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Al menos 52 personas han muerto este martes y otras 120 han resultado heridas durante un bombardeo aéreo del Ejército de Nigeria en un campamento de refugiados situado en la localidad de Rann, en el norte del país, según han confirmado fuentes de Médicos Sin Fronteras. El ataque estaba dirigido contra el grupo terrorista Boko Haram, según los militares.

Emoción, lágrimas, y mezcla de sentimientos en el reencuentro de las 21 niñas secuestradas por Boko Haram con sus padres. Se ha producido en Abuja, Nigeria. Las liberaron tras dos años y medio de captura. Eran niñas y ahora sus rostros denotan el sufrimiento vivido. Algunas han vuelto embarazadas, o con hijos.
 

El grupo terrorista quiere negociar con el gobierno su liberación. Son sus primeras imágenes en casi dos años, cuando tras el secuestro de las más de 200 niñas en una escuela de Chibok, Boko Haram envió una prueba de que estaban vivas. Esta vez el mensaje va dirigido a frenar la presión militar del gobierno que estrecha cada vez más el cerco a la guerrilla islamista.

El Ejército asegura que es Serah Luka, la chica número 157 de la lista de secuestradas por Boko Haram en Chibok. Aunque las familias no lo tienen tan claro, su portavoz ha dicho que ese nombre no está en su lista. Se investiga además si otras tres chicas que huyeron y fueron rescatadas después por los soldados también son de Chibok. En la operación militar han liberado a otras 97 mujeres y niñas

Jadiya tiene diecisiete años, un bebé y un mote cruel: la llaman la "esposa de Boko Haram". Ha conseguido huir del mismísimo infierno: de un secuestro de varios meses a manos del grupo yihadista nigeriano. Ahora vive en un campamento de desplazados y se enfrenta a otra tortura diaria: las demás mujeres la insultan y le pegan. Las "esposas de Boko Haram", como ella, rara vez vuelven con sus familias. Están marcadas por el estigma. 

Cada vez llegan más niñas como Jadiya a los campos de desplazados. Las operaciones del ejército contra Boko Haram están destapando algo que hasta ahora permanecía oculto en los bosques de Nigeria: los terroristas tienen campamentos de esclavas sexuales. Hay miles de niñas secuestradas en cabañas en la selva o en pueblos tomados por los yihadistas. Niñas violadas cada día durante meses. A muchas las obligan a casarse con alguno de los jefes. Es lo que le ocurrió a Jadiya, una niña de cuerpo menudo y voz dulce que ha elegido ese nombre falso para contar su historia ante una cámara de UNICEF.