El contrato de compra de armamento a Israel ha tensado aún más las relaciones entre los socios de coalición. Interior se había comprometido a cancelarlo, pero desde el Ministerio aseguran que la tramitación estaba tan avanzada, que en caso de rescindirlo tendrían que pagar igualmente sin recibir el armamento.
En total, el Gobierno tendrá que abonar casi siete millones de euros a cambio de quince millones de balas para la Guardia Civil, un movimiento que Sumar desconocía. "Es una vulneración flagrante de los acuerdos y por tanto exigimos la rectificación inmediata", ha instado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha pedido a Fernando Grande-Marlaska que se retracte y cancele el contrato con la empresa israelí.
Desde Izquierda Unida, uno de los partidos que conforman Sumar y que cuentan con un ministerio en el Ejecutivo, sí han abierto la puerta a abandonar la coalición y han pedido la dimisión de Marlaska y la ministra de Defensa, Margarita Robles: "Si son incapaces de cumplir su obligación política de anular este contrato, tienen que dar un paso a un lado", ha sentenciado Enrique Santiago.
En respuesta a IU, el ministro Ernest Urtasun ha negado que el Gobierno de coalición esté en riesgo de romperse: "En ningún momento Sumar se plantea salir del Gobierno, no está en cuestión nuestra participación", aunque sí ha reiterado la existencia de discrepancias internas por la compra de armamento a Israel