Este martes, 21 de febrero, se ha cerrado la fosa de Pico Reja, en el cementerio de San Fernando, en Sevilla. En más de tres años de trabajo, desde 2019, se ha logrado exhumar los restos de 1.786 represaliados por las tropas franquistas. Casi dos centenares de familiares de los represaliados han estado presentes. Con claveles rojos, retratos de los asesinados y banderas republicanas, han recordado a los asesinados y han arrojado paladas de tierra a una pequeña zanja abierta para la ocasión.
"Los datos son abrumadores: cerca de 1.800 víctimas recuperadas, más de 10.000 sacadas, nos hablan de una fosa de unas dimensiones tremendas, de una represión mucho más dura", ha explicado a TVE Jesús Román, codirector de la intervención en Pico Reja.
Ahora se espera poder identificar, mediante pruebas de ADN cotejadas con 400 restos, a algunas de las víctimas. El proceso se está demorando debido al deteriorado estado en el que se encuentran la mayor parte de los huesos.
Foto: EFE/ Julio Muñoz