MORLAIX: La película más experimental, más personal y más libre de Jaime Rosales
- Antes de su estreno, Morlaix se ha visto en numerosos museos y universidades
- Jaime Rosales, ganador del Goya al mejor director por La soledad, estrena su octava película


Jaime Rosales (La Soledad, Petra) nos presenta en De película su octava película: Morlaix.
Un circuito por museo y universidades
La película se ha proyectado en más de 15 Universidades y varios museos antes de llegar a la cartelera. Jaime Rosales nos lo explicaba así: Una vez acabada la película, me doy cuenta de que tiene una serie de características que la puede hacer interesante en el mundo de las universidades puesto que retrata a la gente joven y también por la manera en que está planteada la forma fílmica, muy libre y experimental, podía tener su lugar en el circuito de museos. Y la respuesta ha sido maravillosa.
"Lo he pasado realmente mal" asegura Rosales
Según explica el director, esta cinta es la más personal, más experimental y más libre de todas las que ha hecho, pero aún así, no ha sido fácil. Lo he pasado realmente muy mal, toda esa libertad que si he aprovechado en cuanto a la utilización de diferentes formatos o la improvisación con los actores, era un fuente de mucha angustia nos confesaba Rosales.
La cinta, protagonizada por Aminthe Audiard y Samuel Kircher, fue grabada en Morlaix, la pequeña ciudad de la Bretaña francesa donde transcurre esta historia. Sus protagonistas son un grupo de adolescentes que reflexionan sobre el amor, la muerte, el futuro o la felicidad.
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Actores profesionales y actores naturales
Jaime Rosales nos ha contado que él disfruta mucho de la mezcla de los actores profesionales con los actores naturales (los no profesionales) porque cuando los pones juntos, el actor natural no se trasforma, actúa de una forma tan natural que el actor profesional tiene que ir hacia ahí.
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La mejor película de la historia del cine
Rosales también nos ha contado, que esta es probablemente la mejor película de la historia del cine lo que pasa es que las grandes obras no se reconocen inmediatamente. Pasarán años, generaciones, yo estaré muerto y entonces se darán cuenta.
No sabemos si esto llegará a ocurrir, pero lo que es seguro es que en esta enigmática película, el director ha jugado con los formatos, los encuadres y con los guiños a otras películas La siento tan personal y tan libre que puedo asumir citas de otros cineastas sin complejos.