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La película de culto del cine español que solo dura 88 minutos, una ida de olla con misterio, viajes en el tiempo y momias rosas

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Persona enmascarada con abrigo largo sostiene un objeto pequeño en un bosque.  Título: "Los cronocrímenes", subtítulo: "Somos cine".
'Los cronocrímenes'

La filmografía de Nacho Vigalondo es una de las más fascinantes y genuinas del cine español, pero para entender su particular universo creativo hace falta comenzar por los orígenes. Los cronocrímenes, su debut en el largometraje, es una de esas piezas originales y sorprendentes que tiene el honor de llevar la etiqueta de "película de culto", habiendo logrado el aplauso unánime de crítica y público.

Los cronocrímenes, protagonizado por un, casi debutante, Karra Elejalde y la actriz Bárbara Goenaga, es el thriller más sorprende del cine español. Una propuesta sorprendente y fuera de lo normal para aquel 2007 en el que el cine español estaba más centrado en el cine realista. Vigalongo traía viajes en el tiempo y bucles temporales en una trama de lo más interesante y en solo 88 minutos. Una ida de olla con misterio, ciencia ficción y momias rosas (o unos cuantos vendajes tintados).

Escena de 'Los cronocrímenes' con Karra Elejalde herido (sangre en cara y ropa) apoyándose en Bárbara Goenaga en un bosque.

Karra Elejalde y Bárbara Goenaga en 'Los cronocrímenes'

Vigalondo, adelantado en su tiempo: un visionario antes de Lost

Es una de las cuestiones que más se ha destacado del guion de Los cronocrímenes. Una historia nunca vista antes, original y que daría pie a muchas otras historias que seguían su senda. En la película, seguimos los pasos de Héctor. Atacado por la espalda en el bosque por un individuo con la cara vendada. Conseguirá huir y llegar a un laboratorio científico con una máquina que le ofrece la oportunidad de realizar un viaje de consecuencias imprevisibles. ¿Quién es el hombre de la venda?¿por qué le ataca?

Esta premisa, a priori sencilla, esconde un entramado muy complejo espacio temporal que algunos acabaría relacionado años después con el de una de las series más famosas de la televisión: Lost. Una serie, todo hay que decir, que se estrenó varios años después de la película de Vigalondo. La realidad es que Damon Lindelof y Carlton Cuse, creadores de la exitosa serie americana, revelaron que la película española de ciencia ficción de Vigalondo, con un complejo sistema de líneas temporales, les sirvió como inspiración para las tramas en las que se incluyen viajes en el tiempo.

Con cameo de Nacho Vigalondo

Por mucho que digan, a los directores también les gusta estar bajo los focos. Cineastas como Quentin Tarantino, Woody Allen, Roman Polasky o Alfred Hitchcock estaban habituados a colarse en alguna de sus escenas, haciendo acto de presencia. En el caso de Vigalondo, que también había hecho sus pinitos como actor antes de su ópera prima, asume uno de los papeles cruciales de la película. Y aunque quizá su interpretación no fue de Goya, el juego metacinematográfico siempre resulta divertido. También es verdad que Vigalondo pudo hacer frente a cualquier crítica negativa a su papel como actor en la película, gracias a la cantidad de reconocimientos que le llegaron como director y guionista. Ganador del Premio del público en Sundace, Goya a la Mejor dirección novel y la crítica en el Festival de Cine Fantástico de Austin (Texas), entre otros muchos.

Nacho Vigalondo, con gafas protectoras verdes y guante naranja, concentrado en un set de rodaje con iluminación tenue y fondo desenfocado.

Nacho Vigalondo haciendo un cameo en su propia película

Así fascinó a Tom Cruise: el remake que nunca llegó

Poco después de su estreno, la United Artists, productora de Tom Cruise, quedó fascinada con el guion y la historia y decidió comprar los derechos para producir su propio remake a la americana. Como ocurriese años antes con la película de Alejandro Amenábar, Abre los ojos y su respectivo remake Vanila Sky, en 2008 se anunció la compra del thriller de ciencia ficción por parte de esta productora americana.

El nombre de Vigalondo les sonaba, al menos, tras su paso por Los Angeles. Vigalondo estuvo nominado a los premios de la Academia en 2004 por su cortometraje 7:35 de la mañana. Además, los se exhibió también en el festival de Sundance, donde la vieron los responsables de la productora de Tom Cruise. Sin embargo, el proyecto del remake comenzó a desinflarse años después y la que iba a ser Timecrimes (el supuesto título en inglés) quedó en un eterno remake pendiente. De momento, lo que sí podemos hacer es disfrutar de nuevo de la original, una película que ya puede verse en RTVE Play.