El universo paradójico del escritor Gueorgui Gospodínov
- El escritor Gueorgui Gospodínov narra sus procesos creativos y reflexiona sobre la finalidad de la literatura
- En España se han publicado Novela natural, Física de la tristeza, Las tempestálidas y Acerca del robo de historias
La fama en Bulgaria del escritor y poeta Gueorgui Gospodínov es tal que incluso un icono pop nacional como Hristo Stoichkov le ha declarado su admiración. Ganador de dos de los premios más relevantes de la literatura europea —el Booker y el Strega—, este autor nacido en Yámbol en 1968 cita entre sus autores favoritos a Marcel Proust, Franz Kafka, Borges, Joseph Brodsky, Georges Perec y Milan Kundera, además de a quien él califica como «el gran autor europeo», Thomas Mann.
En España el lector lo conoció con una obra que fue superventas en su país natal, Física de la tristeza, publicada en 2018 por Fulgencio Pimentel y traducida por María Vútova y Andrés Barba. Partiendo de la figura del Minotauro, en esta obra Gospodínov construye un laberinto de historias sobre su familia, saltando de una época a otra, de una identidad a otra, para recorrer los meandros de la memoria individual y colectiva del continente. «Provengo del sur de Bulgaria», cuenta el Vivía con mis abuelos, que me contaban historias mezcladas de cotidianidad y magia».
A esa obra siguió Novela natural (Fulgencio Pimentel, 2020, traducción de María Vútova), una obra breve acerca de un hombre que se está divorciando. La crisis que le sobreviene coincide con la búsqueda de un grial literario en la forma de su propia novela. Muy pronto, el manuscrito acaba en manos de un periodista que se interesa por el destino del autor. Los protagonistas de Gospodínov son, con frecuencia, don nadies sin mala fe y sin herramientas para triunfar en un mundo cruel. «La tarea del escritor», detalla, «es narrar historias de la gente que no puede contarlas».
Pasado y futuro en Gospodínov
La novela que confirma a Gospodínov como un narrador excepcional del zeitgeist es Las tempestálidas (2023, publicada por Fulgencio Pimentel y traducida por María Vútova y César Sánchez), que también vio la luz en catalán con Edicions del Periscopi: El refugi del temps, con traducción de Marc Casals. El autor búlgaro imagina en esta ocasión una clínica para pacientes de alzheimer en la que cada planta reproduce una década del siglo XX. Eso permite a los enfermos regresar al escenario de sus años de plenitud.
Su obra más reciente es Acerca del robo de historias y otros relatos (Impedimenta, con traducción de María Vútova). En esta colección de cuentos vemos a personajes com un cerdo que narra sus últimos momentos antes de ser sacrificado por Navidad, pasajeros que se encuentran en el vestíbulo de una estación, o una mujer que ve el pasado con el ojo izquierdo y el futuro con el derecho.
“Tenemos déficit de futuro“
Gospodínov cree que en la sociedad actual el tiempo reviste más importante que el espacio. «Tenemos déficit de futuro, y buscamos refugio en el pasado, aunque no pueda ser. Perdemos las fronteras entre ficción y realidad. Cuando algo ocurre, solo pasa al 50%; el otro 50% se completa cuando las cuentas y compartes».