La película de culto de Buñuel, 'Los olvidados': cumple 75 años y sigue igual de moderna
- En un momento de supuesta prosperidad, Buñuel mostró la otra cara de la moneda: pobreza e injusticia
- Se cumplen 75 años del estreno en cines de Los Olvidados, ahora puede verse en RTVE Play


Al contrario de lo que pueda parecer con recientes estrenos como The Brutalist, el buen cine no necesitan casi cuatro horas de metraje para convertirse en una obra maestra. Los olvidados, de Luis Buñuel, de apenas hora y cuarto de duración, es uno de los mejores ejemplos. Su estreno, en 1950, del que se cumplen 75 años, supuso una revolución en el cine latinoamericano de la época y el surgimiento de una estética singular que marcó a la industria: aunando neorrealismo italiano y el surrealismo.
Sus 88 minutos -y una historia que deja huella- bastaron para que Buñuel lograse la Palma de Oro al Mejor director. También arrasó en los Premios Ariel, los Goya de la industria del cine de México, en lso que obtuvo 11 de los 13 premios a los que optaba. Unos reconocimientos que ayudaron a que perdurase en el tiempo, pero no solo, ya que hay muchos matices de sus personajes y de la humanidad de su relato que siguen siendo rabiosamente modernos.
Los olvidados: sinopsis e historia de la película
La pobreza, el abandono, el crimen y la injusticia atraviesan a Los olvidados. Pero también se muestran denuncias a temas como el machismo y la opresión de la mujer, la pederastia, la carencia de comunicación que conectan con muchas realidades y luchas del presente. La película sigue los pasos de El Jaibo, un adolescente que escapa de un correccional y se reúne en el barrio con sus amigos. Unos días después, el Jaibo mata, en presencia de su amigo Pedro, al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran al reformatorio. A partir de entonces, los destinos de Pedro y el Jaibo estarán trágicamente unidos.
Siempre hay un lado al que no se mira
Hacia ese lado es hacia el que solía mirar el cine de Buñuel. La película fue rodada en México, durante el exilio del director en aquel país. En un momento de agitada prosperidad económica y cultural, Buñuel mostró al público la otra cara de la moneda de Ciudad de México: la pobreza y la injusticia. Dos aspectos que, algunos, se resistían a mirar. Porque frente a la opulencia, se escondía la corrupción gubernamental y esos nuevos ricos que ampliaban la brecha social.
Dónde se rodó: las localizaciones de Ciudad de México
A principios de 1950, con un cuadro de actores jóvenes no profesionales, Buñuel emprendía en los Estudios Tepeyac para rodar buena parte de la película, pero en Los Olvidados también hay muchos escenarios naturales que se reparte por varias locaciones de la Ciudad de México, como Nonoalco, el barrio de La Roma, los terrenos baldíos donde se erigiría años después El Centro Médico, el pueblo de Tlalpan, San Juan de Letrán y otros.
El hombre clave de la película
Dentro del reparto de actores hay un nombre destacado, aunque pasó desapercibido con el tiempo. Olvidado. Se trata de José de Jesús Aceves, actor, escritor, director teatral y administrador del pequeño Teatro El Caracol. Su papel en Los olvidados fue decisivo, ya que Aceves coordino una parte esencial del guion de la película, la que tiene que ver con los diálogos. El, originario de México, fue el responsable de hacer verosímiles las actuaciones de los niños protagonistas de esta historia.
El final alternativo de Los olvidados
La película de Los Olvidados y sus negativos originales se encuentran en la Filmoteca de la UNAM, en México. Varias latas de nitrato que habían quedado olvidadas en los sótanos de los Estudios Churubusco. Fue curioso cuando se encontraron, ya que el negativo original tenía nueve rollos cuando se suponía era de ocho: el noveno incluía el final alternativo.
Al parecer, el productor de la película le pidió a Luis Buñuel que filmara otro final, por si les prohibían exhibir el original. En efecto, Buñuel rodó sin que nadie se percatara dos desenlaces distintos. Uno, devastador y de una crudeza insoportable que ha prevalecido desde su estreno. Y otro alternativo, donde la maldad es castigada y la buena conciencia triunfa sobre una realidad un tanto maquillada. ¿Cuál prefieren? Vean y juzguen.