Antonio Tapiés, la enfermedad que marcó su vida y una historia de amor entre cuerdas, papel o polvo de mármol
- Imprescindibles se introduce el universo creativo de Antoni Tàpies y en su vida personal
- El documental, que podrá verse en La 2, cierra la celebración de su centenario
Antoni Tàpies consiguió forjar su carrera artística yendo contracorriente y rompiendo moldes. Considerado el gran artista español del siglo XX, el artista catalán creó un mundo mágico inconfundible en el que las imperfecciones de la materia se convertían en expresión artística. El nuevo documental Materia en forma de Tàpies, que puede verse en el programa Imprescindibles de La 2,se adentra en su figura personal y profesional y descubre una obra que sigue siendo rabiosamente moderna y que traspasó muy pronto las fronteras españolas.
Una enfermedad que marcó su carrera
Nacido en Barcelona, hace 100 años, en el seno de una familia burguesa y culta, Tapiés vivió un ambiente liberal desde su infancia. Con 11 años despierta su vocación artística, y es desarrollada en parte debido a una tisis que le provocó incluso alucinaciones que influirían notablemente en su obra posterior. Lo cuenta en el documental: "Debido a la falta de alimentación o lo que fuera, caí gravemente enfermo. La guerra y la enfermedad son definitorias en mi carrera. Me decidí a ser artista, seguramente por esto".
Tenía 18 años cuando cayó enfermo, una grave enfermedad pulmonar que le mantuvo convaleciente entre 1942 y 1943, periodo en el que se dedicó a copiar dibujos y pinturas de artistas como Van Gogh y Picasso. "El hecho de estar enfermo más de un año y, luego durante dos años más, haciendo convalecencia en la montaña, lo cambió todo. Para algunos quizá es un lujo porque me dió mucho tiempo para pensar y reflexionar y este sufrimiento afinan un poco la sensibilidad y esto en conjunto fue lo que me decidió a hablar, a decir cosas", apunta en una de las muchas imagenes de archivo que se pueden ver en el documental.
Con T de Teresa, el significado de su símbolo más recurrente
Tàpies no era un hombre excéntrico, no vivía en la bohemia del mundo de los artistas. El catatán era un hombre tranquilo y familiar, muy apegado a los suyos. Especialmente a su mujer Teresa. Si nos fijamos en buena parte de la obra de Tápies, hay algo que se repite, es un símbolo, una muesca, una señal repetida. ¿Es una cruz o es la T de su apellido? Es una marca distintiva que se repite en multitud de sus pinturas y esconde una bonita relación de amor con su mujer, Teresa. “La T la he usado muchas veces, porque además de ser la inicial de mi nombre es también el de mi mujer, que es Teresa. Estoy muy unido a ella. El sentido simbólico de una T que se parece a un árbol o una cruz, es un símbolo que nos une", contaba Tàpies en una de las entrevistas que recoge el documental de Impresncindibles.
En 1954 se casó con Teresa Barba i Fàbregas, con la que tuvo tres hijos: Antoni (poeta), Clara y Miquel Àngel. “Para mi padre, mi madre Teresa era algo esencial. Siempre he pensado que sin mi madre, mi padre no hubiese hecho lo que hizo. No solo le daba el amor y el cariño, sino que era muy organizadora, llevaba toda la logística de él como artista”, cuenta Toni Tapies Barbas, hijo del artista. La serie Teresa, de 1966, está dedicada a ella y es el máximo exponente de la complicidad entre ellos, una serie de cuatros, bocetos y pinturas en las que Tápies no tuvo reparos en mostrar su sexualidad abierta como pareja y como compañeros de vida.
Coincidiendo con el cierre de las celebraciones por el centenario del nacimiento de Tápies, el programa Imprescindibles ofrece un documental que destaca la importancia de su legado. Una repaso por sus obras más destacadas, también las escultóricas, que también ofrece un mirada personal del artista.