Un vistazo al vestuario de 'Valle Salvaje': así se confecciona un vestido desde cero

• Hablamos con los figurinistas Tania Álvarez y Carlos Calvo de Mora sobre su trabajo en "Valle Salvaje"
• Así es como diseñaron uno de los looks más importantes de Adriana, la protagonista de la serie

Así se hizo el vestido con el que Adriana llega a 'Valle Salvaje'

Si eres fan de Valle Salvaje o has visto de reojo algún capítulo de la serie, seguro que hay algo que te ha llamado instantáneamente la atención: el vestuario. No se puede negar que la diaria de La 1 entra por los ojos, y eso se debe, entre otras, al gran trabajo del equipo técnico que se encuentra detrás de las cámaras.

Lo que los personajes llevan puesto es importante, pues nos ayuda a caracterizarlos y conectar mejor con su personalidad. También es crucial para construir el contexto, cumpliendo con la función histórica de transportarnos verazmente al siglo XVIII español. Por último, y no por ello menos importante, el vestuario, cuando se hace bien, es una delicia para los sentidos y cautiva la mirada del espectador. Y, para los que no somos expertos, es todo un misterio. ¿Cómo se elaboran cada una de estas piezas? ¿Cuántas cosas hay que tener en cuenta?

Hablamos con los diseñadores de vestuario de Valle Salvaje, Tania Álvarez y Carlos Calvo de Mora, sobre una de las piezas crearon desde cero: el vestido con el que Adriana llega a su nuevo hogar. 

Un vestido de viaje del siglo XVIII (pensado para desentonar)

Adriana llega a 'Valle Salvaje'

Diseñado específicamente para la llegada de Adriana a Valle Salvaje, el traje morado que portaba la protagonista en el primer capítulo cumple una función narrativa: “Es importante en la serie porque es cuando el personaje descubre la casa en la que va a vivir y en la que se va a desarrollar toda la narración”, dice Tania.  

El personaje de Adriana es bastante sobrio, y su vestuario no suele ser tan elaborado excepto en momentos puntuales, como en cenas y bailes. Pero para esta secuencia era importante que el personaje se encontrase un poco fuera de lugar. “Queríamos resaltar ese momento de la trama en el que ella aparece y tampoco sabe muy bien a dónde va, por eso llega muy preparada, un poco vestida en exceso quizá”.

Ese “vestir en exceso” acompaña el efecto de ruptura que ocasiona Adriana al plantarse en Valle Salvaje con todos sus hermanos, algo que no formaba parte del protocolo y provoca la risa desdeñosa de Gaspar. 

El tricornio con el que María Antonieta llega a Versalles en la película de Sofía Coppola sirvió de inspiración

Inspirado en María Antonieta y una pieza del Museo del Traje

Antes de empezar el proceso de diseño y confección, en una serie de época es fundamental documentarse. Sobre las referencias utilizadas, Carlos nos explica: “Para la parte de arriba del vestido, que se llama el ‘caracol’, nos inspiramos en una pieza muy interesante del Museo del Traje y a partir de allí definimos un poco el resto”.

No sólo se trata del traje, sino también de los accesorios, como el sombrero: “Ahí nos inspiramos un poco en la película María Antonieta (Sofía Coppola, 2006), donde ella llega a la corte con un tricornio”. 

El caracol se inspira en una pieza del Museo del Traje Museo del Traje

Los detalles más especiales

Aunque se trata del traje típico de dos piezas que se utilizaba para los viajes en aquella época, los diseñadores de vestuario quisieron dotarlo de algo especial. “Al ser uno de nuestros primeros diseños nos apetecía que fuese muy nuestro, muy especial, muy pensado”, dice Tania. “Así que le hemos prestado especial atención y está lleno de detalles”.

A la referencia del vestido de viaje tomada del Museo del Traje, le añadieron unos bordados de cinta hechos a mano. “Incluso hay una parte que está pintada a mano; nos apetecía que fuese algo muy artesano”, cuenta. También explica que respetaron los tejidos empleados en las mangas y la forma del bolsillo del original.

Detalle de los bordados hechos a mano

El color, muy llamativo, fue a la vez una decisión meditada y un flechazo. “Nos apetecía que el vestido destacara sobre el fondo y, como la llegada iba a tener lugar en un campo muy verde, el morado era el color perfecto para que se la viese”, dice Tania. “Es algo a lo que le dimos muchas vueltas, pero en cuanto vimos ese tejido, nos llamó. Hay veces que de repente el vestido te llama”, cuenta Carlos.

Con sentido práctico: hay que vestirse rápido

La fidelidad a la época manda, pero los vestidos que se fabrican para una serie tienen que ser prácticos en el rodaje, y para eso hay que implementar cambios. Por ejemplo, los cierres: “En una serie te tienes que poder vestir de manera mucho más rápida y cómoda a como se hacía entonces, así que siempre tenemos que modificar los cierres, que en aquel siglo eran como pequeños alfileres y hacían más complicado vestirse”.  

“También intentamos favorecer a la actriz, hacer pequeñas alteraciones para favorecer su anatomía y lograr que le estilice, le siente bien”, cuentan. 

En cuanto a la comodidad, no preocuparse: “Éste es un vestido cómodo, no pesa. ¡No son tan incómodos como se piensa!”, dice Carlos. “Es de los más fáciles de llevar de la serie, porque el tejido es una seda salvaje súper liviana. Tenemos otro tipo de tejidos tapiceros mucho más pesados que son más complicados para el día a día del rodaje”, dice Tania. 

¿Cómo se trabaja un vestido desde cero?

Carlos nos acompaña, paso a paso, a lo largo de todo el proceso de diseño y confección de una pieza como esta: “Lo primero es documentarse. Después, hacer un diseño y, a partir de ahí, buscar los materiales, los tejidos que mejor funcionan para el vestido y los detalles. Luego ya es patronaje, tomar las medidas de la actriz, enviar a taller e ir poco a poco haciendo el vestido por partes, haciendo pruebas para comprobar que todo va bien”. 

Ilustración del diseño del vestido Cedida por Tania Álvarez

Los retos de la época

“El XVIII es un siglo complicado porque cuanto más atrás te vas la documentación es mucho menos exhaustiva”, dice Tania, aunque disfrutar del proceso también es parte del trabajo. “Es precioso, la verdad, porque hacer algo histórico es muy enriquecedor y el trabajo en sí es increíble, pero sí que te enfrentas a pequeños problemas, digamos, de adaptar la Historia al formato”. 

“Hacer un proyecto de época es un sueño para para cualquiera que se dedica al vestuario. Pero hacer un proyecto de época en una serie diaria es más que un reto. Intentar adaptar un tipo de vestuario tan complicado a los ritmos frenéticos y la logística del rodaje es difícil. Pero con recursos, estudio y dedicación, y con el amor que nosotros tenemos por el vestuario, se hace, porque nos encanta”, cuenta. “Y este vestido es la presentación de la serie, así que nuestro trabajo tenía que ser espectacular”. 

¡No te pierdas el espectáculo! Valle Salvaje se emite cada tarde de lunes a viernes a las 18.30h en La 1.