Croquetas con lo que te sobre: la receta de María Lo para no desperdiciar comida
- ¿Tienes sobras en la nevera? ¡Tienes unas croquetas de rechupete!
- La chef María Lo nos regala en Podría ser peor la receta perfecta para no desperdiciar nada de comida
Con el inicio de enero, además de un nuevo año, también llegan los famosos propósitos. Es momento de reflexionar, fijar objetivos y vaciar la nevera. En España, solo durante las fiestas navideñas, el desperdicio de alimentos aumenta entre un 20% y un 25%, algo que, como explica la chef María Lo en el programa Podría ser peor, supone tirar a la basura "miles de toneladas de comida". Por suerte, darle una segunda vida a nuestros platos no solo es posible, sino que además es muy sencillo y económico. ¿Listo para comenzar 2025 con buen pie y mejor paladar?
Puede dar la falsa impresión de que la cocina de aprovechamiento es un tipo de cocina desorganizada, incluso cutre, en la que todo vale con tal de deshacernos de esos interminables táperes de sobras que lo único que hacen es ocupar el valioso espacio de las baldas de la nevera, pero nada más lejos de la realidad. La cocina de aprovechamiento puede llegar a ser de auténtica calidad. Es posible preparar platos gourmet con los desperdicios, y la prueba más clara de ello son las croquetas.
Nacidas de los restos, con el objetivo de aprovechar hasta la última miga de comida, las croquetas se han convertido en uno de los emblemas de la gastronomía española y, por supuesto, de la cultura del tapeo. No hay bar o restaurante que se precie que no incluya en su carta alguna de las infinitas variedades de este manjar marca España.
Porque, además de exquisitas, una de las grandes virtudes de las croquetas es que son tremendamente versátiles. "Las croquetas son el cajón de sastre, se pueden hacer de prácticamente todo", explica María Lo. De cocido, de pescado, de carne, de jamón, de sobrasada... El único límite es la imaginación.
Ingredientes | Preparación |
---|---|
|
|
Carnes, pescados o dulces: todo se puede aprovechar
Al igual que sucede con las croquetas, en el resto de recetas de aprovechamiento el ingrediente principal es la creatividad. Poco más se necesita.
"Yo he llegado a reaprovechar los huesos que sobran de un asado, como el rabo de toro, para hacer luego un fondo de carne para guisar", revela María Lo. Lo mismo ocurre con pescado y el marisco: entre fogones, cuando algo parece que ya no sirve, puede convertirse en el toque que marque la diferencia entre un plato y otro.
"Las cabezas y las cáscaras de los langostinos y gambas, si no están chupadas, son ideales para hacer un fumet o una sopita". O, por qué no, ambas. "Haces un fumet primero y luego le añades el pescadito desmenuzado que te ha sobrado, y tienes una sopa de pescado riquísima", apunta la chef. Hasta el dulce se puede reconvertir en un nuevo postre. "Con las sobras de turrón blando se pueden hacer mousses, helados o unas galletas estilo cookies rellenas", señala.
¿Te da pena tirar el roscón de Reyes que se ha quedado duro? No hay problema: puedes cocinar un pudín o hacer torrijas, lo que más te guste. "Los pudines nacieron de las sobras de bollería, pero también se pueden hacer torrijas. Empapas el roscón con un poquito de leche con azúcar, lo pasas por huevo, lo planchas y tienes unas torrijas de roscón de Reyes", explica María Lo.
La cocina de aprovechamiento alrededor del mundo
La cocina de aprovechamiento también permite viajar sin salir de casa. España no es, ni mucho menos, el único lugar que ha transformado el ahorro en platos estrella.
Sin ir más lejos, nuestros vecinos italianos son famosos por los arancini, una especie de croqueta que elaboran con las sobras de risotto. "Hacen una bola, la empanan, la fríen y está buenísimo", asegura María Lo.
Por su parte, en Reino Unido, después del típico Sunday roast –un asado de carne con patatas relacionado con la celebración de los domingos– no puede faltar en la mesa el bubble and squeak. "Con el guiso que hacen los domingos con su salsa Gravy, la carne de rosbif y demás, mezclan todos las vegetales y las patatas, lo ponen todo a la plancha para caramelizarlo y que quede crujiente y lo acompañan con la carne que haya sobrado".
Porque la calidad y el sabor de la cocina de aprovechamiento pueden ser tan altos que sean capaces de traspasar fronteras. "El okonomiyaki japonés, que está de moda y que todo el mundo come –explica la ganadora de Masterchef 10– viene de una masa hecha a base de huevo, agua y col, mezclada con los restos que se tienen por la nevera".