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Fernando Tejero: "Ser actor me ha salvado la vida"

  • El actor cordobés charla en La observadora de los proyectos en los que está inmerso en este 2025
  • Además de la obra de teatro Camino al zoo, este año estrenará la película El cautivo, su primer trabajo con Alejandro Amenábar

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Fernando Tejero luce esmoquin azul oscuro en la alfombra roja de los Premios Goya.  Se aprecian logotipos de patrocinadores en el fondo.
Fernando Tejero interpretará al sacerdote dominicano Blanco de Paz en la película 'El cautivo', dirigida por Amenábar. EUROPA PRESS

Apenas han pasado 20 días desde que comenzara el 2025 y el actor Fernando Tejero ya ha cumplido algún que otro propósito de Año Nuevo, como, por ejemplo, el de tener fecha para proyectar en la gran pantalla su primer trabajo con el director Alejandro Amenábar, la película El Cautivo, que "relata los 5 años en los que Miguel de Cervantes estuvo preso en Argel".

Eso sí, tal y como le ha confesado a Teresa Viejo en los micrófonos del programa La observadora, este no ha sido, ni es, el único objetivo que cumplirá a lo largo de los siguientes 12 meses. ¿Quieres saber que más proyectos tiene entre manos el actor cordobés? ¡Descúbrelo dándole al play!

Si bien es cierto que será este año, presumiblemente a mediados de octubre, cuando Fernando Tejero pueda tachar definitivamente de esa lista su sueño de trabajar con Alejandro Amenábar, el grabar con el director de Mar adentro es un objetivo que se marcó desde que inició su carrera en le mundo de la interpretación.

"¿Qué actor no desea trabajar con él? Es uno uno de los mejores directores nacionales e internacionales", afirma Tejero. Por eso, aunque ya esté todo rodado y queden escasos meses para su estreno, el artista cordobés sigue en una nube.

"Todavía me cuesta creer que haya conseguido llegar a donde he llegado, que es ningún sitio, más que el poder trabajar de lo que me gusta. Esto es una carrera de fondo y nunca se deja de aprender, pero aún así yo siempre decía que nunca llegaría a trabajar con Amenábar y, fíjate, de repente no solamente me llama, sino que me cuenta que ha escrito un personaje pensado en mí", reflexiona el ganador del premio Goya a Actor Revelación en 2004.

Para todos los públicos Alejandro Amenábar ultima en Sevilla el rodaje de 'El cautivo', sobre la juventud de Cervantes
Transcripción completa

contra sus miedos como Nicole Kidman en "Los otros",

buscando la verdad como Ana Torrent en "Tesis",

por su libertad, como Ramón Sampedro

y ahora, Cervantes:

escritor, soldado, aventurero, buscavidas.

-Una personalidad muy polifacética.

Tenía muchas caras.

Teníamos que conseguir todas las aristas de Miguel de Cervantes.

La película llegará a los cines en 2025,

con guion, dirección y banda sonora de Amenábar.

11 Goyas, un Óscar, un Globo de Oro

y ahora doblando el presupuesto de la anterior,

"Mientras dure la guerra".

-Un poco quijotesca en ese sentido,

no sé si luchamos contra molinos de viento,

pero durante mucho tiempo hemos estado enfrentándonos

a la posibilidad de que no poder hacer la película.

Ha sido un rodaje duro y exigente.

3500 figurantes en total.

Terminan aquí en Sevilla en los Reales alcázares,

que simulan ser el Palacio del Bajá de Argel a finales del siglo XVI.

Amenábar ha encontrado en Cervantes las riquezas de contradicciones

que a él le motiva para decir "acción" de nuevo.

80 años y sigue tocando con ese pulgar infalible.

Pepe Habichuela está de gira con 'Canta la guitarra'.

Recitales flamencos con los que se despide

de los escenarios,

aunque todavía, dice, le falta para el adiós definitivo.

"Por el trabajo que he hecho en mi carrera de 60 y pico años

que llevo con la guitarra.

La verdad que estoy muy contento y muy feliz.

El año que viene ya pararé un poco, haré cosas más tranquilas".

Alejandro Amenábar ultima en Sevilla el rodaje de 'El cautivo', sobre la juventud de Cervantes

Una vida dedicada a la actuación

De momento, mientras espera ver finalmente proyectado su "sueño" en la salas de cine, el intérprete cordobés sigue avanzando en su lista de propósitos, tachando metas y escribiendo otras nuevas. Entre ellas, por supuesto, no pueden faltar las actuaciones. "A veces me pregunto qué hubiese sido en el caso de no ser actor y no encuentro respuesta. No concibo mi vida sin dedicarme a esto, que es lo que más me gusta", confiesa.

Porque el cine, la televisión o el teatro son algo más que ficción. Tras los personajes, entre los guiones y sus tramas se puede encontrar verdad. A veces, incluso, se hallan respuestas. “Mi profesión me ha salvado la vida. Tuve una infancia y una adolescencia complicadas, y hubo un momento en el que no encontraba mucho sentido a nada. No fue hasta que empecé a estudiar Arte Dramático cuando encontré emoción y, sobre todo, un porqué”.

Un porqué que, además, tiene la magia de ser compartido. Sentarse en una butaca, ya sea en un teatro o frente a una pantalla, puede convertirse en una lección de vida. Y la obra teatral en la que está ahora inmerso Fernando Tejero, Camino al zoo, aunque fue escrita en los años 50 por el dramaturgo Edward Albee, no es una excepción.

La sala - 'Un delicado equilibrio', de Edward Albee: Alicia Borrachero y Ben Temple - Escuchar ahora

"Esta función es un espejo de la realidad que tiene vigencia en nuestro días a pesar de hayan pasado casi 70 años desde que se escribiera", asegura el actor. Porque el tiempo ha pasado, las generaciones han cambiado y la tecnología ha evolucionado desde entonces, pero, sin embargo, la comunicación no ha mejorado.

"Creo que muchas parejas que vengan a ver la función y que no estén bien, pueden terminar rompiendo porque pueden identificarse con la historia", opina el artista.

Quizás se sientan como Peter o, puede que se vean como Ann, esos protagonistas que, a pesar de estar juntos, viven en soledad y totalmente desconectados entre ellos. "Se habla de incomunicación en las relaciones y de las consecuencias que tiene el no mostrarse uno mismo tal cual es frente a la sociedad", explica el intérprete andaluz.

Aunque no es necesario estar en pareja para sentirse identificado con la trama de Camino al zoo. Como parte de la sociedad, todos nos encontramos, queramos o no, "inmersos en ese actual ritmo arrollador que pasa por encima de todo y que nos va deshumanizando".

De hecho, cualquiera de nosotros, se termina viendo obligado en algún momento de su vida, a mentirse y a esconderse, como en su día tuvo que hacer el mismo Fernando Tejero. "Por prejuicio y por miedo al dedo acusador, dejé de ser quien era para intentar agradar al de enfrente", reconoce. Porque sin ni siquiera darnos cuenta, ese frenesí y ese bucle tan sutil y a la vez tan persevero, nos embauca poco a poco. "Nos impide valorar las pequeñas cosas", reflexiona el actor.

Por suerte, existe "cura para esta dolencia". Se puede salir de la rueda. "Algo tan simple como rodearte de cosas que te den calma y paz, ayuda y te nutre por dentro". Y en el caso de Fernando Tejero esa felicidad se encuentra sobre las tablas de un teatro o tras las cámaras de cine.