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¿Hubo mujeres que lucharon en el campo de batalla a lo largo de nuestra historia? Sí, incluso desde la prehistoria, como demuestran los últimos hallazgos sobre tumbas con restos humanos y armas, consideradas de hombres, por los arqueólogos y antropólogos, hombres, también, que ahora, gracias a la arqueología feminista y al estudio de una sustancia dental más efectiva para detectar el sexo, revelan que eran mujeres guerreras. Otras muchas han empuñado las armas en diferentes etapas, algunas conocidas como María Pita o Agustina de Aragón y otras muchas, que han sido silenciadas, aunque fueron reconocidas en su momento por el ejército que les pagó una pensión por su valentía. La inmensa mayoría tuvieron que vestir de hombre. Hubo también, mujeres gladiadoras, que luchaban en la arena y contra los prejuicios romanos, y editrices, que eran las organizadoras de los juegos del circo y las carreras de cuadrigas. Desde el feminismo se plantean si reconocer a estas guerreras, con valores considerados masculinos, no sirve otra vez, para invisibilizar a las múltiples heroínas que simplemente con sus cuidados, considerados femeninos, conservaron la vida de toda la comunidad.

Toledo oculto. Toledo, la ciudad de las tres culturas, ha estado siempre ligada al misterio. Sus sinagogas ocultas, sus cuevas medievales y sus iglesias visigodas, están llenas de pasajes subterráneos y leyendas.

La ciencia y la mística se han unido para reconstruir el rostro original de Santa Teresa de Jesús cuando tenía alrededor de 50 años: armónico, sereno y dulce, plasmado en un busto de terracota que ha sido presentado este viernes al mundo de forma simultánea desde Alba de Tormes, Roma y Australia.

La profesora Jennifer Mann (Monash University/Australia) ha modelado la que hasta ahora es "la representación más exacta" de cómo era Santa Teresa, y lo ha hecho a partir de los datos obtenidos en Alba de Tormes (Salamanca) con la apertura del sepulcro, un proyecto iniciado en agosto de 2024 para conocer más a la madre fundadora de la que este viernes se cumplen los 510 años de su nacimiento.

Agenda natural. Repasamos las noticias más destacadas de marzo, relacionadas con la naturaleza y el medioambiente. Entre otros asuntos, conocemos el descubrimiento de las primeras hachas de hueso de la historia llevado a cabo por investigadores del CSIC, visitamos la primera escuela resinera de España y explicamos qué es la apicultura heroica.

La cara más antigua conocida de Europa occidental corresponde a un fragmento facial humano descubierto en el yacimiento de la Sima del Elefante (Sierra de Atapuerca, Burgos) en 2022 y datado entre 1,1 y 1,4 millones de años. Para María Martinón Torres, paleoantropóloga y coautora del estudio de este hallazgo, este "supone reescribir la historia de la evolución humana en Europa una vez más". "Podemos decir que el equipo de investigación y de excavación de Atapuerca descubre por tercera vez el homínido más antiguo de Europa", ha agregado.

Este resto, catalogado como ATE7-1, ha sido atribuido a Homo affinis erectus y representa una pieza clave para comprender las primeras migraciones y la evolución de los homininos en el continente europeo durante el Pleistoceno inferior. A este primer europeo lo han denominado "Pink" porque los codirectores se acordaron de Pink Floyd y de su álbum La cara oculta de la luna.

"Nos faltarían muchas más partes esqueléticas", ha expresado Martinón, y ha añadido que "sería ideal, por ejemplo, encontrar el resto de la cabeza para tener una fotografía más completa". Sin embargo, la zona conservada "es la parte izquierda de la cara de un adulto", una zona que la científica califica de "informativa" y "discriminativa". "En este caso nos ha permitido hacer una comparación con la otra especie que teníamos en Atapuerca y que hasta entonces era la más antigua, el Homo Antecessor", ha declarado Martinón.

Un estudio ha demostrado que hace 1,5 millones de años Homo erectus producía hachas y cuchillos de hueso de manera metódica y sistematizada. No se usaban para cazar, sino para procesar animales ya muertos.

Este hallazgo lo ha liderado el investigador del Instituto de Historia del CSIC, Ignacio de la Torre, en colaboración con el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y centros de Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Francia.

El descubrimiento, resultado de siete campañas de excavación realizadas entre 2015 y 2022, se ha llevado a cabo en un yacimiento de la Garganta de Olduvai (Tanzania). Este demuestra que Homo erectus tallaba hachas de hueso de manera sistemática un millón de años antes que las evidencias más antiguas halladas hasta ahora en yacimientos europeos, de hace unos 500.000 años.

Un estudio publicado en la revista Nature ha revelado que hace 1,5 millones de años Homo erectus producía hachas y cuchillos de hueso de manera metódica y sistematizada. Este hallazgo lo ha liderado el investigador del Instituto de Historia del CSIC, Ignacio de la Torre. El descubrimiento, realizado en un yacimiento de la Garganta de Olduvai (Tanzania), demuestra que Homo erectus tallaba hachas de hueso de manera sistemática un millón de años antes que las evidencias más antiguas halladas hasta ahora en yacimientos europeos (sur de Italia), de hace unos 500.000 años. "Hasta este momento se pensaba que la cultura humana hace 1 millón de años estaba caracterizada fundamentalmente por la producción de herramientas de piedra", ha explicado el investigador en La tarde en 24 horas. "Sin embargo, el hecho de que hayamos encontrado un trabajo sistemático del hueso en un periodo tan antiguo indica que los humanos tenían la capacidad de transferir un conocimiento que se estaba aplicando a una materia prima concreta", ha añadido.

Estas hachas de mano no solo son las más antiguas halladas jamás, sino que prueban que estos humanos eran culturalmente innovadores y podían transferir y adaptar sus habilidades para tallar piedra al hueso. "Estas herramientas son de tamaño considerable", ha detallado. "Lo que les interesaba claramente era obtener filos cortantes que tuvieran una masa considerable. Por lo tanto, pensamos que funcionarían como hachas para desmembrar los cadáveres y para romper huesos".

  • Petrustitan hungaricus y Uriash kadici, encontradas en la cuenca de Hațeg, rica en fósiles, en el oeste de Rumanía
  • El estudio ha demostrado las conexiones entre los dinosaurios europeos y sus parientes en África, Asia y Sudamérica

Eudald Carbonell, arqueólogo y vicepresidente de la Fundación Atapuerca y director del Centro de Investigación Emiliano Aguirre (CIEA) de la Fundación, ha donado todo su archivo al Museo de Atapuerca. Se trata de alrededor de 140 cuadernos de bitácora de diversa índole: "He dejado todo mi patrimonio investigador, mis cuadernos de bitácora, mis apuntes, mis cartas... Todo lo que tenía lo he cedido al centro de investigación Emiliano Aguirre", cuenta en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní. "Se podrá saber muchísimo de la prehistoria y de la evolución humana", añade.

El arqueólogo admite que sus alumnos a lo largo de los años son la representación de sus múltiples miradas: "He generado conocimiento a más de mil o dos mil arqueólogos. Mi mirada es la bondad de la gente, la concepción científica de que ser una buena persona es ser un buen científico", apunta. Como sello final a su trayectoria de 46 años en Atapuerca, Carbonell anuncia que en 15 días se dará a conocer una "gran revelación científica": "Será una gran noticia y llevará a discusión la llegada del Homo erectus a Europa", revela.