'Pura formalidad', una película de culto con un sorprendente Roman Polanski como protagonista
- El director cambia de registro y protagoniza este filme junto a Gerard Depardieu
- Pura formalidad sorprendió en su estreno en Cannes y ganó un David di Donatello: ahora en RTVE Play
Roman Polanski es más conocido por su faceta de director de cine, pero entre su filmografía se encuentran más de una decena de títulos en las que demostró que su talento también sobresalía en la actuación. Entre las películas más destacadas, se encuentran Chinatown, El quimérico inquilino o Pura Formalidad, protagonizada junto a Gerard Depardieu y dirigida por Giuseppe Tornatore. Con ella logró entusiasmar en el festival de Cannes y, con los años, esta terminó por convertirse en una cinta de culto para los amantes del cine más psicológico y oscuro.
La historia de Pura formalidad, que acaba de aterrizar en RTVE Play, nos sitúa en un espacio tiempo indefinido, en un lugar lúgubre, con cierta ambientación teatral. A galope entre el thriller psicológico y el drama existencial, Tornatore también juega aquí con ingredientes extraídos de la fantasía realmente sorprendentes.
El personaje principal, Onoff (Gerard Depardieu), se tiene que enfrentar a una realidad que desconoce por completo. Tras un hecho que no se aclara en un inicio, es llevado a la comisaría por no poder probar su identidad y Onoff, un renombrado escritor, tiene que enfrentar el ser tratado como cualquier otro sospechoso. Sin identificación y con cierta dificultad para recordar quién es, un inspector (Polanski) le sometido a un duro interrogatorio aunque, le reconoce, es un gran admirador de su obra.
Descubriendo a un actor brillante
A modo de thriller, la película de Tornatore puso a Depardieu y Polanski frente a frente en un juicio lleno de inteligentes diálogos que tratan de esclarecer un misterioso suceso. No es de extrañar que el cineasta Polanski aceptara el papel del inspector (un policía sin nombre) porque el universo que recrea el director italiano y su puesta en escena ( en ese edificio antiguo y lúgubre, lleno de goteras, frío y toda clase de incomodidades), está directamente emparentada con esas atmósferas cerradas y absorbentes que el también director francopolaco usa en gran parte de su cine.
Lo desapacible del entorno se impregna y nos descubre el carácter de los protagonistas. A lo largo de casi dos horas de metraje, que sin embargo avanzan de forma agil, con un guion hipnótico, las dos grandes interpretaciones actorales sustentan la historia con un Depardieu estupendo y un Polanski colosal, que se mueve con maestría por el escenario casi teatral.
Giros argumentales y un guion inteligente
Con una trama llega de interesantes giros argumentales y cambios de perspectiva, Pura formalidad esconde dobles intenciones o alusiones veladas. En realidad, detrás se esconde una reflexión sobre la escritura y la imaginación humana. La película juega con esa idea de mezclar sueño y realidad. En un plano psicológico bastante extendido explora el fenómeno de la memoria, y en el cuerpo del protagonista, un fenómeno cercano al de la confusión mental, de donde deriva el nombre del protagonista, Onoff, literalmente "encendidoapagado" (On/off).
Y con otro maestro poniendo banda sonora
La música es otra pieza clave que hace de esta película una auténtica joya del cine. Porque para adentrarnos en un conflicto de suspense, nada más importante que un maestro haciendo su magia. En este caso, de la mano del gran Ennio Morricone; quien cambia el registro de los western que le hicieron famoso, para adentrarse en dimensiones inmejorables de oscuridad y profundidad. Como curiosidad, la canción con la que finaliza la película ("Ricordare"), fue interpretada vocalmente por el mismo Depardieu tanto en italiano (versión ésta que aparece en la película) como en francés. Una auténtica joya que puedes redescubrir en RTVE Play.