Jorge Fernández Díaz, Premio Nadal 2025: "La comunidad española en Argentina está en vías de extinción"

• La novela del periodista y escritor argentino, El secreto de Marcial, completa la historia de Mamá (2001)
• El doctor en biología y divulgador científico, David Bueno ha ganado el 57º Premi Josep Pla de prosa en catalán

El argentino Jorge Fernández gana la edición 81 de los Premios Nadal con su novela 'El secreto de Marcial', que completa la historia de 'Mamá'. EFE - MARTA PÉREZ

El Día de Reyes no solo cierra las fiestas navideñas, también inaugura el año literario con la entrega del Premio Nadal, el galardón más antiguo de la literatura de nuestro país, otorgado por la editorial Destino.

Un premio que anualmente recibe cientos de propuestas desde todos los rincones del planeta y que, desde ahora, suma a su prestigiosa lista de ganadores donde figuran nombres como el de Carmen Laforet, Ana María Matute, Francisco Umbral o Juan José Millás, el del argentino Jorge Fernández Díaz.

En su 81ª edición, el Premio Nadal ha reconocido El secreto de Marcial, una novela autobiográfica en la que Fernández Díaz narra la vida de su padre, Marcial Fernández, emigrante asturiano de la Guerra Civil española que rehízo su vida en Buenos Aires. Un proceso que, como el mismo autor ha contado en Las mañanas de RNE con Mamen Asencio no fue sencillo.

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Ambientada entre una Asturias y una Buenos Aires que transitan desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, El secreto de Marcial es una lucha contra el desarraigo a través de una ficción familiar tan personal e individual como colectiva. La novela, "a caballo entre la realidad y la ficción", se convierte en una carrera contra el tiempo, un relato de lo que parece inevitable y una búsqueda de los orígenes y de las raíces.

"Soy hijo de dos emigrantes asturianos que se fueron de España por la pobreza de la posguerra, que intentaron luchar contra el desarraigo y formar parte de una comunidad española muy grande y muy épica que hubo en Argentina –explica Jorge Fernández –. Una comunidad donde yo me he criado, pero que ahora es una comunidad olvidada y en vías extinción y que a mí me interesa mucho retratar".

Para ello, el periodista parte desde lo particular, de lo personal. "Quería centrarme en la persona más misteriosa que conocí en mi larga vida como periodista y como escritor, que fue mi padre Marcial Fernández", cuenta.

Aunque construida sobre nombres y apellidos concretos, esta historia transciende lo propio. De hecho, no deja de ser compartida. Es universal. "Mi padre era una persona hermética que pertenecía a las viejas generaciones a las que a los hombres les costaba mucho comunicarse con sus hijos".

Ese hermetismo fue tal que, cuando Jorge Fernández escribió su aclamada obra Mamá (2001), con la en 2003 el Gobierno español le otorgó la Medalla de la Hispanidad, y donde relataba la "épica inmigrante" de su madre asturiana, enviada a los 15 años a Argentina para huir de la pobreza de la posguerra del franquismo, su padre quedó relegado a un solo capítulo. Su presencia apenas ocupaba unas páginas en el relato de una vida. "En Mamá mi padre era un personaje secundario, como parecía que era en nuestras propias vidas".

Sin embargo, tras su fallecimiento, todo cambió. "Después de 2005, cuando murió, el 'fantasma' de mi padre me persiguió y me buscó para que escribiera sobre él", explica el periodista argentino. "No fue fácil y no supe escribirlo hasta ahora", revela. Para conseguirlo Fernández tuvo que resolver ese "gran enigma que es cada padre".

"Intenté indagar sobre su vida, sobre cómo era y qué es lo que había pasado entre nosotros. Al principio, la única cosa que nos comunicaba era que veíamos juntos las viejas películas en blanco y negro de Hollywood, y repasando esas películas –continúa Jorge Fernández– me di cuenta de las lecciones indirectas que mi padre me daba sobre el amor, sobre la traición y sobre el olvido".

Porque ahora, pasado el tiempo, resueltos los enigmas y solventadas las desavenencias paterno-filiales, es posible mirar atrás, hacer balance y conocer a Marcial. "Cuando mi padre descubrió que yo quería ser escritor, me dio por perdido. Confundía la literatura con la vagancia. Después me metí en la bohemia del periodismo y eso nos distanció mucho tiempo", confiesa.

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Por suerte, no fue para siempre. Marcial leía a escondidas aquello que Jorge escribía y publicaba en el periódico en sus inicios como periodista. "Así como la literatura nos había separado, nos volvió a unir y pudimos amnistiarnos finalmente, porque eso es lo que hacemos con las personas que más queremos", asegura el flamante ganador del Premio Nadal 2025, dotado con 30.000 euros, cuya novela se publicará el próximo 5 de febrero.

Premio Josep Pla

Por su parte, el Premi Josep Pla de prosa en lengua catalana, dotado con 10.000 euros, lo ha ganado en esta 57 edición el divulgador científico David Bueno con su ensayo L'art de ser humans.

Una obra que se publicará también el próximo 5 de febrero y que, como el mismo doctor en Biología explica se trata de "un viaje fascinante a través de las artes, la neurociencia y la educación, que redefinen la manera con que percibimos el mundo y a nosotros mismos".