Intensos combates a lo largo de la linea de control que separa Armenia y Azerbaiyán alrededor de Nagorno Karabaj. Un territorio de apenas 4.000 kilometros cuadrados, la mitad de la extension de Madrid, un área bajo soberanía azerí pero con población armenia. Un conflicto en plenas montañas del Cáucaso sur que no ha podido resolverse en 30 años. Un punto estratégico porque por esta zona discurren oleoductos que transportan petróleo y gas natural desde el Mar Caspio a los mercados mundiales. Un enclave importante también para dos potencias internacionales necesitadas de esos recursos: Turquia, que apoya a Azerbaiyán y Rusia, tradicionalmente favorable a Armenia. En medio de estas disputas territoriales, la población civil de Nagorno Karabaj y la gran pregunta: ¿Quién disparó primero?
Turquía convoca al embajador de EEUU por el reconocimiento del genocidio armenio aprobado en la cámara de representantes en Washington. El ministerio turco de asuntos exteriores transmitirá su queja al embajador estadounidense no sólo por la cuestión del genocidio armenio, sino tambien por la aprobación en la Cámara baja de sanciones contra Turquía por su ofensiva en el noreste de Siria contra las milicias kurdas.
Armenia acaba de celebrar elecciones parlamentarias con el fin de legitimar al primer ministro Nikol Pashinián. Ha conseguido más del 70% de los votos, dejando fuera al Partido Republicano que ha gobernado el país durante dos décadas. El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas Alberto Priego nos explica cómo ha sido su llegada al poder.
En una iglesia protestante de La Haya llevan casi 800 horas ininterrumpidas celebrando el culto. La idea partió del pastor con un fin solidario: evitar la deportación de una familia armenia que lleva nueve años viviendo en Países Bajos. Las autoridades de este país les anunciaron en septiembre que deberían irse o les deportarían y entonces Hayarpi, una de las hijas de la familia, lanzó un mensaje en las redes sociales pidiendo ayuda para evitar su deportación.
Desde finales de octubre decenas de pastores protestantes se turnan para celebrar el culto evangélico porque, según una ley de este país, las fuerzas de seguridad no pueden interrumpir un acto religioso. La familia de Hayarpi vive desde entonces en el templo.
Aunque Países Bajos considera que Armenia no es un país de riesgo, ellos temen que, si son deportados, el padre puede ser asesinado porque huyó de su país por razones políticas.
El primer ministro y expresidente de Armenia, Serge Sargsián, ha anunciado este lunes en un comunicado su dimisión en medio de las multitudinarias protestas de la oposición, que exige su renuncia al considerar que se había aupado a la jefatura del Gobierno en una maniobra para perpetuarse en el poder.
Continúan las protestas en la capital de Armenia por la elección del expresidente Serge Sargsián como nuevo primer ministro, cargo con el que vuelve a asumir el poder ejecutivo. Los violentos enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes han provocado decenas de heridos, entre ellos seis policias y la detención de decenas de opositores.
Los dos últimos rehenes retenidos por un grupo armado atrincherado desde hace dos semanas en una comisaría de Ereván han salido por su propio pie del edificio este domingo, mientras que sus presuntos secuestradores aseguraron que nadie los obligaba a permanecer en las instalaciones.
En la capital de Armenia, Ereván, miles de personas llevan varios días manifestándose para pedir la liberación del líder opositor. Con idéntica demanda, un grupo de hombres armados lleva 13 días atrincherado con rehenes en una comisaría de la ciudad.
Más de 165 manifestantes han sido detenidos por la policía armenia, al tiempo que otras 60 personas han tenido que ser hospitalizadas, tras los enfrentamientos de anoche entre las fuerzas de seguridad y los partidarios del grupo armado opositor atrincherado desde hace dos semanas en una comisaría de Ereván. Piden la liberación de su líder, Zhirair Sefilián, y la dimisión del presidente. Multitud de manifestantes han apoyado en la calle a los secuestradores.