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Qué le pasó a Sonia Martínez: La primera famosa en reconocer que consumía heroína, se prostituía y tenía sida

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Primer plano del perfil de una mujer con el pelo recogido y pendientes dorados. Expresión seria y reflexiva. Fondo oscuro.

Sonia Martínez fue un auténtico animal televisivo. En los años 80, su irrupción en la pequeña pantalla se vivió en aquellos como un soplo de aire fresco. Su naturalidad frente a las cámaras, su belleza y la simpatía que derrochaba enamoraba a niños y mayores. Durante cinco años, entre 1980 y 1985, estuvo al frente de tres de los programas infantiles más populares de la televisión, entre ellos Dabadabada y 3, 2, 1, contacto. Sin embargo, su prometedora carrera se truncó poco tiempo después. Ensombrecida por malas decisiones y una tragedia personal que la marcaría para siempre, la presentadora cayó en una terrible adicción a las drogas que borró toda imagen de lo que una vez fue.

Tres décadas después de su muerte, se estrena La última noche de Sonia Martínez, la nueva película documental producida por RTVE Play, dirigida por Angela Gallardo y César Vallejo, rescata del olvido su verdadera historia y reivindica su memoria. Desde su meteórico ascenso en la televisión hasta su trágica caída, marcada por su adicción a la heroína y una vida que terminó demasiado pronto, con solo 30 años, a causa de una enfermedad derivada del SIDA.

Sonia Martínez murió a los 30 años, en agosto de 1994

Ascenso y caída de Sonia Martínez

La historia de Sonia Martínez es un viaje del cielo a los infiernos. Para entender su vida antes y después de su adicción, resultan cruciales los testimonios de su hermana Irene y de su hijo Hugo. Ambos hablan aquí, por primera vez delante de una cámara, para desvelar el aspecto más humano de Sonia. Aquella chica extrovertida y deportista que, de la noche a la mañana, paso de lavar cabezas en una peluquería a presentar un programa con más de 10 millones de espectadores, con tan solo 19 años.

Pizpireta y alegre, a los 20 años comienza a prodigarse por las fiestas más codiciadas del momento. Comparte noches con Norma Duval, Cayetano Martínez de Irujo o Maximiliano de Habsburgo. “El que me encontréis en una discoteca no quiere decir que salga todos los días. Sigo con mis clases de canto y baile”, contaba a la prensa en aquellos años.

Sonia y Maximiliano de Hasburgo fotografiados en la noche madrileña

El topless, la portada en Interviú y su veto en televisión

Aún era presentadora de Dababadaba cuando, durante unas vacaciones en Sitges, un paparazzi la fotografió haciendo 'topless' en la playa. Las imágenes robadas tuvieron una enorme repercusión. Para muchos fue un shock ver a la joven de los programas infantiles semidesnuda.

Lejos de cohibirse, dueña de su cuerpo y su sexualidad, poco después ofrece su desnudo completo a la revista Interviú y comienza a aceptar papeles en el cine en los que se trató de explotar su faceta de sexsymbol, como en la película Perras callejeras (1985).

Posado de Sonia Martínez en 'Interview', año 1985

El "robado" que le truncó su carrera

En 1986, es la propia Sonia la que cierra el trato con los paparazzi a cambio de ganar un porcentaje de las ganancias en un nuevo reportaje. Un topless en las playas de Ibiza que tendría una fatales consecuencias en su vida. Como pretexto o como consecuencia de una España machista y mojigata, la dirección de Televisión Española decidió rescindir su contrato.

He contado ya que me despidieron porque no accedí a las pretensiones sexuales de un ejecutivo del programa, y se tomó como disculpa las fotos en topless”, llegó a declarar Sonia en una revista. Para su amiga Charo Reina, otra de las voces que salen en el documental, ella siempre supo que las fotos solo fueron un pretexto para quitarla de en medio.

La muerte de su madre la hundió

Apartada de lo que más amaba, la televisión, Sonia comienza a entrar en una depresión y trata de tapar su dolor con la fiesta de la noche. Tiene tiempo y dinero suficiente. Es en esta época cuando comienza a coquetear con las drogas y comienza su consumo de heroína. "Era una anestesia para ella, lo vivía como una evasión", cuenta su hermana Irene. A finales de 1989, la que había sido un ídolo para los niños ya estaba totalmente enganchada a la heroína.

En mitad de aquella espiral hacía los infiernos, la muerte de su madre terminaría por hundirla. Sonia se culpabilizó por no haber estado más presente durante su enfermedad y llegó a creer que la había matado ella. Su madre padecía cáncer desde hacía años y murió en sus brazos. "De pronto, se me abrazó y, al instante, cayó de espalda muerta. Fue un golpe durísimo para mí. A partir de ahí, la vida se convirtió en un infierno", confesaba en una revista de los años 80.

Sonia y Lolo, el padre de su hija

"Yo he sido la primera famosa que ha dicho que se pincha"

Sonia Martínez fue la primera famosa en hablar públicamente de su adicción a la heroína. En 1990, Pepe Navarro entrevistó a la presentadora en el programa El día por delante. Acompañada por un responsable de los centros de ayuda al toxicómano, habló sin tapujos sobre cómo su día a día consistía en conseguir un pico. “Cuando empecé no era consciente, tonteaba. Luego me levanté con un estado de ansiedad, ganas de vomitar, me ahogaba, tenía insuficiencia cardiaca… y ese día resulta que lo necesitaba. A partir de ese día no me pinchaba para colocarme, me pinchaba para quitarme los dolores”, contestaba. “Me metía una dosis de 20.000 pesetas diarias. Vendí mi coche… de todo. He mentido, ha habido gente que me ha dado dinero sin saber ellos para lo que era”, contaba. Aquel mismo año, también confesaba su adicción y pedía ayuda y trabajo en el programa 3x4, con Isabel Gemio

Su difícil embarazo: una maternidad marcada por el VIH

Sonia ya había entrado en oscuro túnel cuando se enteró de que iba a ser madre. Tras sufrir varios abortos, fue madre con 27 años. El padre era José Manuel Padilla, más conocido como Lolo, con quien se casaría a finales de 1989, muy poco después de conocerse. Ambos estaban enganchados a la heroína, aunque finalmente Lolo logró desintoxicarse. No tuvo tanta suerte Sonia, tras numerosos intentos de rehabilitación, su adicción cada vez era más fuerte. En febrero de 1990, Sonia reveló que era portadora de anticuerpos del Sida.

Recorte de revista con el anuncio de la muerte de Sonia Martínez en 1994

La última noche de Sonia Martínez

Finalmente, se vio obligada a entregar a su bebé a los asuntos sociales, sabiéndose incapaz de cuidarlo. Sus últimos días los pasa prostituyéndose en la Casa de Campo de Madrid. Estaba allí cuando se encontró con José Luis, un desconocido que se apiadó de ella. Durante el tiempo que vivió con él, nunca dejó de prostituirse. En esta etapa de su vida, Sonia vende su vida en las revistas a cualquier precio. Lo único que le mantenía con ganas de vivir era el deseo de ver a su bebé, pero finalmente, a finales de agosto de 1994, fallece tras 4 días ingresada

El documental La última noche de Sonia Martínez, que rememora su historia desde el ascenso a la cima de la pequeña pantalla, hasta su bajada a los infiernos con su adicción a la heroína, y que cuenta con las voces de Chelo García Cortés, Pepe Carabias, Nieves Herrero o Rosa Montero, puede verse ya en RTVE Play.