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La leyenda de Drácula salió de Vlad 'El Empalador'. Esta es su historia real

  • Vlad III, 'El Empalador', pasó de héroe nacional a inspiración literaria
  • La leyenda del 'Bosque de los Empalados', aunque probablemente exagerada, consolidó la imagen de Vlad como uno de los gobernantes más despiadados del siglo XV

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El Condensador de Fluzo - La leyenda de Drácula salió de Vlad 'El Empalador'

Bram Stoker, autor de la famosa novela Drácula, creó un personaje tan fascinante que quedó grabado en la memoria colectiva como el vampiro definitivo. Pero detrás de la figura literaria del enigmático conde, hay rastros de una inspiración histórica: Vlad III de Valaquia, más conocido como Vlad 'El Empalador'.

La conexión entre Vlad y Drácula

El escritor irlandés tuvo contacto con Ármin Vámbéry, un turcólogo y viajero húngaro que pudo haberle hablado sobre Vlad III, una figura histórica envuelta en un aura de misterio y crueldad. Vlad era hijo de Vlad II Drácul, de donde proviene el nombre que dio título a la novela de Stoker.

Vlad nació en el siglo XV en Valaquia, una región de la actual Rumanía. Pasó su infancia como rehén en el Imperio otomano, junto a su hermano mayor, para garantizar la lealtad de su padre al sultán. Sin embargo, la traición y la muerte marcaron su vida desde temprano: tanto su padre como su hermano fueron asesinados, dejando a Vlad en la encrucijada de luchar por el trono de Valaquia en un escenario plagado de enemigos y alianzas traicioneras.

Un gobernante brutal

Cuando finalmente se consolidó como gobernante de Valaquia, Vlad llevó a cabo una purga para eliminar a rivales y opositores. Fue entonces cuando adoptó el empalamiento como su método de ejecución predilecto, una práctica que le ganó su infame apodo.

Los empalados de Vlad III
Los empalados de Vlad III

El empalamiento, un brutal método de ejecución que dio a Vlad III el temido apodo de 'El Empalador'.

Una de las historias más estremecedoras sobre su crueldad es la del "Bosque de los Empalados". Según la leyenda, Vlad ordenó empalar a 20.000 prisioneros, creando un macabro escenario de terror destinado a disuadir a sus enemigos. Aunque esta cifra es probablemente exagerada, la imagen de Vlad como un gobernante despiadado se propagó rápidamente por Europa.

De la historia a la literatura

A finales del siglo XV, los relatos sobre las atrocidades de Vlad se convirtieron en textos populares que circulaban por el continente. Su figura se convirtió en una suerte de antihéroe literario de su tiempo, sembrando el terreno para que, siglos más tarde, inspirara a Bram Stoker.

Aunque el personaje de Drácula es mucho menos sangriento que Vlad, su vínculo con el Empalador es innegable. De héroe nacional en Rumanía a villano literario, Vlad III trascendió la historia para convertirse en leyenda.

Así, detrás de la oscura fascinación que despierta Drácula, se esconde la figura de un príncipe que, a golpe de empalamiento, se aseguró un lugar eterno en la historia.