En Ciudad K hay una ley que prevalece por encima de todas: la ortográfica. Aquí conjugar mal está castigado con penas de entre uno y tres años de Paulo Coelho, y el dequeísmo está penado con extradición perpetua.
Pero la ley no es sólo punitiva; los agentes del orden de Ciudad K también está para servir a los ciudadanos y ciudadanas de bien. Porque ellos, los policías, tienen todas las respuestas, desde porqué los hombres tienen pezones hasta el tiempo que queda para que la expansión del Universo alcance su punto crítico y empiece la inevitable contracción (o Big Chimpún).
Si, mientras paseas por la calle te aqueja una duda metafísica, científica o cultural, no dudes en consultar a uno de nuestros agentes. Están para servirte.
Según Heidegger ¿cuál es la tarea principal de la filosofia? ¿Determinar el ente o el ser?
En cuestiones de costrucciones sintácticas, la policía de Ciudad K lo tiene claro: 'La ultracorrección también es una incorrección'