Abusos en la pornografía: "La industria es más tóxica de lo que creemos"
- Actrices y actores porno denuncian de forma anónima abusos en la industria de la pornografía
- Luchar contra la estigmatización, regular las condiciones laborales o el derecho al olvido digital son algunas de las medidas que piden
En los últimos se ha hablado mucho del efecto negativo y temprano del porno en los adolescentes y niños. Según los datos del Ministerio del Interior y del Ministerio de Juventud e Infancia, el primer acceso a contenidos pornográficos está entre los 9 y los 11 años. Se realiza normalmente a través del teléfono móvil y mediante acceso a páginas web o redes sociales. Para evitar esta exposición tan temprana a ciertos contenidos calificados como X, en julio del 2024 el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, presentó la Cartera Digital Beta como solución al acceso libre, planteando una verificación de edad en este tipo de plataformas. Aun así, muchos usuarios menores de edad han encontrado la forma de saltarse esa verificación, usando cuentas de otras personas con más de 18 años.
Natalia Colmenar, perteneciente a la Asociación Diaconía, advierte en sus charlas a niños de entre ocho y diez años sobre los peligros de estos accesos tan precoces. Explica que no se trata en la mayoría de casos de una búsqueda activa de los contenidos, sino que se lo encuentran y dada su temprana edad no distinguen la realidad de lo que pertenece a un mundo digital. Uno de los factores que podrían afectar positivamente en estos niños es el cuidado activo de los padres, que no creen que sus hijos estén en ningún caso expuestos a estos contenidos. Además, la visualización de contenidos pornográficos y sus efectos colaterales están muy vinculados al género, siendo un 70% de los consumidores varones, por lo que estás dinámicas violentas provenientes de la pornografía son desempeñadas en la gran mayoría de casos por hombres.
Una industria opaca
El sociólogo Lluís Ballester, parte del Grupo de Estudio de la Prostitución de la Universidad de las Islas Baleares, describe el concepto citando el informe del gobierno francés publicado en septiembre de 2023: porno criminalidad: "La industria es más tóxica de lo que creemos y en todo caso, tiene un componente muy importante de descontrol, por lo que se facilita que haya un nivel de violencia realmente muy relevante. Evidentemente, no hablamos solo de violencia física, sino de humillación, de uso de determinado lenguaje, etc"
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) es el gestor de estas páginas de contenido para adultos no sometidas a la jurisdicción española; pero al ser una industria tan opaca, no existen datos más allá de lo que publican las propias plataformas de contenido. "Una de las marcas, internacionalmente conocida como Pornhub, produce un informe anual en el que alardea de la calidad de sus productos y la cantidad de visitas", cuenta el sociólogo.
No solo podemos saber el número de visualizaciones por plataforma, sino el tipo de contenidos que buscan los usuarios por regiones. Cada año aparecen conceptos nuevos. Según datos de Pornhub, en 2023 algunos de los más buscando fueron "mature porn", "terapia sexual", "NPC", "android", muy vinculados al vocabulario gamer o a ciertas generaciones jóvenes. Son algunos de los indicadores del tipo de fantasías de los usuarios del porno que luego buscan reproducir estas prácticas o juegos de rol en la vida real.
Características del mercado pornográfico
El mercado pornográfico es muy amplio y muy difícil de controlar y en él no existe un acuerdo de salarios o condiciones laborales generales como pueden existir en otros sectores. De hecho, la forma de acceder a este empleo no es a través de una publicación en un portal de trabajo o por una bolsa de empleo. "Hemos podido comprobar como alguna de las compañías como Shumster hacía anuncios explícitos en Instagram, o directamente en su propia plataforma, de beneficios de 30.000 dólares mensuales para gente joven. Por lo tanto, no sabemos si eso solo es un beneficio para captar y se acaba los tres o cuatro meses de filmarte intensivamente o si se mantiene en el tiempo", explica Ballester.
Los jóvenes son los principales afectados por la pornografía, tanto aquellos que lo consumen como quienes se sienten atraídos por el tipo de trabajo y deciden empezar como actores y actrices porno. La mayoría de personas que entran en este mundo lo hacen por seducción de terceras personas, ya sea un novio o un amigo, que les vende una actividad de la que podrán sacar gran partido económico por prácticas que no se verán de forma masificada. Sobre todo entran de esta forma al mercado del porno las mujeres y no se les explica detalladamente lo que tendrán que realizar delante de la cámara y en las condiciones en las que se van en encontrar. Expertos como Lluís Ballester alertan de las prácticas sin preservativos, el uso de drogas dentro de la filmación y, sobre todo, las prácticas sexuales no consentidas.
Vulnerabilidad en el sector pornográfico
Personas inmigrantes en situación irregular, personas con bajos recursos y jóvenes son el perfil más vulnerable y más buscado por estas productoras. En muchos casos se les vende la idea de que van a ser difundidas y conocidas en otros países y que no va a afectar a ningún otro aspecto de su vida. Muchas acaban siendo engañadas respecto a las condiciones pactadas respecto al consentimiento de imagen. La Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, sobre la garantía integral de la libertad sexual, "pretende dar respuesta especialmente a las violencias sexuales cometidas en el ámbito digital, lo que comprende la difusión de actos de violencia sexual a través de medios tecnológicos, la pornografía no consentida y la extorsión sexual".
Lo que aconseja Mustafa Ortega, abogado penalista, según cuenta a RTVE, es la negociación entre las partes: trabajadores y productoras con una especificación de las escenas que se van a grabar, donde se van a difundir y por cuanto tiempo. "La actriz porno o el actor porno tendría que concretar y especificar", algo que no es común en la industria. De no aclararse las condiciones antes de la filmación, podrían llevar a "una ambigüedad, no estaría cometiendo delito la productora porque, según lo penal, hay agresión sexual cuando no hay consentimiento". Si ese consentimiento no está especificado, puede ser una baza para las productoras para difundir sin límite esos contenidos y, por tanto, complicando la desaparición de la huella digital.
Además de las formas de prevenir los abusos y la difusión de imágenes sin consentimiento, el Tribunal Supremo reconoció en la sentencia 584/2021, de 1 de junio, el derecho de sindicación de las personas que desarrollan un trabajo sexual. La organización que presentó el recurso fue el sindicato OTRAS, que ha sido contactado por RTVE, sin que haya habido respuesta por su parte. Expertos e involucrados en la industria del porno se posicionan mayoritariamente en torno a dos posturas: la abolición absoluta de toda práctica pornográfica, consentida o no, y la más favorable a estas filmaciones con más derechos y condiciones laborales.
Una actriz y productora de pornografía afincada fuera de España cuenta a RTVE la estructura y organización que se sigue en su plataforma, que se basa en una autogestión del contenido donde los trabajadores cobran como freelance. Ella distingue radicalmente entre la pornografía de los años 90 y la actual y afirma que ahora existe un mayor control y mejores condiciones.
Las actrices y actores se encuentran en muchos casos estigmatizados y, cuando tienen una mala experiencia, no se sienten respaldados por las autoridades u organizaciones ni a nivel legal ni al psicológico. Lluís Ballester explica que para enfrentarse a los abusos sexuales dentro de esta industria: "La situación se tiene que acreditar muy bien y ser muy dura, porque existen equipos de abogados que defienden muy bien a estas plataformas". En lo que todo el mundo parece concordar es que en la pornografía, como en la prostitución, las mujeres son al final las primeras señaladas socialmente por unas prácticas organizadas por una gran estructura que se beneficia de ellas, hayan entrado en ella de forma voluntaria o coercitiva.