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SOCIEDAD

Salvando a la fauna silvestre: GREFA

  • El centro acoge alrededor de 7.000 animales al año
  • La salud animal, la humana y la del medio ambiente está íntimamente relacionada

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Dos personas atienden a un ave rapaz en un centro veterinario. Una persona usa gafas protectoras y un instrumento médico, mientras otra asiste. Se ven equipos médicos e instrucciones de limpieza.

GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) es una organización sin ánimo de lucro, que fue creada en 1981 con el fin de conservar y estudiar la naturaleza. En la actualidad, cuentan con un amplio número de actividades entre las que se encuentran: la recuperación de fauna silvestre, proyectos con especies amenazadas y educación y sensibilización ambiental.

El hospital de fauna salvaje

El hospital de fauna silvestre de GREFA, con el paso del tiempo, se ha convertido en un referente tanto a nivel nacional como internacional. Cada año ingresan alrededor de 7.000 animales, que son atendidos por un equipo de profesionales, entre los cuales se encuentra Irene López, veterinaria del centro.

Los animales que ingresan en el hospital son siempre autóctonos, ya que el objetivo principal es su liberación. Entre ellos se encuentran mamíferos, reptiles y anfibios, aunque la mayoría, un 75%, son aves. Irene explica que las principales causas de ingreso suelen ser de origen antropogénico, ya que casi todos han sido atropellados, disparados o incluso electrocutados.

Para llevar a cabo su labor, el equipo cuenta con todas las instalaciones necesarias para ofrecer la mejor atención a los pacientes, incluyendo un laboratorio, una clínica y un área de necropsias.

Atención cuidada de los animales

Cuando un animal llega a la sala de admisión, es imprescindible mantener una temperatura constante, especialmente en el caso de las aves, para conservarlas en buen estado.

Dos personas atienden a un ave rapaz en un centro veterinario. Una persona usa gafas protectoras y un instrumento médico, mientras otra asiste. Se ven equipos médicos e instrucciones de limpieza.

 grefa

En el pasillo de enfermería se encuentran los animales recién ingresados al centro. “Esta zona es oscura porque todas las puertas tienen cristales espía, que requieren oscuridad para que los animales no nos perciban”, explica la veterinaria. Añade que los animales solo se muestran vulnerables cuando no sienten una observación directa.

Cuando mejoran, pasan a la sala de observación, la etapa previa a la rehabilitación, allí están expuestos a la lluvia, el frío o el calor para adaptarse al entorno natural.

Sin embargo, si su estado empeora, ingresan a la sala de oxigenación, donde reciben cuidados intensivos. Como en todas las instalaciones, estos espacios tienen cámaras de vigilancia para controlar su evolución en todo momento.

Desde dentro de la enfermería

“Lo más frecuente que hacemos aquí es tratar traumas: fracturas de alas, de patas, y realizamos muchas cirugías”, cuenta Irene. Además, han llegado a extraer hasta 800 gramos de material del estómago de una cigüeña que pesa solo 3 kilogramos.

Los profesionales revisan constantemente las lesiones de los pacientes. Uno de ellos es un cormorán grande que “fue víctima de un disparo y tiene varios perdigones alojados en el cuerpo”, explica Irene. Añade que sufrió una fractura en el cúbito y que están trabajando en su ala, que quedó anquilosada y le impide volar.

 cormorán

También hay ingresado un búho real que lleva en el centro alrededor de tres semanas. Se lesionó en una pelea con otro búho, lo que le provocó una herida en la espalda. Los veterinarios le aplican curas diarias y terapia con láser para reducir el dolor y lograr su pronta liberación.

“La salud animal, la humana y la del medio ambiente están íntimamente relacionadas”, afirma Irene López, quien destaca que lo que les ocurre a los animales repercute en nuestra salud y en la del entorno. Por eso, insiste en la importancia de cuidar la naturaleza.