Manuel Chaves Nogales, quién fue el maestro de periodistas que fue condenado al olvido y no tiene tumba
- El nuevo documental de Imprescindibles hace un recorrido por la figura y obra del periodista y escritor
- Considerado uno de los grandes referentes del periodismo y una de las firmas literarias más potentes
No existe inscripción o lápida que recuerde su nombre. No hay una tumba en la que dejar flores. Tras su muerte, Manuel Chaves Nogales no quería un lugar de peregrinaje, quería que lo recordasen a través de su obra. Sin embargo, durante demasiado tiempo su legado fue olvidado, enterrado por la dictadura, acusado de comunista y masonería. No fue hasta muchos años después, pasada la Transción, que su figura recobró la importancia que merecía y hoy día, Chaves Nogales está considerado uno de los periodistas más importantes del siglo XX español.
80 años después de su muerte, la obra de Chaves Nogales vuelve a la vida gracias al interés de los lectores por su trabajo y su figura es recordada en el nuevo documental de Imprescindibles, Manuel Chaves Nogales, lo que cuenta, que puede verse en RTVE Play. Un recorrido por su vida y obra que nos descubre la modernidad de su escritura y enfoques, un hombre de altos vuelos, ya que convirtio el avión en un medio imprescindible de su trabajo.
Periodismo de altos vuelos: del avión a la crónica
Procedente de una familia culta e intelectual, desde muy pequeño Manuel se interesó por la escritura y, junto a su padre, comenzó a formarse en el oficio periodistico. Con tan solo 13 años ya era parte de la plantilla de periódicos locales en su Sevilla natal, pero prontó dio el salto a Madrid, dónde podía hacer carrera. Allí fue cuando empezó a colaborar con el Heraldo de Madrid, dónde se convirtió en el testigo de los primeros vuelos históricos de finales del siglo XX, un medio de transporte que lo fascinó por las posibilidades que ofrecía a un joven periodista como él para adentrarse en mundo.
Su crónica más especial, con la joven Ruth Elder
Entre sus crónicas más destacadas de aquellos años está la cobertura que realizó en España de la llegada a Madrid de la aviadora Ruth Elder, la primera mujer que había atravesado el Atlántico en un vuelo en solitario. Pudo observarla muy bien, puesto que fue el único periodista español que llegó a viajar en su avión desde Lisboa a Madrid. "En la primera parte del viaje, Ruth va al volante. Enmarcada su cara por el casco de aviador, aguanta el viento fuerte, que opone una enorme resistencia al avance del avión. Con la melenita alborotada, fijos los ojos en los cronómetros y altímetros, Ruth se anima y parece revivir", escribió en pleno vuelo. Al aterrizar, Ruth le sonrió agradecida y, a petición del periodista, escribió en inglés: "¡Hola, España!", junto con su firma. Por aquellas crónicas, Chaves Nogales lograría el Premio Mariano de Cavia en 1927.
Su viaje a Rusia en busca de Trostki
"Contar y andar es la función del periodista", esa era su máxima como periodista. Ya fuera andando, caminando o volar, Chaves Nogales sabía que su oficio consistía en ir, ver y contar. Fue así como surgió la posibilidad de recorrer Europa y elabora una serie de reportajes que se publicarán posteriormente en forma de libro en La vuelta a Europa en avión. Con ese trabajo comienza una de sus grandes pasiones: la información internacional para contar a los lectores españoles la realidad más allá de nuestras fronteras.
Pero su gran periplo surgiría en Rusia. Dice que acude para entrevistar a Leon Trostki, aunque finalmente eso no sucede. Allí acude como ilusionado comunista y regresa desencantado. Toma consciencia del impacto de la Revolución Rusa, de lo bueno y lo malo y va dando forma a una postura que, más tarde, en España, levantaría suspicacias. La idea de la no militancia en ningún bando, más allá del del pensamiento crítico. “Asesinos rojos y asesinos blancos, todos asesinos”, escribiría.
Las claves de su modernidad
Tras su regreso a España, en 1930, se convierte en el subdirector del diario Ahora, el mejor diario ilustrado de la época, un periódico que no estaba escorado a ninguna ideología y respetaba todas las posiciones. Una de las novedades que introdujo fue la apuesta por la imagen, plagando las páginas de fotografías que mostraban aquello que, quienes no sabían leer, podía ver. Apoyó mucho la fotografía y el papel del fotoperiodista, respetando siempre firma del fotógrafo y los pies de página.
En muchas ocasioens aparece fotografiado mientras cubría la noticia, porque quiere dar testigo de que estuvo allí, de que lo que cuenta no se escribe desde la redacción de un periódico. Con una enorme capacidad de observación, se fijaba en detalles reveladores, desde los que contaba todo un contexto social y político.
Hombre de entreguerras y exilio
Cuando estalló la Guerra Civil hizo constar su falta de convicción revolucionaria, pero también su protesta contra todas las dictaduras, defendiendo únicamente la causa del pueblo contra el fascismo y los militares sublevados. "Un hombre como yo había contraído meritos suficientes para haber sido fusilado por los unos y por los otros", escribiría más tarde, ya desde el exilio en Francia. "Me fui cuando me di cuenta de que estaba todo estaba perdido y el terror no le dejaba vivir. Pero en mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas que desataban el terror rojo en Madrid, como la de los aviones de Franco", contó.
Meses después del estallido de la Guerra Civil, se exilia a Francia y allí realiza gran parte de su actividad periodistica, narrando la ascensión del nazismo en Europa y escribe su obra más conocida y olvidada durante décadas, A sangre y fuego. Cuando Francia cae en manos nazis, Chaves Nogales -objetivo nazi- se marcha a Londres, pero pide a su familia que regresen a Sevilla, para protegerles.
Sus últimos días y sus cartas anónimas
Las guerras y revoluciones habían castigado físicamente a Chaves, pero sigiuió trabajando sin descanso, desde el exilio, hasta sus últimos días. En Reino Unido trabajó para la BBC y los principales medios europeos, informando de la II Guerra Mundial a medios latinoamericanos. Mientras, se comunica con su familia por cartas, las cuales escribe con mucha precaución, sin dar señales de que quien las escribe. “Mi distinguida amiga”, le decía a su mujer. Es únicamente a través de cartas y fotos como conocerá a su hija pequeña.
Finalmente, uno de los grande agravios en la historia de Chaves Nogales es que su muerte se produce solo unos días antes de la llegada de los aliados a Europa. El que había luchado y escrito durante toda una vida contra el fascismo, no llegó a ver el desembarco de Normandía. Falleció el 8 de mayo de 1944 a causa de un sarcoma. Está enterrado en el cementerio de North Sheen, en el municipio de Richmond upon Thames, cerca de Londres. Su tumba no tiene lápida, es un espacio de hierba, flanquado por dos tumbas, en el que, sin embargo, cabe toda una vida.
Manuel Chaves Nogales, lo que cuenta: dónde ver el documental de Imprescindibles
Manuel Chaves Nogales, lo que cuenta es una producción propia de RTVE, dirigida por Ricardo Olmedo y David Herranz, puede verse ya en la plataforma de RTVE Play. Su estreno coincide la llegada a salas de la obra El maestro Juan Martínez, adaptación teatral del texto de Chaves Nogales, protagonizada por Miguel Rellán, que puede verse en te Teatro de La Abadía.