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El documental sobre Kiko Veneno que fascinará a los melómanos: cómo se creó 'Échate un cantecito'

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Kiko Veneno, en un lado, con chaqueta negra; al otro, un baterista negro con auriculares, tocando la batería.  Escena del documental 'Un día el Lobo López'.
'Un día el Lobo López', el documental de Kiko Veneno

Kiko Veneno es uno de los artistas más admirados del panorama nacional. Su carrera y su talento son indiscutibles, pero ¿siempre fue así? ¿Cómo fueron sus orígenes? Un día lobo López nos transporta a 1992, un año clave para Sevilla y el resto de España y también para Kiko Veneno. El artista llevaba décadas centrado en la música y entre sus hazañas estaba el haber compuesto "Volando voy" o lanzar el álbum "Veneno", uno de los discos de músicas urbanas más importantes de nuestra Historia. Pero, aún no había logrado vivir de la música.

El documental que llega a RTVE Play narra la creación, con mimo y talento, de Echate un cantencito, un disco definitorio y su última oportunidad de triunfar en la música. Kiko Veneno se había prometido dejarla para siempre si con ese disco no lograba vivir de ser artista. A su rescate llegó Santiago Auserón, líder de la exitosa banda Radio Futura y quien le produciría el disco. Ahí comenzó, "una película maravillosa", como definió el propio Kiko todo el proceso creativo de aquel disco.

Kiko Veneno en 1992

El último cartucho de Kiko Veneno

Voy a gastar el último cartucho, como decía Clint Eastwood. Si no me sale, me retiro”. Fueron las palabras que le dijo Kiko Veneno a Auserón y, aunque este no se las creyó, le ayudó a hacer uno de los trabajos fundamentales del rock patrio. El artista sevillano tampoco sabía si iba del todo en serio, pero en aquel punto de su vida, necesita un desafío. A finales de los 90, casado, con más de 30 años y con dos hijos, viendo que la música no le daba para comer, optó a un trabajo público dentro de la diputación de Sevilla, pero aquella no era la vida que deseaba para él.

Tras dos años intercambiándose cartas, redondeando las letras, estrofas y perfeccionando todo junto a Auserón, Kiko se sentía listo para entrar en el estudio. "Soy muy cambión, siempre intento hacer cosas nuevas y buscar lo que no hace nadie", cuenta Kiko en el documental. Una de las claves de este disco y de la grandeza de Kiko Veneno es esa alma inquieta. El sevillano es una esponja musical que siempre está dispuesto a transformar la fórmula, y a saber nutrirse de quienes tiene alrededor.

Échate un cantecito: su grabación en Londres

Por primera vez, Kiko Veneno se vio rodeado de todo un equipo profesional, algunos eran de sobra conocidos, pero otros llegaron para aportar un aire nuevo a su sonido. A lo largo de dos meses y medio de grabación se dejó arropar por el gran productor Joe Dworniak y el compositor Auserón. Un trabajo que sigue sonando tremendamente fresco, alegre y actual. Con Lolo Ortega en las guitarras eléctricas, el flamenco Andrés Herrera "El Pájaro", además de los músicos Nikki Brown y Faye Simpson.

Kiko Veneno por las calles de Londres

Un día Lobo López, y otros himnos del disco

En Échate un cantecito encontramos algunos de los temas más icónicos de la música española y de la carrera de Kiko Veneno. Aquel disco que le cambió la vida contiene temas como Superheróes de barrio, Joselito o En un Mercedes blanco. Aunque, de entre todo el repertorio, destaca Lobo López, que da nombre al documental y en la que canta aquello de "Iba el Lobo López tragando saliva, por no hablar a tiempo estaba sufriendo: su amor se le iba. Y pensar que hay fuera hay todo un plantel de chicas hermosas, flores temblorosas por dejarse comer… ”.

Dice Kiko Veneno que el disco Veneno, de 1977, fue el principio de un camino culminado con "Échate un cantecito". Álbum alumbrado en el año de los juegos olímpicos de Barcelona y de la Expo de Sevilla con la ayuda de Santiago Auserón. Lobo López, Echo de menos o En un mercedes blanco, son canciones de un costumbrismo emocionante de raíces populares... José Cabrera, marinero de Conil fallecido hace dos años, inspiró uno de los temas más entrañables del disco.Nos dice Kiko Veneno que vivimos en un país de fantasmas con sábanas inamovibles. Quizás por eso, hace dos décadas, él ya cantaba...

Su vínculo eterno con Auserón y Juan Perro

A los pocos meses de lanzarse el disco, Santiago Auserón organiza una gira para presentar el disco de Kiko Veneno en conjunto con su presentación en solitario, ya como Juan Perro. La gira de conciertos se llamó “Vienen dando el cante”, y con ellos también Raimundo Amador y Luís Auserón. La acogida del público no pudo ser mejor y con ella se inició un éxito imparable para Kiko Veneno. “No quería cambiar el mundo, solo quería vivir de la música. Disfrutar de mi trabajo y vivir de él”, confiesa. Lo logró. Ahora la historia de ese disco que cambió su vida puede verse en el documental Un día Lobo López, ya disponible en RTVE Play.