión estaban escritas las letras de las canciones en muchas de las secuencias porque para mí no se trataba de ir a canciones más conocidas, sino de buscar artistas que para las protagonistas fueran también un punto de referencis", explica la cineasta.
Las chicas de la estación, que llega a los cines este 22 de noviembre, es un solvente y eficaz film de denuncia, pero también en un canto de amor a la amistad y la sororidad entre mujeres. Para Macías su película ha de verse como un ejercicio de resistencia y de voz para aquellas víctimas que no saben realmente que lo son.