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Las imágenes del derrumbe de una torre en construcción en Bangkok dan la medida de la tragedia: el terremoto de 7,7 grados en la escala Richter con epicentro en Birmania se ha dejado sentir en la vecina Tailandia e incluso en China. En ese edificio trabajaban 320 obreros y hay cien desaparecidos.

La junta militar que gobierna Birmania ha declarado el estado de emergencia. Los hospitales están desbordados. El número de víctimas sigue en ascenso, preocupan ahora las labores de rescate y que pueda llegar la ayuda humanitaria. La Unión Europea, Estados Unidos y la ONU ya han dicho que están preparados para enviarla. Birmania lleva en estado de excepción desde el golpe de Estado de 2021, que sumió al país en el caos.

FOTO: Equipos de rescate trabajan en el edificio desplomado en Bangkok, Tailandia (REUTERS/Athit Perawongmetha)

Birmania y Tailandia están en estado de emergencia tras el terremoto de magnitud 7,7. El epicentro del seísmo ha sido en Mandalay, la segunda ciudad birmana más grande y donde viven 1,2 millones de personas. La Junta Militar birmana ha lanzado un llamamiento a la ayuda internacional: "Queremos que la comunidad internacional proporcione ayuda humanitaria lo antes posible", ha declarado su líder, Min Aung Hlaing, en el hospital Zaw Min Tun de la capital.

El país está sometido a su dictadura después del golpe de Estado del 1 de febrero de 2021. A 1.000 kilómetros de allí, en el distrito de Chatuchak en Bangkok, se ha derrumbado un edificio en construcción que ha sepultado a al menos 80 personas. Se han vivido momentos de pánico y cientos de personas han sido desalojadas de oficinas, hospitales y viviendas. Según el Ministerio de Exteriores, por el momento ningún español ha sido afectado por el terremoto.

En Birmania (Myanmar), tras el terremoto de 7,7 han colapsado puentes, edificios y templos. El país, en guerra civil desde 2021, ha declarado el estado de emergencia en varias regiones y ante la magnitud de los daños piden ayuda internacional.

A más de mil kilómetros de distancia, en Bangkok, capital de Tailandia, miles de personas han salido a la calle para ponerse a salvo, captando con sus móviles como un edificio de 30 plantas que estaba en construcción se ha venido abajo, sepultando a varios trabajadores.

El temblor de magnitud 7,7 se ha sentido por toda la ciudad, con tal fuerza que ha vaciado el agua de las piscinas, muchas ubicadas en azoteas.

El departamento meteorológico de Tailandia alerta de réplicas y recomiendan permanecer al aire libre. Con el saldo de víctimas aún por confirmar, los hospitales de las zonas afectadas advierten de un posible colapso por el número de heridos.

Foto: REUTERS/Ann Wang

Adriá Martín ha vivido el terremoto de magnitud 7,7 desde la ciudad tailandesa de Chiang Mai, que se encuentra cerca del epicentro del sismo, en la ciudad birmana de Mandalay. Este ciudadado español ha explicado en La Hora de la 1 que "ha sido una situación de pánico" en la que todo el mundo salió de los edificios, si bien ahora se encuentran de nuevo en sus casas.

Martín ha explicado que tras el terremoto inicial se vivió una réplica que impactó con todavía más fuerza.

Foto: AP Photo/Sakchai Lalit

Una operación conjunta entre las autoridades de Tailandia, China y Myanmar ha desmantelado numerosos centros de estafas online en la frontera entre Tailandia y Birmania. Han liberado a al menos 7.000 personas de diferentes nacionalidades que ahora esperan su repatriación en refugios temporales.

Estos centros, operados por redes criminales, habían traficado con miles de personas en el sudeste asiático para obligarlas a participar en actividades ilegales en línea. Capturaban a perfiles jóvenes y con dominio de idiomas y tecnología.

Los rescatados aseguran haber sufrido abusos sistemáticos, torturas, golpes y descargas eléctricas por negarse a colaborar con la red mafiosa. La mayoría, de origen chino, habían sido engañados con promesas de un buen puesto de trabajo y posteriormente se les obligó a cometer fraudes en condiciones de esclavitud.

Esta clase de negocio ha proliferado en el sudeste asiático, y genera cerca de 41 mil millones de euros anuales. Además de ciudadanos chinos, también se han identificado víctimas de otros países como Indonesia, Vietnam, Malasia, Taiwán, Pakistán, India, Uganda, Kenia y Ghana.

Han pasado cuatro años del golpe militar en Myanmar que derrocó al gobierno de Aung San Suu Kyi y la situación en el país es muy inestable. Hablamos con María del Mar Hidalgo, analista principal del IEEE.

"Rechazar a los migrantes es un pecado grave". Lo ha dicho el papa en su audiencia general de los miércoles. Además, se acaban de cumplir siete años de la expulsión de los rohingyas de Myanmar y el éxodo hacia Bangladesh. Vamos a repasar el origen de esta crisis y a conocer la situación actual de esta etnia con el portavoz de UNICEF en Bangladesh. Estaremos en Venezuela donde hay protestas convocadas cuando se cumple un mes de las elecciones. También en Cisjordania donde los ataques israelíes han dejado una decena de muertos y tendremos una entrevista sobre el referéndum de independencia de Timor Oriental del que se cumplen 25 años. 

Hace 7 años, cientos de miles de rohingya, una minoría étnica predominantemente musulmana, tuvieron que huir de la violencia en Myanmar y refugiarse en Bangladesh. Hoy, la situación de estas personas no ha mejorado. Miguel Mateos, portavoz de UNICEF en Bangladesh.

En Bangladesh y Myanmar (Birmania) hacen balance de daños tras el paso del ciclón Mocha. De categoría 5 y con vientos de más de 150 km/h, es la tormenta más fuerte que ha impactado en la zona en años.

Hay cientos de miles de evacuados y, según informan las fuentes locales, pueblos enteros han desaparecido. La Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU ha calificado la catástrofe como "un sendero de devastación", sobre todo en los campos de refugiados rohingya, donde residen más de un millón de desplazados.

El último recuento oficial de la junta militar de Myanmar, reconocía al menos cinco fallecidos. Sin embargo, testigos de la tormenta hablan de cientos de víctimas mortales y desaparecidos.