¿Conoces la isla española con un solo habitante?
Noticia Saber y Ganar
- El islote de Lobos, en Fuerteventura, destaca no solo por su belleza sino por tener tan solo a un habitante
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En España hay maravillas naturales que, en algunos casos, pasan desapercibidas para la mayoría de la población. Eso es lo que ocurre con el islote de Lobos, en Fuerteventura, un auténtico paraíso para los amantes de la tranquilidad y las playas paradisíacas. En ‘Saber y ganar’ le dedicamos una de las preguntas haciendo hincapié en el hecho de que tan solo cuenta con un habitante censado.
Una isla de ensueño
Al noroeste de Fuerteventura se encuentra la isla de Lobos, un pedazo de tierra de 4,5 km cuadrados que podría definirse como un paraíso en la Tierra. Destacan sus aguas cristalinas y el Filo La Herradura, que tiene una altura de 128 metros. En total cuenta con 13,7 km de litoral y su localidad más cercana es Corralejo.
Uno de los datos más llamativos de Lobos es que, según los datos censales de 2021, tan solo hay una persona viviendo allí. Otras fuentes apuntan a que en 2017 vivían 4 personas, todas ellas descendientes de Antoñito el farero, quien se encargó del faro durante décadas.
Los paisajes que se pueden contemplar allí son una auténtica delicia y es un destino idóneo para aquellos que buscan paz y tranquilidad. Eso sí, hay que saber que no es un punto turístico y que no pueden circular vehículos: los recorridos hay que hacerlos a pie o en lancha. Además, el islote cuenta con un solo restaurante donde se sirve pescado de la zona, patatas y paella.
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De los romanos a los piratas
Se sabe que la isla contó con un asentamiento romano desde el siglo I a.C. hasta el I d.C., dándole a la zona un uso industrial. Tal y como revelan los restos del yacimiento, el pueblo romano estaba interesado en los caracoles de mar de los cuales obtenían el tinte púrpura, usado ya por los habitantes de Creta en el 1.600 a.C.
¿De dónde viene el nombre de Lobos? En el pasado habitaban en la isla diversos ejemplares de la foca monje, llamada también lobo marino. Lo que ocurrió es que los habitantes hicieron por eliminar su presencia del lugar porque, al necesitar comer unos 40kg de pescado al día, les dejaban sin recursos marinos. En la actualidad se trabaja por fomentar la reproducción de esta especie que se encuentra en peligro de extinción.
El islote de Lobos también fue el refugio de los piratas que surcaban los mares y que encontraban en ese remoto lugar un espacio de reposo donde, cuando era necesario, podían reparar sus barcos. A mitad del siglo XIX, con la construcción del faro de Punta Martiño y el establecimiento de pobladores permanentes, los bárbaros marinos dejaron de contar con el islote.
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Espacio protegido
Los visitantes deben saber que desde el año 2019 es preciso contar con un permiso para visitar la isla, un documento expedido por el cabildo de Fuerteventura. Esto es así porque el islote de Lobos está considerado un parque natural, con lo que todo su territorio está protegido. Además de las preciosas aguas que rodean el terreno, cuenta con más de 130 especies vegetales y animales.