Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Los investigadores aseguran que el ex boina verde que provocó la explosión de un Tesla frente a un hotel de Trump en Las Vegas sufría un trastorno de estrés postraumático y no sentía animadversión hacia el presidente electo. "Esto no es un ataque terrorista, sino una llamada de atención sobre los males del país", dejó escrito antes de pegarse un tiro. El FBI cree que problemas personales y de salud mental podrían haberle llevado al suicidio. También era militar el responsable de la matanza de Año Nuevo en Nueva Orleans. Las autoridades aseguran que actuó solo e inspirado al 100% en el terrorismo del Estado Islámico. Pese a algunas similitudes entre su ataque y el de Las Vegas, como el pasado militar de los autores y que ambos usaron coches eléctricos alquilados en la misma aplicación, la policía descarta que estén conectados.

Foto: EFE/EPA/LAS VEGAS METROPOLITAN POLICE DEPARTMENT

En Estados Unidos, el FBI no ve vínculos entre el atentado de Nueva Orleans, donde un hombre arrolló con una camioneta a decenas de personas, causando 14 muertos, y la explosión de un coche bomba en Las Vegas. Aunque ambos son militares, el conductor de la camioneta de Nueva Orleans, que falleció tras un tiroteo con la policía, se encontraba retirado del servicio mientras el segundo estaba en activo. En ese incidente, no han encontrado cómplices: el FBI cree ahora que el atacante de Nueva Orleans actuó solo.

Las autoridades han identificado al responsable del atropello masivo en el corazón de Nueva Orleans que ha dejado al menos 15 muertos y unos 35 heridos como Shamsud-Din Jabbar. Se trata de un exmilitar estadounidense nacido y criado en Texas de 42 años, según ha confirmado el FBI, que este jueves ha descartado que haya más personas implicadas en el ataque.

El 30 de diciembre alquiló una furgoneta y el 31 condujo hasta Nueva Orleans y compartió en redes sociales vídeos en los que afirmaba haberse unido a los yihadistas del Estado Islámico. Quería que los titulares de la prensa se centraran en la guerra entre fieles e infieles. En el lugar del atropello también se han encontrado dos artefactos explosivos.

En Estados Unidos investigan la posible conexión entre los dos atentados cometidos con pocas horas de diferencia. Primero fue el atropello múltiple en Nueva Orleans, que ha causado 15 muertos y sobre el que el FBI analiza pruebas sobre el terreno para saber si el conductor actuó solo o no y sus vínculos con el autodenominado Estado Islámico. Después se produjo la explosión de un coche, un Tesla, en Las Vegas junto a un hotel de Trump. Murió su conductor que, según algunas fuentes, podría tener también un pasado militar. En el interior, explosivos y fuegos artificiales.

Coincidencia o no, los dos coches fueron alquilados por internet en la compañía Turo, una empresa que mediante un comunicado lamenta lo sucedido y resalta que desconocía si los conductores tenían antecedentes y que supusieran una amenaza.

En Estados Unidos buscan posibles vínculos entre la explosión de un vehículo en Las Vegas y el atentado terrorista de Nueva Orleans. Lo ha confirmado el presidente Joe Biden. Entre los dos hechos apenas ha habido unas horas de diferencia. El balance de fallecidos en Nueva Orleans ha subido a 15 y los investigadores desvelan nuevos detalles: el atentando ha imitado el modelo yihadista, pero el atacante era estadounidense. Los cuerpos de seguridad de la ciudad admiten, que el terrorista consiguió vencer el dispositivo diseñado, aseguran que su objetivo era provocar una carnicería. Ahora comienzan a estudiar una posible conexión entre este suceso y la explosión del vehículo Tesla frente a un hotel propiedad de Donald Trump en las Vegas. Elon Musk, director general de Tesla, dice haber confirmado que el coche estaba bien y que lo que produjo la explosión fue material pirotécnico o una bomba que, asegura, se guardaba dentro del vehículo.

Foto: Alcides Antunes/via REUTERS

Carlos Igualada, Director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, ha dicho en Las mañanas de RNE que ha habido un repunte en los ataques en países occidentales, "sobre todo por la ofensiva de Israel sobre Gaza, instrumentalizada por algunos grupos para alentar a cometer atentados en forma de venganza." No se sabe si es el caso de Nueva Orleans, aunque sí se cree que actuó en nombre del ISIS porque llevaba su bandera.

"El ISIS sigue siendo la principal amenaza internacional en términos de terrorismo. Es capaz de llevar a cabo atentados directamente o de inspirar a otros", explica.

Sobre las posibles medidas para mejorar el control de estos ataques, asegura que es muy complicado. "Es muy difícil controlar toda la actividad online. Se mueven muy bien en ámbitos tecnológicos, sobre todo las nuevas generaciones, es fácil acceder a este contenido", ha dicho. Los bolardos se suelen utilizar especialmente en fiestas navideñas. "En Nueva Orleans aprovechó unas obras para acceder."

Al menos 10 personas han muerto y una treintena ha resultado herida en un atropello múltiple en Bourbon Street, en el barrio francés de Nueva Orleans (Luisiana), en la madrugada del miércoles. Un camión se ha estrellado contra la multitud a gran velocidad, y luego el conductor se ha bajado y ha comenzado a disparar un arma, según testigos citados por el medio.

Magdeburgo vive días de duelo y confusión tras una tragedia que ha sacudido a la ciudad. Las lágrimas fluyen fácilmente entre sus habitantes, pero también surge la pregunta sobre si se pudo evitar. Kirsten, una residente, reflexiona: "Es muy triste, pero nuestros políticos fueron incapaces de impedirlo, por lo que oigo en los medios", asegura.

El autor del ataque, un individuo de perfil atípico, era musulmán y cercano a la ultraderecha, algo que pudo despistar a los servicios de inteligencia. A pesar de ser muy activo en redes sociales, donde vertía críticas contra la política migratoria alemana y el islam, nadie anticipó sus intenciones. Este doble discurso ha complicado aún más el análisis del caso y las posibles fallas en la prevención.

En cualquier caso, las reacciones políticas no se han hecho esperar. Alice Weidel, líder de la formación de ultraderecha, Alternativa por Alemania, calificó el ataque como “un acto islamista lleno de odio” durante un homenaje a las víctimas. Ignoró, sin embargo, que el homicida despreciaba tanto su propia religión como los valores de la sociedad alemana. Más de cuatro mil personas corearon “¡Deportación!” durante su discurso, un eco que refleja la polarización del país.

Los partidarios del partido ultraderechista AFD, Alternativa por Alemania, han marchado por las calles de Magdeburgo a raíz del atentado de la semana pasada en un mercadillo navideño. Su líder ha condenado el ataque y se ha reafirmado en su discurso antiinmigración en un mitin, muy criticado por otras formaciones políticas. "No tenemos soluciones rápidas", ha dicho el líder de los democristianos de la CDU, Tobías Blunt, que acusa a la AfD de utilizar a las víctimas para potenciar su agenda xenófoba.

A dos meses de las elecciones previstas en Alemania, el primer sondeo tras el atentado ha hecho subir en las encuestas a la ultraderecha. Pero la conservadora CDU sigue siendo el partido con mayor intención de voto. Mientras tanto, la Policía continúa con las pesquisas sobre el autor del atropello múltiple, Taleb Al-Abdulmohsen, un médico psiquiatra que llevaba 18 años en Alemania y que en sus redes sociales se mostraba como simpatizante de la extrema derecha. Había abdicado públicamente del islam, pero su forma de proceder desconcierta a investigadores y expertos.

La policía ha levantado el precinto al mercado navideño de Magdeburgo y volvemos a ver gente caminando por la misma calle donde ocurrió el atentado. Hay cierta tensión en el ambiente y recogimiento. La ciudad sigue de luto y casi todos comparten la misma reflexión.

"Viéndolo a posteriori, igual se podría haber hecho algo más", Lo piensan los ciudadanos y, con mucho más pesar, la policía y la inteligencia alemana. Recibieron avisos del servicio secreto saudí de que el atacante se había radicalizado, con amenazas explícitas en redes sobre asesinar alemanes. También había sido condenado por amenazar con cometer delitos en 2013. Ya entonces habló de acciones con repercusión internacional y mencionó los atentados de Boston. La policía registró incluso su apartamento.

"Había publicado mensajes, también insultos y amenazas contra autoridades, pero no se le conocían actos violentos, que es siempre una señal de alarma", se defiende el jefe federal de la policía criminal.

El detenido se alojó varias noches en un hotel, se cree que para preparar el ataque, que está solo a diez minutos del mercadillo. Este domingo la policía ha registrado algunas estancias y visto las cámaras de videovigilancia. Él ya está en prisión y mientras, la ciudad de Magdeburgo sigue asimilando el dolor de cinco víctimas mortales, una herida que tardará tiempo en cicatrizar.

Foto: EFE/EPA/FILIP SINGER

Es el momento del atentado en la ciudad alemana de Magdeburgo: un coche negro irrumpe a toda velocidad en el mercadillo de Navidad, repleto de gente, y arremete contra la multitud, intentando causar el mayor daño posible.

A punta de pistola, la policía detiene al conductor poco después. Es Taleb Abdulmohsen: psiquiatra, de 50 años, nacido en Arabia Saudí y asilado en Alemania desde 2016. Era conocido por sus posturas radicales contra el islam, religión de la que había renegado. Ya han registrado su casa y la clínica donde trabajaba.

Según el fiscal, el motivo podría ser su descontento por el trato a los refugiados saudíes en Alemania, a los que él ayudaba. Los investigadores creen que actuó solo. Su perfil en redes sociales da más pistas sobre su odio a los musulmanes y su extremismo. Llega a pedir la pena de muerte para Angela Merkel, a la que acusa de ayudar a islamizar Europa.

Alemania está conmocionada por este ataque a las puertas de la Navidad y de las elecciones anticipadas de febrero, en las que la inmigración es uno de los temas más candentes.

"Incomprensible", es la palabra que más repiten los testigos y los que han visitado el lugar del atentado. Entre ellos, el canciller Olaf Scholz, que califica el atropello de "demencial".

No es la primera vez que Alemania sufre una tragedia como esta. Hace justo ocho años, otro atropello masivo causó una masacre muy similar en un mercadillo navideño de Berlín. Entonces el autor fue un yihadista. Esta vez, al parecer, un islamófobo. Distintas motivaciones para un crimen igualmente brutal e injustificable.

Foto: EFE/EPA/FILIP SINGER