El Real Madrid ha abierto un cupo de entradas para sus socios que se ha agotado en pocas horas. Los hinchas de River y Boca tendrán a sus disposición otras 40.000 y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, está convencido de que el partido se jugará en el Bernabéu.
Boca River ha contratado a dos abogados españoles para reclamar que se les de vencedores, mientras, River quiere impugnar el encuentro al considerar que "atenta contra la igualdad de condiciones" por no poder disputarlo en su campo.
La venta a través de internet va a permitir comprar entradas a aficionados de todo el mundo para la final de la Copa Libertadores en Madrid. Con los precios por las nubes en Argentina, las agencias esperan más afluencia de aficionados de River y Boca desde Europa que desde el país sudamericano.
Por primera vez en cinco años, dos hinchadas de clubes argentinos animarán a sus equipos en el mismo estadio. Los aficionados de River y Boca presenciarán el Superclásico en el Bernabéu y tendrán 5.000 entradas cada equipo.
La experiencia de la capital de España en la organización de este tipo de eventos como la final de Champions en 2010 es clave para asegurar el éxito del evento en cuanto a la seguridad. El sector turístico ha celebrado la decisión por el impacto económico previsto.
Los medios de comunicación argentinos han reaccionado con incredulidad a la decisión de que se juegue el River-Boca en el Santiago Bernabéu. Diego Armando Maradona es uno de los más indignados y ha criticado al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
El cuadro 'xeneize' muestra su disconformidad ya que quería que Boca fuera proclamado ganador sin jugar. River, por su parte, anuncia que recurrirá la decisión de jugar en el Bernabéu y reclamará su estadio como sede de la vuelta de la final de la Copa Libertadores.
