El día de la matanza de Hamás en Israel, Eitan visitaba a su hermano Iair, en un kibutz próximo a Gaza. El ataque les obligó a refugiarse y pudieron mandar algunos mensajes a su familia. "Seguimos en el cuarto de seguridad, decían y, de pronto, dejaron de responder", recuerda su cuñada, Dalia Kushnir. Durante un mes y medio, la familia no supo nada de ellos. Hasta que las primeras rehenes liberadas en noviembre del pasado año les dijeron que habían visto a los hermanos con vida y hablaron del trato que recibían. Ahora, en esta nueva fase del acuerdo, se espera que uno de los hermanos, Iair, sea liberado. Mientras tanto, la angustia es inmensa para las familias.
Foto: Cedida por la familia de Iair y Eitan