Con un texto final que se conoció cerca de las tres de la mañana cierra la COP29 en Azerbaiyán. Esta ha sido la conferencia de las finanzas porque los participantes tenían que acordar el dinero que necesitarán los países vulnerables para hacer frente al cambio climático y la cifra no ha contentado a los receptores. La COP29 ha acordado que los países en desarrollo reciban 1,3 billones de dólares al año para 2035 para hacer frente al cambio climático, de los cuales 300.000 millones provendrán de las naciones más ricas.
Es un acuerdo que ha dejado mal sabor de boca para buena parte de los participantes de los países más vulnerables que esperaban conseguir un mayor compromiso para afrontar el desafío climático, pero que ha chocado contra numerosas resistencias y un entorno geopolítico adverso que ha estado a punto de hacer fracasar la cumbre climática. Mientras, las potencias occidentales se felicitan por el texto aunque reconocen que es un "punto de partida"
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales norteamericanas en vísperas del comienzo de la cumbre, la crisis política y económica mundial generada por la guerra entre Rusia y Ucrania y la invasión de Israel en Gaza y las presiones de los intereses petroleros encabezadas por Arabia Saudí han descafeinado una COP29 que se ha limitado a empujar el balón hacia delante, hacia la COP30 que se celebrará en Belém, en Brasil.