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Receta de espaguetis a la carbonara con el toque especial de María Lo

  • Ya no querrás cocinar la carbonara tradicional después de probar la de María Lo
  • Descubre junto a la ganadora de Masterchef 10 cuatro mitos sobre la pasta y su verdadero origen

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Estos dos ingredientes elevan la pasta carbonara: ¡te encantará!
Estos dos ingredientes elevan la pasta carbonara: ¡te encantará! antoniotruzzi - iStock

Os adelantamos antes de ponerte a cocinar de que no es una carbonara tradicional, ¡pero es mucho mejor!. El toque que le da María Lo a sus recetas siempre es un plus, así que si quieres probarla no puedes perderte esta receta secreta que María Lo, ganadora de Masterchef 10, nos ha dado en Podría ser peor.

Podría ser peor - Cocina con María Lo: Espaguetis a la carbonara - Escuchar ahora

Una carbonara con cebolla y vino deliciosa

Sí, sí, como lo lees: una carbonara con cebolla y vino de manzanilla. Ya habíamos avisado que esta receta se salía de lo habitual así que sal de tu zona de comfort y solo disfruta. Ten en cuenta que estos ingredientes son para dos personas, así que si quieres tener una cita especial esta es tu receta.

Si eres un aventurero o aventurera y quieres hacer la pasta fresca en vez de comprarla en el supermercado no te preocupes, María Lo te explica cómo se hace: simplemente tienes que mezclar un huevo por cada 100 gramos de harina, sin agua. Una vez mezclado te queda una masa que debes dejar reposar cinco minutos. Después la estiráis, añadís sal a la mezcla y ya solo tienes que cocerla.

Receta de espaguetis a la carbonara con el toque especial de María LoReceta de espaguetis a la carbonara con el toque especial de María Lo
Ingredientes Preparación
  • 180 gramos de pasta
  • 3 yemas de huevo
  • 100 gramos pecorino romano o parmesano y un poco más para emplatar
  • Media cebolla dulce
  • 60 gramos guanciale
  • 120 ml de vino manzanilla
  • Medio vaso de agua de la cocción de la pasta
  • Pimienta negra recién molida
  • Sal
  1. Ponemos en un bol las yemas de los huevos, el pecorino rallado muy finito y la sal
  2. Mezclamos todo muy bien hasta conseguir una crema densa
  3. Ponemos agua con sal en una olla y cuando rompa a hervir agregamos la pasta hasta que esté un puntito menos cocida de lo que queremos
  4. Mientras cocemos la pasta cocinamos a fuego medio el guanciale en la sartén sin aceite puesto que se cocinará con su propia grasa
  5. Cortamos la cebolla y la añadimos junto al guanciale, también a fuego medio, durante 20 minutos para que se caramelice
  6. Subimos el fuego de la sartén y añadimos el vino manzanilla para desgrasar hasta que se evapore el alcohol
  7. Una vez tengamos la pasta en el punto que deseamos la colamos reservando el agua de la cocción y añadimos la pasta a la sartén junto con el guanciale, la cebolla y el vino
  8. Salteamos un poco la pasta a fuego fuerte y lo bajamos para añadir medio vaso del agua de la cocción y volver a saltear
  9. Agregamos la mezcla del bol a la sartén y mezclamos con movimientos envolventes y suaves para que la salsa vaya espesando poco a poco, siempre a fuego bajo o incluso retirando del fuego la sartén
  10. Cuando consigamos una consistencia melosa ¡listo!, solo te queda emplatar, rallar un poco de pecorino por encima y, si quieres, pimienta negra

El verdadero origen de la pasta

Si tú también pensabas que la pasta procedía de Italia, bienvenido al club. Menos mal que tenemos en Podría ser peor a María Lo para informarnos.

La verdad es que la pasta nace en China, o eso es lo que dicen sus primeros registros recogidos en el 4000 a.C. "Efectivamente allí se consumían fideos de granos molidos y agua, algo como muy parecido a lo actual", cuenta la chef.

A pesar de que siempre asociamos la gastronomía china con el arroz, lo cierto es que María Lo ha comprobado con sus propios ojos todas las veces que consumen pasta en el país: "Cuando yo me fui de viaje a China este año había fideos y sopa de fideos literal por todas las esquinas que yo pasaba".

Más tarde, en la Antigua Roma existía un plato que se llamaba lagum, a partir del cual nació la lasaña. Según la chef era una masa de harina de trigo que se cocinaba y se servía en capas, pero no se cocinaba en agua como la pasta. Se cocinaba en piedras calientes como si fuera un horno.

En el siglo nueve, con la invasión árabe en Sicilia, fueron ellos quienes introdujeron una especie de fideos secos llamados tria introduciendo de esta manera la técnica de secar el fideo para poder transportarlo mejor en los viajes por el Mediterráneo.

Así fue como la pasta seca hecha a base de sémola de trigo se hizo tan popular en el sur de Italia y entre los sicilianos, para más tarde extenderse al resto del país. Sin embargo, a día de hoy sigue siendo más típica la pasta seca en el sur y en el norte la pasta fresca.

Desmintiendo cuatro mitos sobre la pasta

Seguro que has oído alguna vez que hay que comer con cuchara la pasta, pero esto es ¡mentira! De hecho, se considera de mala educación de tener cero protocolo, cuenta la chef.

¿La pasta hay que cocerla con sal o sin sal? Siempre con sal para que no quede insípida. Es más, "he escuchado, no sé si es verdad o mentira, que utilizan agua del mar", comenta María Lo. Eso sí, nunca hay que echarle aceite, "es un no rotundo", ya que cuando añadimos aceite al agua se queda en la superficie, por lo que no sirve de nada, y además se crea una película en la superficie de la pasta que impide que se adhiera la salsa.

Deja de lanzar la pasta a la pared para ver si está hecha o no porque esto es un mito. "A veces la pasta cocinada al dente puede ser que no se nos pegue y en este caso estaría hecha", explica la chef. "Dejad por favor de lanzar pasta contra las paredes y los azulejos y simplemente probadla con un bocadito a ver si os gusta o no os gusta. Así no dejáis la cocina perdida", bromea.