Harry… ¿Potter o Houdini? La diferencia entre ser mago o ilusionista
- Descubre en 'Curioseando' la ciencia que se esconde tras los trucos de magia
- Los magos lo saben, el truco está en el cerebro
Para la mayoría de la gente, ‘mago’ o ‘maga’ es cualquiera que use su chistera y varita mágica para hacer desaparecer y aparecer objetos o personas, artistas de la emoción y fantasía. Desde el punto de vista cultural, hemos aprendido a dejarnos embaucar por la magia, en el sentido más amplio de la palabra, sin tener en cuenta, en realidad, lo que hay detrás de ella. ¿Qué esconde? ¿Quiénes hacen realmente magia? ¿Quiénes nos hacen soñar con ella? Lo cierto es que no es mago todo lo que reluce.
Pongamos como ejemplo a dos de los personajes que más veces se nombran al hablar de la magia: Harry Potter y Harry Houdini. ¿Quién de los dos dirías que es más ‘mago’? Sabemos que uno es un personaje de ficción, protagonista de un exitoso best seller, y que el otro fue, en su día, un artista de carne y hueso, aunque haya protagonizado también grandes guiones de cine y misteriosas historias. Entre estos dos famosos personajes hay muchas más diferencias de las que crees…
Magia e ilusión
La diferencia entre ambos Harrys es bastante simple y evidente. Mientras ‘Potter’ creaba y utilizaba pócimas a su antojo para luchar contra las fuerzas del mal, Houdini maravillaba y dejaba perplejo al mundo entero con sus números y juegos sobre el escenario. En una palabra, Houdini creaba ilusión. Y he ahí el quid de la cuestión.
“Creamos la ilusión de que podemos hacer cosas imposibles“
Aunque ‘magia’ e ‘ilusionismo’ son dos términos utilizados históricamente para englobar algo similar, cada uno de ellos sirve para designar algo específico. “Los ilusionistas creamos la ilusión de que podemos hacer cosas imposibles. Quizás no lo hagamos realmente, pero damos la sensación de que somos capaces de conseguirlo”, confiesa en el capítulo dedicado a la ciencia detrás de la magia de ‘Curioseando’ Jorge Luengo, neuropsicólogo, ilusionista y primer Premio Mundial de esta disciplina. Eso es precisamente lo que ya hace más de un siglo consiguió el ilusionista y escapista húngaro Houdini, a quien todos, en la gran mayoría de ocasiones, hemos llamado ‘mago’.
El ambiente perfecto
Harry Houdini sabía cómo crear una puesta en escena inmejorable y un buen ambiente sobre los escenarios. Entendía que en la magia siempre debe haber tres partes bien diferenciadas: “una previa, una durante y una post. Houdini creaba la necesidad de que la gente le viera y que siguiera soñando con la magia para hacer creer a los espectadores que, después de haberlo visto todo, aún había más”, señala Luengo. Algo que solo un ilusionista real, experimentado y con ‘mágicas' tablas en el mundo del espectáculo es capaz de conseguir.
Ciencia y magia: un tándem perfecto
Ya sabemos que un ilusionista no realiza ‘magia’ como tal, sino trucos y juegos con diferentes efectos sobre los espectadores. Se trata de hacer posible lo imposible.
Desde hace décadas, el avance de la ciencia y la tecnología son grandes aliados para crear la mejor ilusión y conseguir que los números de magia sean mucho más espectaculares e increíbles. ¡Que se lo digan a otro de los grandes genios del ilusionismo! El estadounidense David Copperfield ha logrado, gracias a la tecnología y ante la atónita mirada del público asistente, mover la mismísima Estatua de la Libertad, levitar sobre el Gran Cañón o hacer desaparecer un vagón del Orient Express.
En la actualidad, las aplicaciones móviles, los softwares más sofisticados y los artilugios más precisos se encargan de impresionarnos a través de una ‘magia’ que, en realidad, es ciencia. Descubre más sobre ciencia en 'Curioseando' los martes a las 23.40 h en La 2. Además, en RTVE Play encontrarás todos los capítulos del programa.