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Valeria Castro: "Nadie puede ser dueña de tu cuerpo más que tú misma"

  • La cantautora canaria presenta en Las mañanas de RNE su segundo disco El cuerpo después de todo
  • Se trata de un álbum de 11 canciones introspectivas y atemporales sobre el amor, la ansiedad o la soledad

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Cantante en estudio de radio RNE, sonriendo ante micrófono.  Guitarra acústica visible. Presenta su nuevo disco.
La cantautora canaria Valeria Castro presenta su segundo disco, 'El cuerpo después de todo' que la llevará de gira por más de 17 países a partir de abril. RNE
4 min.

Después de 82 conciertos en más de diez países, tras un primer álbum –Con cariño y con cuidado– que la catapultó a lo más alto de la música iberoamericana, dos nominaciones a los Goya y una a los Grammy Latinos, así como dos años de éxito arrollador, ¿qué sucede cuando la vorágine se detiene? ¿Cómo se queda el cuerpo cuando el aplauso se apaga y deja paso al silencio y a la soledad?

La respuesta no es sencilla. El triunfo pesa. Puede ser un abrazo cálido o una carga que dobla la espalda. Bien lo sabe Valeria Castro (La Palma, 1999), quien se enfrenta a este dilema en su segundo disco, El cuerpo después de todo.

"Hay cosas que duelen al asumirlas, como la tristeza o el duelo, pero quizá no se trata de asimilarlas, sino de convivir con ellas sabiendo que no necesitamos borrarlas del mapa", confiesa en Las mañanas de RNE con Mamen Asencio, en donde ha interpretado en directo "El tiempo que no estés" y "Debe ser", que canta junto a Silvia Pérez Cruz, su referente musical y artístico.

Las Mañanas de RNE - Mamen Asencio - Valeria Castro: "La música me salva y me sana"

Porque el cuerpo no es solo carne: también es memoria, herida y, sobre todo, reconciliación. "La procesión va por dentro. Lo físico, lo emocional o la imagen que queda frente al espejo... Son tantos los prismas que pueden abarcar el cuerpo que me pareció interesante ponerlo como hilo conductor de este nuevo trabajo", explica la artista.

Por eso, en él, Castro se aferra a lo esencial –su guitarra, su voz y los suyos–. "Todos tenemos malos momentos. Por suerte, yo tengo muy bien preparadas mis redes", cuenta con la serenidad de quien ha encontrado en su interior la verdadera paz. Y en ese aprendizaje, su música no solo le sirve a ella, también a quienes la escuchan.

De la vulnerabilidad salen melodías. De la fragilidad, se extrae la fuerza y de las lágrimas, pueden surgir sonrisas. Porque las letras no son solo palabras, son el vínculo para la sanación. Un primer paso. "Las canciones son un arma muy poderosa para llegar a la gente de una manera directa, clara y emocional. Para mí es importante usarlas para contar cosas que importen y que tengamos necesidad de sacar, pero también para sanar a la gente", señala Valeria Castro.

El desamor, la vulnerabilidad o la soledad son algunos de los temas que aborda en sus 11 canciones

Así, las 11 piezas que engloban El cuerpo después de todo suenan a catarsis desde el primer acorde. Con "Devota", el tema que abre el disco, la canaria ya avisaba que iba a "contarlo todo". Ya advertía de que emprendía un viaje de reconciliación para enfrentarse, sin máscaras y sin miedos, a sus inseguridades.

Y para lograrlo, lo primero es recordarse a uno mismo la importancia de valorarse. Es un lema de vida ""Devota" es la radiografía de la toxicidad de una relación", explica la canaria. "Quería poner en valor esa dignidad femenina de que no hay nadie ni nada que pueda ser dueña de tu cuerpo más que tú misma", subraya.

Sin embargo, no es algo fácil de aprender ni mucho menos de poner en práctica. Siempre habrá piedras en el camino que dificulten alcanzar la meta, o compañeros de viaje como "La soledad", que aunque no siempre agradan, se deben aceptar.

"¿Quién no la ha pasado? Al final es un sentimiento tan humano que deberíamos asumir que cualquiera va a transitarla en algún momento, aunque sea dos minutos de tu vida. Habrá que aprender a abrazarla. En ocasiones, la soledad será preciosa y muy querida y, en otras, será angustiosa", recuerda Castro.

De ahí la importancia de cuidar una salud mental, que para Valeria Castro debería ser de todos y para todos. "Yo tengo la enorme suerte de poder permitirme ir a terapia, algo que me ha ayudado a gestionar las cosas que me suceden. Ojalá todo el mundo pudiese acceder a ella de manera fácil y gratuita", señala.

Por eso, bien sea detrás de un micrófono en una emisora de radio o bien en escenarios como el del Movistar Arena de Madrid que pisará en su fin de gira mundial el 9 de enero de 2026, Valeria Castro siempre usará su voz para "reivindicar y hablar de salud mental". Para romper tabúes y, lo más importante, poder ayudar a quien lo necesite.