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Los ministros de Economía y Finanzas de la UE han debatido en Varsovia cómo financiar el rearme europeo. España ha propuesto crear un fondo común, de carácter temporal, para cubrir los proyectos de defensa.

Se financiaría con las contribuciones de los países y podría complementarse con emisiones de deuda común europea o con fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Los más de 200.000 millones de euros en activos rusos que ahora están inmovilizados en la Unión Europea también podrían utilizarse para apoyar a Ucrania.

Desde el Ministerio de Economía han defendido que esta sería una respuesta práctica y rápida para reforzar la defensa europea en un momento crucial.

Foto: Getty Images

El miedo a la amenaza de Rusia ha provocado que cinco de sus vecinos, Finlandia, Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, hayan anunciado su intención de abandonar la Convención de Ottawa, el tratado aprobado en 1997 que prohíbe el uso y la fabricación de minas antipersona. ¿Cuáles son las causas y las consecuencias de esta decisión? ¿Qué impacto puede tener en la lucha contra la prohibición de este tipo de armamento que mata mayoritariamente a civiles? Lo analizamos con Camilo Serna, vicepresidente de la Junta Directiva de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona y director de la Campaña Colombiana contra Minas, y con Teivo Teivainen, profesor de Historia Mundial de la Universidad de Helsinki.

¿Hubo mujeres que lucharon en el campo de batalla a lo largo de nuestra historia? Sí, incluso desde la prehistoria, como demuestran los últimos hallazgos sobre tumbas con restos humanos y armas, consideradas de hombres, por los arqueólogos y antropólogos, hombres, también, que ahora, gracias a la arqueología feminista y al estudio de una sustancia dental más efectiva para detectar el sexo, revelan que eran mujeres guerreras. Otras muchas han empuñado las armas en diferentes etapas, algunas conocidas como María Pita o Agustina de Aragón y otras muchas, que han sido silenciadas, aunque fueron reconocidas en su momento por el ejército que les pagó una pensión por su valentía. La inmensa mayoría tuvieron que vestir de hombre. Hubo también, mujeres gladiadoras, que luchaban en la arena y contra los prejuicios romanos, y editrices, que eran las organizadoras de los juegos del circo y las carreras de cuadrigas. Desde el feminismo se plantean si reconocer a estas guerreras, con valores considerados masculinos, no sirve otra vez, para invisibilizar a las múltiples heroínas que simplemente con sus cuidados, considerados femeninos, conservaron la vida de toda la comunidad.

Empieza a ser una fatídica tradición que el presidente Volodímir Zelenski comunique cada domingo el número drones que Moscú ha lanzado sobre toda Ucrania a lo largo de la semana. Y lo normal es que superen el millar y que algunos escapen a las defensas aéreas de Kiev.

Cerca del frente, son igualmente el mayor peligro. Aunque en un formato más pequeño y más rápido de producir. "Tienen una autonomía de vuelo de unos 40 minutos. Menos si llegan una carga pesada de explosivos", explica uno de los ingenieros que trabajan en un taller clandestino. Es tiempo suficiente para posicionarlos sobre la línea enemiga. Según la revista científica rusa 'Journal of War Medicine' son tres veces más letales que la artillería y sobre lo que no hay duda es que son la manera más barata de matar.

Con una pequeña correa, el artefacto transporta su explosivo. Desde granadas básicas hasta munición antitanque, con o sin metralla. Algunas de las piezas se fabrican con impresoras 3D. La falta de presupuesto ha despertado el ingenio ucraniano.

'"Y el resto del material es, en gran parte, reciclado de la época soviética. No solo ruso, también de países como Bulgaria", 'explica el comandante de la unidad de drones de la Brigada 24 de infantería, que añade que cada uno de estos aparatos se utiliza para cuatro o cinco ataques, en viaje de ida y vuelta; en el último se convierte en dron kamikaze. "Otras veces, recogemos los drones rusos, que son de aluminio, y los seguimos utilizando nosotros", cuenta uno de los pilotos.

El dron provoca tanto miedo como interés y se organizan clases para jóvenes. "En realidad, ya aprendemos en la universidad, pero aquí nos lo explican mejor los veteranos del ejército", dice Alexander. Él y sus compañeros continúan con clase de tiro. En Ucrania nadie espera una paz pronta y justa.

La Unión Europea quiere dar un giro en su estrategia de defensa. La Comisión Europea ha lanzado un histórico plan de rearme que busca desarrollar las capacidades defensivas de la UE ante la amenaza de Rusia y la posibilidad de que EE.UU. retire su ayuda militar a Ucrania. Con un presupuesto multimillonario de 800.000 millones de euros, Bruselas pretende impulsar la capacidad de producción de defensa europea y racionalizar el proceso de adquisición de armas. Sin embargo, son muchos los interrogantes que rodean este plan: desde qué países participarán en él, cuánto tendrán que aumentar su presupuesto en defensa, cómo se plantea recaudar la multimillonaria inversión necesaria o sus posibles repercusiones a nivel económico y social. Para hablar de todo ello, hemos entrevistado a Félix Arteaga, investigador principal para Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, a Alba Leiva, analista de El Orden Mundial, y a Michael Collins, director ejecutivo Américas del Instituto para la Economía y la Paz (IEP).

Los países europeos compran el 80% de su material de defensa fuera de sus fronteras, mientras que Estados Unidos compra el 100% dentro del propio país. España tiene una industria competitiva y el subsector que lidera las ventas es el aeronáutico: un 60% del total con Airbus a la cabeza. Un ejemplo es el A330 MRTT, una aeronave civil que reconvierte para uso militar.

Foto: Aviones militares Airbus A400M y Airbus A330 MRTT volando en formación (Getty Images)

Europa ha decidido que tiene que rearmarse para poder defenderse sin la ayuda de Estados Unidos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado un plan de rearme multimillonario para los próximos años, mientras los países europeos analizan cómo aumentar el gasto en defensa para seguir apoyando a Ucrania. ¿Cómo debe rearmarse Europa? ¿Qué necesita para poder defenderse de una hipotética agresión rusa? Lo analizamos con Alexandr Burilkov, director adjunto de Investigación del GLOBSEC GeoTech Center y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Leuphana de Lüneburg, y con Gustavo Palomares, director del Instituto Universitario de Investigación Gutiérrez Mellado, catedrático europeo en la UNED y profesor en la Escuela Diplomática de España.

Europa importó un 155% más de armas entre 2020 y 2024 que en los cuatro años anteriores, con Ucrania convertido en el mayor importador mundial de armamento como resultado de la invasión rusa en 2022 y una creciente dependencia de Estados Unidos (EE.UU.) como suministrador en un momento en que los líderes europeos están debatiendo el rearme de sus países sin tener que contar con Washington como hasta ahora.

Así se desprenden de los nuevos datos sobre transferencias internacionales de armas publicados por el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). En concreto, Ucrania aumentó casi 100 veces sus importaciones de armamento pesado en los últimos cuatro años con respecto al periodo anterior.

Al menos 35 estados enviaron armas a Ucrania tras la invasión rusa, lo que supuso que este país recibiera el el 8,8% de las importaciones globales de armas en 2020-24. La mayoría del armamento lo suministró EE.UU., con el 45%, seguido por Alemania con el 12% y Polonia con el 11%.