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Por qué Ana Morgade lleva gafas sin cristales

  • La cómica con más horas de televisión a sus espaldas visita Al cielo con ella
  • No te pierdas un nuevo programa los sábados en La 2 y cada martes, en La 1

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Ana Morgade, invitada de 'Al cielo con ella'
Ana Morgade, invitada de 'Al cielo con ella'

¡Ana Morgade se sienta en bonito sillón rosa de Al cielo con ella! La actriz y cómica visita el programa de Henar Álvarez para compartir risas, muchas risas, anécdotas, como de dónde viene el corte que tiene en la cara y su recorrido en el mundo del entretenimiento. Con su inconfundible humor, Morgade se sumerge en una charla llena de diversión y polémica al hablar de las oportunidades de las mujeres en el ámbito del humor, que promete sorprender a todos los espectadores. ¡No te lo pierdas!

Todas las irreconocibles facetas de la cómica

De estudiar arte dramático a cómica. "Había muchas tías actrices y muy pocas tías cómicas que estuvieran presentes, eso generó en mí una ilusión de que había más sitio", y con esa premisa, Ana Morgade ha llegado donde está hoy, al sillón de Al cielo con ella. Y no llega sola, viene acompañada de sus míticas gafas de ver marrones, pero sin cristales, que no la dejan sola ni un minuto. ¿Y de dónde nace este complemento? Gracias al programa Zapeando.

Cuando Morgade comenzó en la televisión, llevaba lentillas. "Llegó un momento en el que yo estaba en Buenafuente y dije, cómo es posible que Andreu lleve gafas, Berto lleve gafas sin necesitarlas, y yo esté comprando lentillas como una capulla". Según la actriz, cuando Zapeando estaba en sus inicios, sin una gran audiencia a la que impresionar, decidió dejar de usar lentillas y ponerse más las gafas, porque con lo caras que son, no llegaba a fin de mes.

Ana Morgade, invitada de 'Al cielo con ella'

Ana Morgade, invitada de 'Al cielo con ella'

Entre los colaboradores, decidieron que cuando el programa consiguiera un 4% de audiencia, entonces Ana, se compraría lentillas otra vez. "Hasta entonces no, porque no las iba a amortizar". Y el día llegó. Ana fue al programa sin gafas y... "Me llaman locamente, '¡tienes que ponerte gafas, sin gafas no se entiende que eres tú!'".

Obligada a ponerse de nuevo unas lentes de ver y desesperada por no tenerlas a mano, Ana decidió coger unas gafas de sol del vestuario y quitarle los cristales. "Luego me di cuenta de que llevar unas gafas de sol sin cristal, tiene muchas más comedia que llevarlas con cristal". Y otra parte positiva, es que evita el reflejo de los focos en los cristales que, según la cómica, "pareces un niño del maíz".