Beléncomparte en elblog de Españoles en el Mundolas emociones vividas en Tanzania.
Bajo la misma intensa luz, una manada de leonas y sus cachorros descansan en la cima de un kopki, el viento acaricia la melena de un león solitario y majestuoso, una hiena se pasea entre flamencos...
África es su pasión y su vida. Durante su primer año no pisó un hotel, se movía a dedo y se alojaba en casas de africanos. Valiente, decidida y siempre sonriente, esta alicantina habla un perfecto swajili y es considerada como casi una masai. Ella nos muestra el interior del Parque Nacional de Serengueti.
Ha pasado los últimos ocho años buceando en uno de los fondos marinos más espectaculares del planeta. Este catalán llegó a Zanzíbar con su mujer y sus dos hijos adolescentes y decidió montar un club de buceo. Con él nos sumergimos en las aguas cristinas de la isla
Sus amigos hablan de él como de un auténtico aventurero. Este madrileño, orgulloso de su Vallecas natal, ha vivido durante meses con las tribus del norte de Kenia y ahora trabaja como guía de safaris. Nos sorprendió con el gran conocimiento que posee de la fauna local y con su gran amor a África. Con él descubrimos la impactante belleza de la caldera del Ngorongoro
Lleva sólo 8 meses en Tanzania y ya ha perdido la cuenta de cuántas veces ha sobrevolado el país. Este piloto madrileño tiene el corazón dividido entre su pasión por África y el deseo de reunirse con su familia en Sevilla. Hemos volado con él y nos ha mostrado sus rincones favoritos en el archipiélago de Zanzíbar.
Fue de vacaciones a África con una amiga y se enamoró de Zanzíbar. Diez años después, volvió para quedarse. Se enamoró de Paul, un chef ugandés de eterna sonrisa y ambos han puesto su empeño en crear uno de los hoteles con más encanto de la isla. Y con ella vivimos una experiencia única: nadar con delfines salvajes.