Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

En Bielorrusia nuevas manifestaciones en la calle para pedir la salida del actual presidente Alexander Lukashenko, desafiando en Minsks el impotante despliegue de fuerzas de seguridad y del ejército que habían cortado los accesos al centro y cerrado estaciones de metro. Una movilización mayor que la de fines de semana anteriores superando los 100 mil asistentes. Lukashenko ha excluido todo diálogo y ha pedido la ayuda de Moscú. Durante la protesta más de un centenar de personas han sido detenidas, según fuentes oficiales, mientas otra opositora más se ha visto obligada a exilarse a Polonia este sábado, tras amenazas de los servicios secretos.

Silvio Berlusconi tiene covid-19 y se repone en un hospital de Milán. Está en una fase delicada por infección pulmonar.

En Japón avanza el tifónHaishen que podría obligar a la evación de cinco millones y medio de personas. De momento aunque se ha debilitado algo, el violento temporal ha provocado el corte de suministro eléctrico en más de 30.000 hogares y la cancelación de medio millar de vuelos.

El presidente bielorruso ha relevado al alcalde de Minsk y a la cúpula de su cuerpo de seguridad, incluido el jefe del KGB, sin explicar los motivos. No obstante, los cesados intercambian cargos entre sí. La decisión de Lukashenko ha coincidido con la visita de varios ministros rusos a Minsk, incluido el jefe de Gobierno, antes del encuentro en Moscú entre Putin y el propio Lukashenko.

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko ha alertado del riesgo de guerra civil en Bielorrusia, aunque él mismo lo considera poco probable. El presidente bielorruso pierde apoyos incluso en su feudo tradicional, el campo.

En Bielorrusia aumenta la presión para que Lukashenko abandone el poder. Cerca de 400 figuras del deporte han pedido el fin de la represión y a repetición de las elecciones presidenciales del pasado del 9 de agosto que consideran fraudulentas. Este domingo vimos al ejercito sacar tanques a la calle durante nuevas protestas masivas, pero Moscú asegura que la situación está bajo control y no necesitan enviar allí fuerzas para salvar a su aliado Lukashenko

Más de 100.000 manifestantes se han concentrado en el centro de Minsk en el marco de la marcha de la paz y la independencia convocada por tercera vez por la oposición en protesta contra la represión policial y contra la permanencia en el poder del presidente Alexandr Lukashenko, que gobierna desde hace 26 años. La portavoz del Ministerio del Interior, Olga Chemodánova, ha informado sobre la detención de 125 manifestantes "por su participación en protestas masivas no autorizadas".

Bajo el lema Bielorrusia unida, decenas de partidarios de Lukashenko han recorrido este sábado la capital del país para mostrar su apoyo al presidente en medio de las acusaciones de fraude electoral. Desde Rusia, Valdímir Putin ha vuelto a recordar que sí reconocen la victoria del mandatario bielorruso en las elecciones.

La Unión Europea ha elevado este viernes la presión diplomática sobre Bielorrusia al acordar sanciones individiuales a altos funcionarios del Gobierno de Alexandr Lukashenko por su responsabilidad en el fraude electoral que permitió su reacción. Además, les responsabilizan de la represión policial contra la oposición y los manifestantes que llevan días clamando contra el Gobierno. Desde Minsk, Lukashenko asegura que no teme las sanciones y amenaza con cortar las rutas de suministros de gas que atraviesan el país.

Aleksandr Lukashenko se aferra a la mano dura y a la retórica de una inminente invasión extranjera de Bielorrusia. Con el argumento de que la OTAN asedia sus fronteras, ha ordenado que la mitad del ejército se prepare para el combate. Argumenta que los manifestantes que protestan en las calles están pagados desde el exterior y ha advertido que esa "bacanal" de protestas "se va a acabar para centrarse en la economía". Algo que muchos interpretan como una amenaza de que pueda arreciar la represión. El pasado jueves, hubo cerca de 300 detenidos, la mayoría ya en libertad, de los que medio centenar eran periodistas nacionales e internacionales.

Moscú ha entrado de lleno en la crisis política y social de Bielorrusia. El presidente Putin ha dicho que Rusia apoyará al gobierno de Lukashenko con fuerzas policiales si la situación se descontrola en la exrepública soviética. Mientras, la oposición sigue denunciando la represión del Ejecutivo bielorruso.

En Bielorrusia, la policía ha detenido este miércoles a una veintena de manifestantes que protestan contra la reelección de Alexandr Lukashenko. Una de las detenidas en los últimos días es una joven de 30 años, que explica que fue detenida por preguntar a un agente cómo volver a casa tras una manifestación. Fue golpeada y estuvo hacinada junto a otros detenidos durante tres días, según recuerda a TVE. Además de la represión policial, Lukashenko ha abierto también la vía penal contra la oposición. En Minsk hoy han interrogado a la premio Nobel, Svetlana Aleksiévich, por su apoyo a la oposición.

La premio Nobel de Literatura bielorrusa, Svetlana Aleksiévich, ha tenido que comparecer como acusada ante el comité que investiga las protestas contra el Gobierno del país por su apoyo a la oposición. La intelectual ha aprovechado la presencia de la prensa extranjera para pedir a la comunidad internacional que hagan entender al presidente, Alexandr Lukashenko, que tiene que dialogar con el pueblo bielorruso, y no solo con el Kremlin.

En Bielorrusia, decenas de maestros se han manifestado pacíficamente en el centro de Minsk frente al Ministerio de Educación. Protestan contra las palabras del presidente Lukashenko de que solo podrán dar clase los que compartan la ideología del estado, lo que muchos interpreten como una amenaza de despedir a los que no están de acuerdo con él.