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Durante su gira por Oriente Próximo, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha sugerido que EE.UU. debería controlar Gaza para transformarla en una "zona de libertad". Un anuncio que se produce en medio de una nueva ofensiva israelí sobre la Franja que ha dejado más de 150 muertos, incluidos numerosos niños. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condiciona el alto el fuego a la liberación parcial de los rehenes por parte de Hamás.

La violencia se intensifica en la Franja y Cisjordania coincidiendo con el Día de la Nakba, jornada simbólica para los palestinos y que recuerda al éxodo que sufrieron hace casi 80 años. El ejército israelí ha llevado a cabo redadas tras el asesinato de una colona, mientras miembros del Gobierno piden extender la ofensiva a Cisjordania, lo que muchos palestinos interpretan como una repetición de la Nakba de 1948.

Hamás ha liberado al rehén estadounidense-israelí Edan Alexander. En Israel se ha recibido la noticia con una mezcla de sentimientos. Alegría entre los familiares de los capturados porque algunos piensan que podría allanar el camino a la liberación de los 58 rehenes que Hamas mantiene en su poder pero también cierta amargura porque hay quien se pregunta si tener un pasaporte estadounidense beneficia a unos reehenes sobre otros. El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha apuntado el tanto político en esta negociación —en la que no ha participado Israel. De hecho, Hamás ha dicho que esta liberación es un gesto de buena voluntad hacia Donald Trump. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido en que Israel no ha participado en las negociaciones entre Hamas y Estados Unidos y que la liberación es fruto de la presión militar sobre la organización integrista que va a continuar en los próximos días.

Israel da luz verde a la conquista de Gaza y la retención de territorios. El plan aprobado por el Gobierno israelí ya no habla de incursiones sino de controlar territorios y permanecer en ellos. Para ello, recurrirán a decenas de miles de reservistas. Netanyahu ha señalado también que sigue adelante el plan de Trump para que los gazatíes sean acogidos en otros países. Entre los planes del Gobierno israelí también esta el control del reparto de ayuda humanitaria, que lleva dos meses bloqueado por Israel. Hasta ahora, los ataques israelíes han matado a más de 52.000 palestinos, una tercera parte de ellos niños.

Un misil balístico hipersónico ha impactado en el aeropuerto de Ben Gurión, en Tel Aviv. El primero desde que empezó la guerra en Gaza, según Israel. Los hutíes de Yemen se han atribuido el ataque.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dicho que responderán con contundencia y ha lanzado una advertencia a Irán.

Israel ha decidido llamar a filas a miles de reservistas para ampliar la ofensiva en Gaza. Además, dice estar expandiendo sus operaciones en Rafah, al sur de la Franja, donde Hamás ha reivindicado un ataque contra soldados israelíes que ha dejado seis muertos.

Foto: Gil Cohen Magen/Xinhua News/ContactoPhoto

Los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza han matado, solo en las últimas horas, a más de una veintena de gazatíes. Entre los últimos fallecidos, otro periodista, Ahmed Mansour. Su cuerpo ardió ante sus propios compañeros en un ataque en la madrugada del lunes.

Es el tercer periodista asesinado en el ataque a una carpa de prensa en la que se alojaban y trabajaban, junto al hospital Nasser, en el sur de Gaza. La situación humanitaria es crítica, al borde de la hambruna y, pese a ello, Israel mantiene el bloqueo a la ayuda a través del control de los distintos puntos de entrada.

De forma paralela a la situación en Gaza, las conversaciones de paz con Israel siguen bloqueadas. No así las conversaciones nucleares con Irán, donde el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció anoche conversaciones directas. Pese al anuncio, Teherán ha precisado que serán a través de intermediarios. El diálogo comenzará el sábado en Omán y abrirá una vía diplomática en medio de continuas tensiones y enfrentamientos en la región.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está en Washington como invitado a la Casa Blanca por Donald Trump. Se trata de una visita con varios asuntos encima de la mesa, entre ellos la guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense de la que Israel, un aliado muy cercano de EE.UU., tampoco se libra. Netanyahu ha acudido a Washington para negociar en persona las tarifas arancelarias impuestas por Trump, que presume de la baza negociadora que han supuesto sus nuevas tasas aplicadas a nivel global.

Foto: REUTERS/Leah Millis/File Photo