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La primera tabla periódica fue un juego de cartas

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Curioseando - El sorprendente origen de la tabla periódica

Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos tenido que memorizar 118 elementos químicos dispuestos sobre un tablero que parecía no acabar nunca. Un mosaico de columnas horizontales y verticales repleto de ‘casillas’, símbolos y números. No es algo que nuestros profesores de Química se sacaran de la manga para ponernos a prueba. Se trata de un sistema medido, complejo y necesario. Es una agrupación científica, estudiada ya desde la Antigüedad, para dar sentido al mundo.

Desde el siglo VI a.C., el filósofo Aristóteles comenzó a sorprenderse con cuatro elementos presentes en la naturaleza: aire, fuego, agua y éter. Más tarde, los alquimistas medievales hallaron elementos químicos propiamente dichos, como el azufre, el mercurio, el zinc o la sal. Muchos siglos después, a finales del XVIII, el científico y economista francés Antoine-Laurent de Lavoisier perfeccionó todo lo anterior y comenzó el camino hacia la química moderna.

A finales del siglo XIX se produjo la gran revolución de la química: la creación de la primera tabla periódica. Llegar hasta ella resultó algo sorprendente: ¡un juego de cartas! Pero, ¿a quién se le ocurrió esta genialidad y cómo lo hizo? En ‘Curioseando’ te damos la respuesta.

El padre ruso de la química

Los científicos habían realizado diferentes intentos de ordenar los elementos químicos que se descubrían. La primera clasificación ‘oficial’ fue en 1814 y se basó en parámetros aislados como sus masas, números atómicos o electronegatividad; es decir, la tendencia que un determinado elemento tenía para crear enlaces químicos… De esta manera, se podían ordenar los diferentes elementos en función de sus propiedades pero faltaba desentrañar el patrón realmente periódico que los agrupara con el mismo sentido y criterio.

Dimitri Mendeléyev, químico y profesor de matemáticas ruso, encontró esa piedra filosofal en el año 1869. Para enseñar a sus estudiantes, preparó un taco de tarjetas en las que escribió símbolos y propiedades similares de los elementos. Los colocó en columnas de menor a mayor peso. Mendeléyev combinó todos los elementos dando lugar a una tabla muy especial hecha con cartas. Mostraba qué propiedades de los elementos se repetían periódicamente y qué huecos o espacio entre ellos faltaban por descubrir. Algo así como el 'juego del solitario' pero en versión científica. Mendeléyev descubrió que todos compartían propiedades en base a filas y columnas. Casi sin darse cuenta, con un simple pero ingenioso juego de cartas, aquel profesor ruso había conseguido un hito: ¡la primera tabla periódica de la historia!

Segunda versión

Mendeléyev perfeccionó su primera versión de la tabla periódica y publicó una segunda en 1871. Corrigió errores en la primera disposición de algunos elementos y los reorganizó después en columnas verticales o grupos. Para ello, se valió de propiedades nuevas, como los pesos atómicos de los elementos. Además, introdujo otros criterios que reforzaron aún más lo establecido en la primera tabla. Con estos retoques, Mendeléyev había conseguido avanzar, de verdad, hacia la tabla periódica moderna.

Años más tarde, en 1912, el físico y químico británico Henry Gwyn Jeffreys Moseley reordenó los elementos de la tabla de Mendeléyev partiendo de su número atómico. Finalmente, fue el químico americano Horace Groves Deming quien en 1923 perfiló la forma actual de la tabla periódica, añadiendo las 18 columnas que conocemos actualmente.

La primera tabla periódica fue un juego de cartas

La tabla periódica de Horace Groves Deming perfeccionó en 1923 las anteriores versiones y añadió las 18 columnas que conocemos hoy.

La tabla que ordena el mundo

Como explica en ‘CurioseandoJavier Fernández, profesor de Química Orgánica e Inorgánica de la Universidad de Oviedo, “las diferentes series y columnas de la tabla periódica marcan un orden real". En vertical se sitúan los grupos, todos ellos con unas propiedades muy similares. En horizontal se ubican lo que llamamos los ‘periodos’. De ahí que la tabla se denomine ‘periódica’. Conocerla en profundidad es fundamental, ya que “si conoces la tabla periódica, sabrás qué átomo conecta mejor con otro, y es la regla número uno de la química”. ¡Un sofisticado y preciso sistema de investigación científica que sigue hoy día a pleno rendimiento!

Si quieres saber mucho más sobre los elementos químicos y la fascinante historia de la tabla periódica, no te pierdas ‘Curioseando’, los miércoles en La 2 y siempre en RTVE Play.