Quién es Kílian Jornet, el corredor de alta montaña invitado en La Revuelta de Broncano
- La Revuelta, de lunes a jueves a partir de las 21:40 en La 1 y RTVE Play


La del corredor de montaña Kílian Jornet ha sido una de esas entrevistas de La Revuelta en las que se ve a David Broncano disfrutar como un niño. Y es que el deportista catalán, afincado en Noruega, lleva en la montaña desde que nació, literalmente. Criado en un refugio a 2.000 metros de altitud, Jornet calcula que, a lo largo de su vida, ha pasado una media de seis horas cada día haciendo deporte en la montaña y, en un día normal de entrenamiento, acumula un desnivel positivo de alrededor de 5.000 metros, algo absolutamente fuera de lo normal. Una capacidad de aguante que le viene desde pequeño, ya que cuando salía con su grupeta ciclista con 12 años ya le gustaban las ascensiones: “les decía a los veteranos: me encantaría que no terminara esta subida”. Sin embargo, considera que que “si me pones a hacer otra cosa, no la hago bien”.
Experiencias extremas: alucinaciones y dormirse sobre la bici
Después de años compitiendo, Kílian Jornet centró su actividad en retos algo diferentes: intentar completar ascensiones y recorridos en el menor tiempo posible, en solitario. En el Mont Blanc, por ejemplo, un pico que los alpinistas tardan habitualmente más de un día en subir y bajar, él tardó apenas cinco horas: “te levantas con el sol, desayunas tranquilamente, sales a correr un poco y vuelves a comer”, explica, como si nada. Unas actividades extremas que le han llevado a situaciones insólitas. Por ejemplo, en su proyecto de cruzar los Pirineos subiendo todos los picos de más de 3.000 metros, encadenó más de 40 horas seguidas, durmió una sola hora y se subió a la bici para intentar completar otro día completo. Pero le entró el sueño y empezó a dormirse sobre el manillar: “me salí de la carretera… y suerte que me pitó un coche” y pudo seguir adelante, ha celebrado.
Otro de sus desafíos más exigentes fue la subida al Everest, completando la ascensión en 26 horas y el descenso en alrededor de 34. Sin embargo, no se encontraba “al 100%, porque tenía diarrea” y dejó de comer. Ante la perspectiva de tener una semana de espera hasta que saliera su vuelo, decidió volver a intentarlo cinco días después, “con poca agua y medio litro de agua, que se congeló”. Y fue entonces cuando, según ha narrado en La Revuelta, se enfrentó a una situación absolutamente anómala: sufrió una alucinación en la que un chaval le acompañaba en el descenso, aunque era plenamente consciente de que su presencia no era real. En la soledad más absoluta, a 3.800 metros de altitud, perdido y en mitad de una tormenta, dudó si estaba transitando una pesadilla, pero la única manera de comprobarlo era saltar, y corría el riesgo de morir. “Paré 5 minutos, oxigené el cerebro un poco”, buscó la ruta y logró llegar sano y salvo al campamento.
Quién es Kílian Jornet, el rey de la alta montaña
Estaba destinado a vivir por y para los deportes de montaña desde que nació en 1987. Hijo de guía de montaña y guarda del refugio de Cap de Rec, en los Pirineos, y de instructora de deportes de montaña, a Kílian Jornet Burgada le inculcaron desde muy pequeño la nieve y el deporte en altitud. Con solo 12 años ya entró en el Centro de Tecnificación de Esquí de Montaña, donde empezó a participar en competiciones de manera planificada. Con 17 años, considerado ya deportista de alto nivel por el Consejo Superior de Deportes, se instaló en la Cerdanya para licenciarse en Actividades Físicas y Deportivas.
A partir de 2007 comenzó a competir a nivel internacional en esquí de montaña y trail running, con varios títulos de las Series Mundiales y en los campeonatos de Europa y del mundo de Skyrunning. Además, ha cosechado decenas de medallas de bronce, plata y oro en los campeonatos de Europa y del Mundo de esquí de Montaña, en las categorías vertical, individual, combinada, relevos y larga distancia. Kílian Jornet tenía solo 20 años cuando se proclamó ganador del Ultra Trail del Mont Blanc, siendo el participante más joven de la prueba, al igual que se impuso en las carreras de Zegama, Giir di Mont o Dolomiti Skyrace. Además, fue estableciendo récords de velocidad en el Kilimanjaro, en el GR20 de Córcega, en la Tahoe Rim Trail o la Transpirenaica.
A partir de 2012, una vez completada ya su lista de carreras favoritas, emprendió una nueva aventura personal: Summits of my life (Las cumbres de mi vida), en la que se propuso establecer nuevas marcas de velocidad en algunos de los picos más emblemáticos del mundo de la forma más pura y minimalista posible: Mont Blanc, Cervino, Denali o Aconcagua son solo algunas de las cumbres en las que batió récords de tiempo. Cabría pensar que a Kílian Jornet se le empezaban a acabar los retos y las motivaciones, pero nada más lejos de la realidad.
En 2016 se enfrentó por primera vez al Everest para cerrar el Summits of my life, aunque las condiciones meteorológicas le impidieron hacer cumbre. Pero un año después, en 2017, culminó el proyecto con una doble ascensión en solitario al Everest, sin cuerdas fijas ni oxígeno artificial. Entretanto, el corredor catalán seguía participando en carreras y competiciones cosechando una victoria tras otra, y en 2020 creó la fundación Kílian Jornet con el fin de ayudar a preservar los espacios de alta montaña.
Y, a sus 37 años, no ha levantado el pie del acelerador en absoluto. En 2024 completó un año glorioso en el que sumó su undécima victoria en la carrera Zegama Aizkorri, batió el récord histórico en Sierre Zinal cosechando, de paso, su décimo título, y, no conforme con todo ello, consumó uno de los mayores desafíos de su carrera. En solo 19 días, Jornet coronó 82 cimas de más de 4.000 metros en los Alpes combinando trail running, alpinismo, escalada y ciclismo.