Mario Vaquerizo cuenta en MasterChef Junior 11 cómo celebró sus bodas de plata con Alaska

• El cantante y ex aspirante volvió a las cocinas lleno de buen rollo y alegría
• Disfruta de los mejores momentos del segundo programa de MasterChef Junior

Mario Vaquerizo hace surf en las cocinas de MasterChef

Cada año, MasterChef Junior no es una edición completa si no tiene como invitado a Mario Vaquerizo. Con su alegría y su buen rollo contagia a los aspirantes, que a pesar de su corta edad, disfrutan con Mario y con los juegos que les propone. Pero en esta undécima temporada, la entrada del artista fue muy diferente: haciendo surf sobre una tabla mecánica. ¡Sorpresa! Todo ello en el marco de una prueba muy americana, con la hamburguesa como protagonista.

Más tranquilo y con las olas ya surfeadas, Mario Vaquerizo charló un poco con los jueces. "No nos veíamos desde la boda de Jordi", comentó Pepe. Y la respuesta de Mario fue más una confesión que otra cosa: "Que boda tan bonita. La comida estuvo de rechupete. Mira que no suelo comer en las bodas por cuidar el modelito pero en la de Jordi me puse las botas". A continuación, Samy siguió los pasos del invitado y se atrevió a subirse a la tabla de surf mecánica. ¡Qué estilo!

Las bodas de plata de Mario y Alaska

Antes de arrancar el cocinado, Samy abrió la sección rosa y preguntó a Mario por su fiesta por las bodas de plata con Alaska. Y el artista presumió de pareja y de amigos: "25 años juntos. Nadie nada un duro por nosotros. Por eso el esfuerzo y el tesón siempre son recomendables. Celebras con tu mujer y rodeado de amigos. Es el mejor regalo. Hay que celebrar porque celebrar es ganar". La escena terminó con los aspirantes confesando que ellos también estaban de celebración: ¡Era el cumple de Fernando! Todos terminaron cantando juntos el cumpleaños feliz.

La corta edad de los aspirantes no les priva de conocer Nancys Rubias, el grupo del que Mario forma parte. Incluso Candela demostró que se sabe alguna de sus letras. Vaquerizo, antes de despedirse, destacó lo feliz que es al visitar MasterChef: "Me siento muy querido. Además los niños no son mentirosos, no tienen filtros, ni de Instagram ni nada. Ellos te lo dicen todo así. Si no les gustas te lo van a decir. Y yo soy como un niño. Y me encanta. No me quiero ir. Siempre que vienes a MasterChef te llevas cosas chulas. La magia que tiene este programa es que si te sorprese siendo mayor, si eres niño debe ser como si te mandaran al espacio y te tiraran en cohete".

La despedida terminó con un abrazo gigante de todos los aspirantes a Mario Vaquerizo: "Los niños son lo mejor que hay en la vida. Pasadlo muy bien".