Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

""La democracia muere en la oscuridad". Lo dice el lema del Washington Post. Pero esa frase tan campanuda es reciente, la colgó Jeff Bezos cuando se convirtió en amo del rotativo. Y la que ha rotado, hasta 180 grados, ha sido su opinión sobre Donald Trump. Llegó a demandarlo judicialmente, pero mañana en su toma de posesión ocupará un lugar señalado junto a Mark Zuckerberg, que también ha pasado de cantarle las cuarenta, a pagar el baile de gala del presidente. El tercero en liza, Elon Musk, ese al menos sigue donde estaba. Dicen que compró la red del pajarito para hacerle trinos a Trump." Conocemos la 'cara B' de la semana con Juan Carlos Soriano.

El primer cohete del magnate Jeff Bezos, del programa Blue Origin, ha cumplido su objetivo: ha alcanzado su órbita a los 13 minutos del despegue. Lo ha logrado este jueves a las 08:03 (CET) desde la base de fuerza aérea de los Estados Unidos, ubicada en Cabo Cañaveral (Florida).

Esta es la apuesta del presidente de la multinacional Amazon para competir con otro multimillonario, Elon Musk, en el exclusivo mercado de los satélites comerciales. A pesar de este éxito, Bezos no ha logrado el segundo objetivo: que la parte propulsora pueda reutilizarse, ya que se ha destruido antes de aterrizar en un barcaza situada en el océano Atlántico.

Las plataformas han revolucionado los hábitos de consumo en la última década. Vivimos en un mundo de suscripciones: ya no compramos productos o servicios, sino que pagamos por acceder a todo sin ser dueños de nada. El coste de estos aparentes pequeños gastos se puede disparar y, según expertos, "al final da para pagar media hipoteca". Juan Merodio, divulgador de negocios digitales, apunta que con estas suscripciones "se genera con el marketing una sensación de falsa libertad".

Unos juegan a la lotería y otros, compran paquetes de Amazon sin saber qué contienen. Este tipo de negocio se extiende, también en Europa. En concreto, una tienda de Bruselas tiene un acuerdo comercial con la empresa estadounidense de comercio electrónico para vender sus paquetes. Se llama Pile ou Face, es decir, Cara o Cruz, una declaración de intenciones, ya que comercializan las cajas que han sido devueltas, que no han sido entregados o están agotados. Cada kilo lo pagan a 16 euros y con cada caja se llevan una sorpresa. Algunas llenas de alegría, como le ha ocurrido a Paul, un cliente que ha gastado 40 euros y está satisfecho con su compra. Se ha llevado varios auriculares. Gisele es otra clienta que se ha quedado decepcionada. Entre otros, ha comprado un teléfono antiguo. Esto es algo que ella no hubiera comprado e intentará revender todos los artículos. “Al menos todas estas cosas no terminarán en la basura”, explica Gisele.

Durante este enero, y según ciertas estadísticas, 31.000 personas han perdido sus trabajos en las empresas del sector tecnológico en el mundo. Estos números, que pueden parecernos abultados, no se distancian mucho de las cifras de despidos que se han dado en el sector durante 2023. Sin embargo, estos despidos no se traducen a un aumento del miedo en los mercados: al contrario, los beneficios y las expectativas puestas en estas empresas son, en gran medida, lo que espolea las subidas en la bolsa de Wall Street.

Hablamos con Marta Peirano sobre tres juicios que podrían cambiar la industria tecnológica de Estados Unidos. Entre ellos, el juicio de Sam Bankman-Fried, fundador de la fallida bolsa de criptomonedas FTX. "Sam era como el niño bueno de las criptomonedas", y explica que era la persona de confianza del Congreso de Estados Unidos para conocer cómo pueden regular la industria. Sobre el juicio contra Amazon, Peirano destaca que Amazon "hace de tienda, de producto y de distribuidor y ya no se puede vivir sin él". " "Ha habido periodistas que han intentado pasar tres días sin usar Google o Facebook y se puede, pero no usar Amazon es imposible", expresa.

Amazon se posiciona contra el teletrabajo y amenaza con despidos si los trabajadores no acuden a la oficina. De hecho, no es la única gran empresa en hacerlo, ya que hay otras gigantes tecnológicas que ya exigen presencialidad entre tres y cuatro días a la semana porque defienden que su plantilla es más productiva en la oficina.

Foto: GETTY

Jornada de huelga también hoy para los trabajadores de Amazon en Sevilla. Una protesta, sobre todo dicen, por el abono de festivos y los asuntos relacionados con la salud laboral. Denuncian los sindicatos que la sobrecarga de trabajo da lugar a lesiones nunca reconocidas como accidente laboral.