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David Alfaro Siqueiros: pintor méxicano revolucionario que trabajó con Disney y el cine homenajea en 'El mural'

  • Su gran obra maestra fue boicoteada y pasó 17 años oculta en un contenedor
  • La película El mural, ya disponible gratis en RTVE Play, recupera su fascinante historia

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Autorretrato de David Alfaro Siqueiros en blanco y negro: medio cuerpo, traje oscuro, junto a un mural con figura masculina dinámica. Árbol visible al fondo.
David Alfaro Siqueiros junto a uno de sus autoretratos

Apoyó la revolución mexicana y participó en el bando republicano en la guerra civil española. El nombre de David Alfaro Siqueiros, uno de los grandes artistas de la vanguardia en México, era conocido por su compromiso con las causas sociales. También era conocido por ser amigo de Eisenstein y trabajar con los dibujantes de Disney. Pero, sobre todo, por un artista para el que la vida y el arte eran una unidad indivisible. Por eso resultó tan polémico cuando, en 1933, viajó hasta Argentina para dar una serie de conferencias y realizar un gran mural en una zona popular como los silos de la Boca y los intelectuales más conservadores le acusaron de extremista y boicotearon su trabajo.

En esa situación comprometida, tildado de enemigo público, Siqueiros se propuso terminar su mural a toda costa, incluso si eso suponía terminar aquel mural popular en un lugar completamente privado y elitista. Un cambio de paradigma que resultaba chocante y provocador. La película, El mural, dirigida por Héctor Oliveira, uno de los cineastas más destacados del cine argentino, en 2010 llegó a los cines para relatar este suceso y las distintas circunstancias que llevaron al pintor David Alfaro Siqueiros a realizar un famoso mural en la quinta Los Granados, propiedad de Natalio Botana, un excéntrico millonario dueño de Crítica, que decidió que el mural iría en el sótano de una residencia de su propiedad, una lujosa casona de 1.300 metros cuadrados.

La historia real que fue llevada al cine

Cuando David Alfaro Siqueiros, maestro del muralismo mexicano, hombre de armas tomar, llegó a la Argentina en 1933 no sospechaba que iba a terminar pintando un mural en el sótano de la casa del millonario fundador del diario Crítica, Natalio Botana, y menos aún que esa obra iba a ser foco de pleitos aun sin resolver y encerrado en un contenedor durante años. Eso cuenta El mural, la película que recoge la asombrosa, larga y trágica historia del famoso Ejercicio plástico, un mural pintado en la quinta "Los Granados", en Don Torcuato, partido de Tigre.

El relato parte de las complejas relaciones entre los personajes protagónicos de la historia (el famoso pintor mexicano Alvaro Siqueiros, su mujer Blanca Luz Brum, Natalio Botana, director del periódico más poderoso de su época– y su entorno familiar-laboral) y desde allí se proyecta hacia la reconstrucción de una época muy polémica y contradictoria, donde coexistían marchas fascistas y manifestaciones obreras con banderas anarquistas.

David Alfaro Siqueiro al lado de su autorretrato

¿Pintó a su mujer?: una pintura plástica, dinámica, cambiante

El trabajo lo realizó junto a Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino, Lino Spilimbergo y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro pintó paredes, techos y piso del oscuro sótano de 90 metros cúbicos: un "ejercicio plástico" plagado con la temática política y social que lo caracterizó. Pero entre las imágenes también se podían ver las exultantes figuras femeninas, encarnación de Blanca Luz Brum -esposa de Siqueiros-, se retuercen en posiciones impensadas. Una pintura dinámica para un espectador dinámico.

Las fotografías realizadas por Annemarie Heinrich, Aldo Sessa y Pedro Roth, tomadas en el emplazamiento original de la quinta son la única que a día de hoy permiten disfrutar de ese universo singular pintado por los grandes maestros, aerógrafo en mano, dado que la obra terminó oculta en un contendor durante años.

El mural de Siqueiros en la clásica imagen tomada por Annemarie Heinrich en los años 30

La tragedia "de cal" y el farragoso litigio con la obra

La trágica historia de Ejercicio plástico comenzó en 1941 cuando Botana murió y la famosa quinta, por la que pasaron Federico García Lorca, Pablo Neruda y José Ortega y Gasset, entre otras figuras de la época, se sorteó para su venta. La finca, con el sótano, fue comprada por Álvaro Alsogaray, cuya esposa habría mandado a darle un lampazo de cal porque lo consideraba obsceno.

En 1989 la quinta fue adquirida por la firma Seville S.A., cuyo presidente, Héctor Mendizábal, desmontó el mural y, seccionado en paneles, lo instaló en contenedores, para volverlo a montar: su sueño era pasearlo por el mundo. Pero, tras la quiebra de la empresa, en 1994, el mural fue comprado por Dencanor S.A., una ignota firma uruguaya. Tanto los acreedores de la empresa en quiebra como los nuevos compradores se atribuyen la propiedad del mural.

¿Qué ha pasado con el mural en la actualidad?

Hoy ya se ha restaurado el mural completo, gracias a la Comisión de Recuperación del mural de Siqueiros, pero parte de la obra se puede ver en el museo construido sobre las ruinas de la Aduana Taylor, en el Museo de La Casa Rosada de Buenos Aires. Ocupa un espacio digno, si se compara con los containers que durante 17 años albergaron la pintura del maestro latinoamericano a la intemperie. Se supone que esta obra cumbre del arte, ya restaurada y expropiada por el poder legislativo desde septiembre de 2009, ocupa su emplazamiento definitivo.

Descubre toda su historia en El mural, ya disponible en RTVE Play.