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¿Sabes cuál es el cuarto estado de la materia?

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Curioseando - Sólido, líquido, gaseoso... ¡Y plasma!

Si te preguntan qué estados de la materia conoces seguro que, de forma casi automática, respondes “sólido, líquido y gaseoso”. Son los tres más conocidos y de los que, probablemente, habrás oído hablar con más frecuencia. Sin embargo, la ‘materia’, eso que nos rodea y de lo que está formado absolutamente todo, tiene un cuarto estado, mucho más desconocido pero no por ello menos importante. Es el estado plasmático.

Esta otra forma de la materia fue descubierta a finales del siglo XIX por el físico británico William Crookes y acuñada en el XX por el estadounidense Irving Langmuir. Sin embargo, el plasma está presente en la naturaleza mucho antes, exactamente desde el origen del universo, hace miles de millones de años…

¿Qué es el plasma?

El plasma es un estado de la materia similar a un gas, con una particularidad: está compuesto de átomos ionizados, es decir, cargados eléctricamente. “Cuando los átomos de la materia plasmática se enfrían, liberan energía eléctrica y emiten luz. Eso es lo que nosotros percibimos del plasma”, señala en ‘Curioseando’ Ángel Ibarra, director del Consorcio IFMIF-DONES España.

Pero, ¿cómo se carga eléctricamente un gas para convertirse en plasma? En líneas generales, se hace con descargas eléctricas o con incrementos de temperatura. El gas cargado eléctricamente se encuentra en la composición de flujos y cuerpos celestes como los vientos solares, las estrellas o las galaxias. Todos estos elementos son excelentes conductores de electricidad.

En la naturaleza

El estado plasmático está presente en nuestro entorno natural muchísimo más de lo que imaginamos. El fuego, por ejemplo, es materia combustible formada por partículas plasmáticas. Los rayos también se comportan como canales de plasma cuando acompañan una tormenta: “Se generan porque hay una descarga eléctrica importante producida por un diferencial energético entre las nubes y la tierra”, dice Ibarra.

Otro fenómeno natural de incuestionable belleza, y que también debemos al plasma, es el de las auroras boreales. ¡Un maravilloso espectáculo de formas y colores con un gran séquito de electrones que liberan energía en forma de luz!

Plasma por aquí, plasma por allá

El sorprendente poder del plasma no se queda solo en la naturaleza. Gracias a la ciencia, el plasma también nos permite una vida más fácil y cómoda. Una amplia variedad de aplicaciones de nuestro día a día se aprovechan del estado plasmático. Es el caso de los tubos fluorescentes. Dispositivos de iluminación en los que en su interior circulan partículas estimuladas con descargas eléctricas y que, al enfriarse, emiten luz, es decir, generan plasma.

La cosa no acaba aquí. ¿Imaginas cómo funcionan las conocidas como pantallas de plasma? Están formadas por pequeños volúmenes plasmáticos que se multiplican muchas veces y que, de nuevo, al enfriarse, emiten luz y energía. Así, cada receptor de televisión ilumina los píxeles de diferentes colores y brillos para crear una imagen completa.

El cuarto estado plasmático y su aplicación en las pantallas de televisión

Las pantallas de plasma utilizan el cuarto estado de la materia para dotar de colores y brillos a los píxeles que forman las imágenes.

Más allá de nuestro entorno también hay plasma. Su radio de acción es especialmente efectivo en múltiples aplicaciones del sector industrial. Por ejemplo, para el endurecimiento de piezas de acero, hierro o cerámica, así como para la limpieza a gran escala de superficies de una forma ultra precisa y biosostenible… ¡Toda una revolución científica gracias a los estados de la materia!

Si quieres saber mucho más sobre el plasma y los sorprendentes estados de la materia, no te pierdas ‘Curioseando’ en La 2 y siempre en RTVE Play.